El obispado de Lleida aprueba un nuevo protocolo para prevenir y abordar casos de abusos

El obispo de Lleida, Salvador Giménez, ha suscrito este viernes mediante decreto el nuevo protocolo de su diócesis para "la prevención y tratamiento de los abusos a menores en locales o actividades en la Diócesis de Lleida".

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El protocolo, hasta ahora inédito, dicta que cualquier denuncia por abusos sexuales en la diócesis debe ser comunicada al obispo para que lo traslade a Fiscalía si es necesario.

Además, en coordinación con el obispado, el protocolo indica que "los responsables de la entidad deben informar a los padres del daño causado a su hijo y de las circunstancias que han rodeado el hecho" y se deberá "apartar de la relación con los menores, aunque sea preventivamente, a la persona señalada como posible abusador".

El nuevo documento incluye otros consejos a los miembros de la diócesis, como "realizar toda comunicación electrónica con el menor siempre desde el correo oficial de la entidad", "no crear un grupo WhatsApp solo con los menores y en cualquier caso crearlo con los padres".

"Evitar favoritismo hacia ningún menor"; que durante las salidas "en las habitaciones donde duermen menores, duerman siempre dos o más adultos para vigilarlos"; "realizar las actividades con menores en lugares donde pueda haber visibilidad desde fuera" y, "en ningún caso, el monitor, sacerdote, o cualquier persona que interactúe con un menor o adulto vulnerable, tendrá que estar solo con él", según establece el nuevo protocolo.

El obispo Salvador Gímenez considera en su decreto que deben abarcarse "tanto en las agresiones sexuales producidas con anterioridad como en otras nuevas que se pudieran producir".