Educación

De familia a familia: lo que debes saber antes de enviar a tu hijo a estudiar en el extranjero

Crece el número de familias que envían a sus hijos a estudiar en el extranjero: "Es una inversión de futuro"

"Mi hija ha ganado en autonomía y autoestima": La experiencia de estudiar un curso de ESO o Bachillerato en el extranjero

Un grupo de estudiantes de un curso escolar en EEUU.

Un grupo de estudiantes de un curso escolar en EEUU.

Montse Baraza

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En los últimos años cada vez son más las familias que deciden enviar a sus hijos a estudiar un curso (o un trimestre o cuatrimetre) en el extranjero. Es una tendencia que detectan y confirman las agencias especializadas, algunas de las cuales hablan de "aumento espectacular". Los cursos de ESO y de Bachillerato en países anglosajones (Reino Unido, Irlanda, EEUU y Canadá están entre los más solicitados) son los elegidos para vivir esta experiencia que va más allá del aprendizaje del inglés. "Mi hija ha ganado en autonomía y en autoestima". Lo explica en EL PERIÓDICO Judith Aparicio, que envió a su hija a estudiar un cuatrimestre de 4º de ESO en Irlanda. Un testimonio compartido por muchas familias que, haciendo un esfuerzo económico, apuestan por una "inversión de futuro".

Las familias 'veteranas' recomiendan a las familias que estén pensando en enviar a sus hijos a estudiar fuera que, antes de contratar alguno de los variados programas que las agencias especializadas ofrecen, hablen con padres y madres que ya hayan vivido o estén viviendo la experiencia para que estos les cuenten cada uno de los factores a tener en cuenta. Con esta información, más la que le den la agencia elegida, podrán hacerse una composición de lugar y elegir la opción más ajustada.

La opinión mayoritaria de las familias es que la experiencia vale la pena pese a que, como apuntaban a este diario los responsables de algunas agencias, los chavales "pasan momentos difíciles. Esto no es Instragram y Tik Tok, donde solo se ven cosas bonitas", pero "superar esos retos les empodera". "La vivencia de un año académico fuera de nuestro país permite a los jóvenes desarrollar aptitudes como la flexibilidad, la apertura de mente y la capacidad de tomar decisiones responsables", subraya Marta Galea, secretaria general de Aseproce (asociación española de promotores de cursos en el extranjero).

Repasamos a continuación algunos de los consejos que dan familias 'veteranas'.

¿Qué curso?

Las agencias tienen ofertas a partir de los 10 años, aunque es la ESO (a partir de 12 años) la etapa preferida por las familias para enviar a sus hijos a estudiar fuera. La opción de los tres primeros cursos de ESO tiene la ventaja de que, si se opta por hacer el curso entero en el extranjero, no es necesaria ninguna homologación. A la vuelta, siempre que el alumno lo tenga todo aprobado, se podrá incorporar al curso que le toque. Si se opta por cursar 4º de la ESO, hay que tener en cuenta que a la vuelta se deberá convalidar el curso para obtener el título de educación secundaria. Lo mismo pasa si se opta por hacer 1º o 2º de Bachillerato: que a la vuelta hay que convalidar y homologar los títulos. El factor a tener en cuenta en estos dos cursos es que en España son años clave de preparación de los exámenes de selectividad. El Ministerio de Educación recoge en su web los requisitos que pide España para convalidar y homologar en función del país donde se haya estudiado. En general, hay que asegurarse que el estudiante haga las asignaturas que reclama España para dar por buenos los estudios. En el caso que se opte por cursar un trimestre o cuatrimestre, no es necesaria la convalidación. La familia deberá pactar con la escuela en España la reincorporación del alumno.

¿Qué país?

Si pensamos en países anglosajones, Reino Unido, Irlanda, Estados Unidos y Canadá son los destinos preferidos. Para cursar un trimestre, Reino Unido es una de las opciones destacadas. También para estudiar un curso entero hasta 3º de la ESO. En cambio, esta no es la mejor opción para un curso completo en etapas superiores dado que, según explican desde British Summer, "en los últimos años ha habido algunos cambios en el sistema académico del Reino Unido que aún no han quedado reflejados en la normativa de convalidaciones de España". Como alternativa cercana despunta Irlanda, que en 4º de la ESO ofrece lo que se llama 'Transition Year', un año de transición que resulta ideal para la experiencia. Estados Unidos y Canadá son más acertados para cursar el año escolar completo. De hecho, el grueso de la oferta va en este sentido.

¿Qué escuela?

Una vez decidido programa y destino, habrá que elegir escuela. Las agencias cuentan con una amplia oferta. Hay un caso en el que no se puede elegir. Es si se participa en el programa J-1 (recibe este nombre por el tipo de visado), subvencionado por la secretaría de Estado de Educación de EEUU. Para la familia supone un gasto de unos 13.000 euros; una cantidad muy ajustada teniendo en cuenta que hablamos de un curso escolar completo (uno solo, no se puede extender). En este caso, salvo en alguna excepción, la familia no puede elegir ni colegio ni estado. Es siempre en escuela pública y la estancia es en familia, y mientras dure el curso, el menor no puede viajar a casa ni sus padres visitarlo. 

Al margen de este caso, se puede elegir escuela pública o escuela privada. Las primeras son más asequibles. En las segundas, más caras, suelen haber más estudiantes internacionales y la mayoría ofrecen también residencia. En el caso de cursar todo el año fuera, hay que valorar que a nuestro hijo le puede ayudar sentirse acompañado por otros estudiantes internacionales que están en su misma situación. La cantidad de alumnos internacionales de un centro es otro elemento a valorar pues. El aprendizaje del inglés está, en todo caso, garantizado.

Hay que fijarse también si la escuela está bien comunicada, cerca de aeropuertos principales. Esto es especialmente importante en países como EEUU o Canadá, donde las distancias son enormes y muchas de las escuelas suelen estar situadas en localidades pequeñas. Es importante informarse de las opciones de traslados.

Otros aspectos a tener en cuenta a decidirnos por una escuela u otra, es el calendario de vacaciones. En EEUU, por ejemplo, hay escuelas que cierran tres semanas por vacaciones de primavera (coincide con la Semana Santa española). Ello supondrá que si el alumno está alojado en residencia en el campus, al cerrar este, deberá volver a España, con el coste que eso representa. En el caso de que la escuela permanezca abierta, hay que fijarse si esos días de estancia suponen un coste extra al precio que paguemos a la agencia. Los programas académicos y deportivos de las escuelas serán otro aspecto determinante en función de los intereses del alumno.

Familia o residencia

Va a gustos. Es innegable que la opción de familia puede suponer un riesgo mayor porque dependerá de la conexión que estudiante y familia tengan. Hay que valorar el 'plan' que tendrá el alumno los fines de semana, cuando no haya clases. La opción de la residencia es en este sentido más segura. El alumno está siempre acompañado y supervisado -los tutores supervisan incluso la hora de los deberes-. Además, fuera del horario lectivo, las escuelas ofrecen actividades extraescolares y de fin de semana.

Otras pistas

Asegurarse de que el seguro médico está incluido en el programa que contratemos -vital en países de fuera de la UE como EEUU-. También aclarar con la agencia si la gestión de los visados los asume ella o se debe encargar la familia. En el caso de EEUU, hay que pedir cita a la Embajada en Madrid y viajar hasta allí con el estudiante. Es importante también preguntar por la fluidez de la relación con la dirección de la escuela, para hacer un seguimiento del rendimiento del alumno.

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