Prefecto para la doctrina

Polémica en el Vaticano: el libro de un cardenal describiendo con detalle el orgasmo causa un gran revuelo

Al describir el orgasmo femenino, llegó a la conclusión de que las mujeres son “a menudo insaciables”

El papa Francisco preside la misa en la solemnidad de la Epifanía en la Basílica de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano.

El papa Francisco preside la misa en la solemnidad de la Epifanía en la Basílica de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano. / EFE/EPA/ Ricardo Antimiani

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El cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto para la doctrina del Vaticano, quien era criticado por los sectores más conservadores de la Iglesia por aprobar la bendición para parejas del mismo sexo, ha generado una nueva polémica por un libro que escribió cuando era un joven sacerdote, en el que describía los orgasmos en términos gráficos.

Entre los libros escritos en su juventud por el máximo responsable del ministerio vaticano, encargado de proteger la ortodoxia del catolicismo, destaca el volumen 'La pasión mística: espiritualidad y sensualidad', publicado en 1998 por Fernández cuando acompañaba pastoralmente como sacerdote a matrimonios jóvenes y que, poco después, retiró de las librerías al considerar que podía ser "malinterpretado". El texto cuenta con un capítulo dedicado al orgasmo masculino y femenino cuyas descripciones han llevado a los medios eclesiales conservadores a acusar a Fernández de hacer "porno-teología".

“La pasión mística”, publicado en México en 1998, es una breve disertación sobre experiencias místico-sensuales con Dios.

En sus últimos capítulos, Fernández profundiza en los orgasmos, incluyendo descripciones gráficas de la anatomía sexual masculina y femenina, y sus comentarios sobre el deseo sexual, la pornografía, la satisfacción y la dominación sexual, y el papel del placer en el plan místico de Dios.

Aunque las Escrituras están llenas de historias de éxtasis místico, y el papa Benedicto XVI escribió sobre el amor apasionado que experimentan las parejas casadas, la forma tan explícita en que Fernández habla del orgasmo, que a veces roza la caricatura, indica al menos una familiaridad con el sexo que parece poco común en un sacerdote célibe.

Al describir el orgasmo femenino, llegó a la conclusión de que las mujeres son “a menudo insaciables” y “pueden desear más”, supuestamente debido al abundante flujo sanguíneo durante el clímax.