Mallorca

Ordenan a una pareja a que aprenda a convertirse en mejores padres

La Audiencia de Palma insta a un matrimonio divorciado que acuda a terapia para conducir la relación con sus hijos

Los jueces de la Audiencia buscan una solución al conflicto familiar.

Los jueces de la Audiencia buscan una solución al conflicto familiar.

J.F. Mestre

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La Audiencia de Palma ha adoptado una solución salomónica para intentar encauzar y resolver la situación familiar que sufren los tres hijos de un matrimonio fracasado. Antes de adoptar una decisión definitiva sobre el régimen de custodia, el tribunal ordena a los dos adultos a que sigan una terapia para que "puedan desarrollar de manera eficaz su rol como padre y madre, situando el interés de los hijos en el centro de su relación". Una terapia que dirigirá un psicólogo especializado, que debe ir encaminada sobre todo para solventar los problemas de comunicación que existen entre ellos dos tras el divorcio. Es decir, después de muchos intentos para mejorar las relaciones, la Audiencia ha decidido que los dos adultos deben aprender a ser mejores padres, ya que el conflicto que mantienen repercute sobre todo en el estado de los hijos, todos ellos menores de edad.

Este matrimonio se rompió a raíz de que el marido conoció a otra mujer y decidió dejar a su esposa. En el primer convenio se acordó que los padres mantendrían un régimen de custodia compartida. Sin embargo, esta fórmula no funcionó. No se cumplía el régimen y los niños, sobre todo los dos mayores, se oponían a quedarse con su padre, al que incluso dejaron de hablar y le llegaron a pedir que no les saludara si se coincidían en la calle.

Ante esta situación la madre presentó una demanda para hacerse cargo de la custodia definitiva de los niños. Los menores tuvieron que implicarse en el desagradable proceso judicial que se produce por un conflicto familiar grave. Pero los tres menores tenían claro que querían quedarse con su madre.

El hombre, tras la pérdida del contacto con sus hijos, acusó a la madre de manipular a los tres hijos. Sostenía que era víctima de lo que se denomina síndrome de alienación parental, de tal manera que se denigra la figura del otro progenitor. Es una situación que suele producirse muchas veces durante el proceso para conseguir la custodia de un menor.

El padre también pidió la custodia exclusiva de sus hijos, pidiendo que los niños se mantuvieran alejados durante un tiempo de la madre, para poder solucionar su relación con los menores. El juez lo rechazó.

El tribunal es muy crítico, basándose en los informes técnicos, del comportamiento del padre, al que califican "de muy severo", una situación que no facilita que se normalice la situación. Pero los jueces lo que intentan solucionar con estas medidas familiares es conseguir el bienestar de los tres hijos, dado que la mala relación a raíz de la ruptura matrimonial les afecta de una forma muy negativa. Aunque se reconoce que las habilidades de la madre para comprender a los hijos son mayores que las del padre, el tribunal ha buscado una solución para que los niños tengan una relación cordial con ambos progenitores. Y es que han sido los propios hijos, según detalla la sentencia, "los que están cansados de esta situación, de los continuos litigios, de tener que acudir a los juzgados, ya que nadie les escucha y la situación no cambia". Por ello, el tribunal insta a que los padres cambien su comportamiento.

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