A LOS 91 AÑOS

Muere el obispo emérito de Girona Carles Soler Perdigó

Fue obispo auxiliar de Barcelona antes de ser titular de la diócesis de Girona hasta su jubilación en 2008

Carles Soler Perdigó, el día de su acceso a la sede episcopal de Girona

Carles Soler Perdigó, el día de su acceso a la sede episcopal de Girona / Archivo / Joan Castro

Diari de Girona

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El obispo emérito de Girona, Carles Soler y Perdigó, ha fallecido este sábado a los 91 años, según ha informado el obispado en un comunicado. El prelado ha muerto en la residencia sacerdotal Bisbe Sivilla de Girona a las 5 de la madrugada. La misa exequial tendrá lugar este próximo martes, 12 de diciembre, a las 11 de la mañana en la Catedral de Girona. El mismo día habrá instalada, en la catedral, una capilla ardiente, que estará abierta de las 9 a las siete y media de la mañana.

Nombrado obispo de Girona el 30 de octubre de 2001, tomó posesión de la diócesis el 16 de diciembre de 2001. Hasta ese momento, ejercía de obispo auxiliar del Arzobispado de Barcelona, después de haber sido rector de la parroquia del barrio del Congrès. Después de siete años al frente de la diócesis, el 16 de julio de 2008 el Papa aceptó su renuncia al haber cumplido los 75 años, nombrando a Francesc Pardo como nuevo obispo. Desde su jubilación episcopal, y hasta hace pocos meses, colaboraba periódicamente con las parroquias del arciprestazgo de Banyoles.

En una carta, el administrador diocesano de Girona, Lluís Suñer, ha destacado el "servicio generoso y desinteresado" del obispo Soler durante sus siete años de ministerio. "Se esforzó por dotar a nuestro obispado de unas infraestructuras espirituales, pastorales y materiales de acuerdo con las necesidades de aquellos años", recordó.