Tribunales

Absuelto el sospechoso del doble crimen de Susqueda de tráfico de marihuana

El juez desestima la demanda del principal investigado del crimen de Susqueda contra un 'mosso'

El crimen de Susqueda sigue sin resolverse seis años después

El sospechoso del crimen de Susqueda y su hijo, en el banquillo, en los juzgados de Girona.

El sospechoso del crimen de Susqueda y su hijo, en el banquillo, en los juzgados de Girona. / ACN

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El Juzgado de lo Penal 1 de Girona ha absuelto al sospechoso del doble crimen de Susqueda, Jordi Magentí, de traficar con marihuana y tener una plantación en el pantano. Él y su hijo, también incluido en la causa, afrontaban tres años de cárcel y 60.000 euros de multa. La clave de vuelta del caso eran unas conversaciones que la policía grabó en el domicilio de Magentí en el marco de la investigación por los asesinatos.

El juez ha anulado las escuchas que los Mossos grabaron en el domicilio de Jordi Magentí

La sentencia anula aquellas escuchas, y en consecuencia el resto de pruebas, porque no se autorizaron como tocaba y vulneran el derecho a la intimidad, a la inviolabilidad domiciliaria ya las comunicaciones. En cuanto a la plantación, que estaba abandonada cuando los Mossos acudieron, el juzgado dice que ni siquiera se ha acreditado que se cultivara marihuana.

El caso que sentó a Magentí y a su hijo en el banquillo se juzgó a finales de marzo de 2022. Y ahora, año y medio después, ha salido la sentencia. La acusación que pesaba sobre ellos por traficar con drogas y tener una plantación en el pantano fue una derivada de la investigación por el doble crimen de Susqueda. De hecho, partía de las escuchas que los Mossos d'Esquadra hicieron a principios del 2018 en la casa que Magentí tenía en la calle Font del Canyo de Anglès (Selva).

Investigación de los asesinatos

Los micrófonos se pusieron en el marco de la investigación por los asesinatos. Pero durante estas grabaciones, los Mossos escucharon dos conversaciones que les llevaron a vincular a Jordi Magentí y a su hijo con un delito de tráfico de drogas, y con una plantación de marihuana que un helicóptero descubrió en el pantano de Susqueda (durante la búsqueda de los dos jóvenes desaparecidos).

Según se explicó durante el juicio, en la primera conversación el hijo de Magentí -que vivía en Salt- le contaba a su padre que tenía marihuana en su casa y que quería venderla. En la segunda, Magentí hablaba con su madre y se quejaba de que el hijo no había cumplido con lo acordado.

Para la fiscalía, estas escuchas probaban que padre e hijo se habían puesto de acuerdo en traficar con droga. Además, la acusación pública también vinculaba a los dos acusados con una plantación que un helicóptero había descubierto en la zona del pantano en agosto de 2017, mientras sobrevolaba a Susqueda en busca de la pareja desaparecida.

Desde el aire, y a través de la cámara que llevaba el aparato, los Mossos calcularon que la plantación tendría un centenar de plantas. Pero unos días más tarde -a mediados de septiembre- cuando una patrulla se fue a pie, tan sólo encontraron restos de plantas y macetas en la zona.

Durante el juicio, Jordi Magentí se acogió al derecho a no declarar. El hijo, por su parte, sólo respondió a las preguntas de la defensa, que lleva el abogado Benet Salellas, para admitir que era consumidor habitual de hachís y marihuana.

El testimonio de los Mossos

Por su parte, los agentes que participaron en las escuchas y en los registros posteriores -tanto en las casas de Magentí tenía como en el piso de su hijo- explicaron que en Anglès habían encontrado un tubo, una báscula, lámparas y abonos, entre otros. Que en el piso de Salt localizaron dos bolsas con cogollos de marihuana y más de 23.000 euros en efectivo (que el hijo achacó a las ganancias de haberse vendido el coche y pedido un crédito) y que mientras Jordi Magentí estaba detenido, él mismo habría admitido que tenía la plantación en el pantano.

La sentencia, que firma el juez sustituto Rafael Ponce, anula todas las escuchas telefónicas en las que se basaba el caso de tráfico de drogas. Y en consecuencia, todo el resto de indicios y pruebas que la policía obtuvo a posteriori.

El Juzgado de lo Penal 1 de Girona subraya que, aunque los mossos pidieron al de instrucción que ampliara el alcance de las grabaciones cuando oyeron que se estaría hablando de drogas, tanto la petición como el auto no se hicieron como correspondía. Y que, en consecuencia, estas escuchas son "ilícitas".

En concreto, la sentencia recoge que las grabaciones se extendieron "de forma indiscriminada" a todos aquellos que entraran en la casa de Anglés, y que el juzgado de instrucción tampoco hizo constar que tuvieran que ceñirse a una investigación para drogas. "Por todo ello, deben considerarse vulnerados los derechos fundamentales recogidos en el artículo 18 de la Constitución: el de la intimidad, el de la inviolabilidad domiciliaria y el de las comunicaciones", concluye el Juzgado de lo Penal 1 de Girona.

En cuanto a la plantación de marihuana del pantano, la sentencia del penalti concluye que no se puede acreditar que allí se cultivara droga. "No existe una constancia prueba de la existencia de alguna sustancia, basándose todo en conjeturas de los agentes", recoge el juzgado. Entre otros, porque ve "poco creíble" que los agentes, tras hacérsela abandonada, no hicieran un informe más exhaustivo ni tampoco "haya constancia" de que recogieran nada en la zona.

Por último, la sentencia tampoco considera que la supuesta autoinculpación de Magentí, admitiendo que tenía la plantación en Susqueda, sea una prueba válida. Porque se habría hecho "durante un interrogatorio preliminar, sin la presencia de abogado" y sin que la policía hubiera informado al detenido de sus derechos.

Por todo ello, el Juzgado de lo Penal 1 de Girona absuelve tanto a Jordi Magentí como a su hijo de la acusación por un delito contra la salud pública. La sentencia no es firme y se puede interponer recurso de apelación en un plazo de diez días ante la Audiencia de Girona.