Una mujer consigue que una jueza eche a sus hijos cuarentones de casa

Una mujer italiana, de 75 años y residente en Pavia, ha tomado la drástica decisión de denunciar ante la justicia a sus dos hijos, de 40 y 42 años, harta de que siguieran viviendo a su costa y de que se negaran, aun teniendo empleo, a contribuir a los gastos de la casa. Y una jueza le ha dado la razón.

Una jueza da la razón a esta madre, harta de que sus vástagos, aun teniendo empleo, no quisieran ni contribuir a los gastos de la casa

La 'mamma' había intentado en diversas ocasiones convencer a los dos hombres de que se independizaran y buscaran una vivienda propia, teniendo en cuenta que ambos trabajaban y teniendo sueldo para ello. "Pero ninguno de los dos quería", explicaba la mujer al diario italiano 'La Provincia Pavese'. Los hijos también se negaban a ayudarla económicamente para pagar facturas o llenar la nevera, así como a participar en las tareas básicas de la casa.

Los dos 'bamboccioni' tienen de plazo hasta el 18 de diciembre para mudarse

Tan cansada acabó, que denunció el caso ante los tribunales. Y una jueza de Pavia, Simona Caterbi, ha decretado una orden de desalojo contra los dos hombres.

En su fallo, la jueza Caterbi señala que aunque los hijos tienen inicialmente derecho a vivir en el domicilio materno debido a la "obligación de los padres de mantenerles", este derecho ya no se justifica dado que los hombres tienen más de 40 años. Ya no son niños. Ahora tienen de plazo hasta el próximo 18 de diciembre para mudarse.

En Italia, un 70% de jóvenes entre 18 y 34 años viven en el domicilio familiar, según datos correspondientes a 2022 citados por The Guardian. De ellos, el 72,6% son hombres y un 66% son mujeres. Otro estudio de 2019 apunta que del total de jóvenes adultos que viven con sus padres, el 35,5% eran estudiantes, el 38,2% tenían empleo y un 23,7% estaba buscando trabajo.

Las dificultades económicas han hecho que en Italia la cifra de jóvenes que siguen viviendo con sus padres vaya al alza. El país usa el término 'bamboccioni' (niños grandes) para burlarse de aquellos que lo hacen no por necesidad, sino por la comodidad de tener techo y manutención gratis.

No es la primera vez que la justicia italiana falla contra estos 'bamboccioni'. En 2020, el Tribunal Supremo rechazó la demanda de un hombre de 35 años que argumentaba que su sueldo de 20.000 euros como músico a jornada parcial no le daba para vivir y reclamaba ayuda económica de sus padres. El juez rechazó el caso argumentando que los jóvenes adultos no tienen el derecho automático a recibir dinero de sus padres.