Investigación

Covid persistente: descubierto un vínculo clave entre la inflamación intestinal y la serotonina

En las infecciones víricas desciende el nivel de serotonina en sangre; pasada la enfermedad, se recupera

Una enfermera vacuna a un hombre contra la gripe y el covid.

Una enfermera vacuna a un hombre contra la gripe y el covid. / El Periódico

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Solo un 7,6% de los pacientes con covid persistente se han recuperado durante los dos primeros años de sufrir el síndrome. Esta nueva enfermedad, que en Catalunya afecta a unas 200.000 personas según los médicos y para la que todavía no hay cura, es ya uno de los grandes desafíos del sistema sanitario, el cual no solo debe atender a las personas ya enfermas, sino también prepararse para las que seguirán enfermando. Ser mujer, tener patologías previas y un nivel de estudios más bajo son factores asociados al riesgo de sufrir covid persistente ('long covid', en inglés).

Lo preocupante es que hasta el momento, los científicos no han desarrollado tratamientos eficaces que ayuden a tratar una enfermedad que puede afectar múltiples órganos como el cerebro, los riñones, los pulmones, el corazón y hasta la piel.

Sin embargo, una reciente investigación abre una luz de esperanza para entender mejor este fenómeno. Fue publicada en la revista especializada estadounidense Cell y encontró que el covid prolongado estaría asociado con la reducción de la serotonina, también conocida como la hormona de la felicidad.

En otras palabras, estos pacientes tendrían niveles considerablemente más bajos de serotonina en comparación con aquellos que no han experimentado las secuelas del virus.

De acuerdo con los investigadores, pertenecientes a la Universidad de Pensilvania, “la infección viral y la inflamación provocada por el interferón (sustancia natural que ayuda al sistema inmunitario a combatir infecciones y otras enfermedades) tipo I reducen la serotonina a través de tres mecanismos”.

Los investigadores de la Universidad de Pensilvania encontraron que la reducción de la serotonina, a su vez, impide la actividad del nervio vago, uno de los principales nervios del sistema nervioso, y, por tanto, perjudica las respuestas y la memoria del hipocampo, una estructura cerebral que se encarga, entre otras cosas, de la generación y recuperación de recuerdos.

El estudio vinculó las cuatro hipótesis que se tenían previamente con el fin de proporcionar conocimientos prácticos para intervenciones terapéuticas, incluidos medicamentos que aumenten la serotonina.

La serotonina es un neurotransmisor ubicuo que regula principalmente el comportamiento, el estado de ánimo, la memoria y la homeostasis gastrointestinal. Es precursor de la melatonina, la hormona que ajusta el ciclo sueño-vigilia a un ritmo próximo a las 24 horas, de ahí la denominación de circadiano. ["circa" (alrededor) y "diem" (día)].

La serotonina se fabrica fundamentalmente en el intestino, también en el cerebro, a partir de un aminoácido esencial: el triptófano, explica el doctor Martín Caicoya.

"No esperábamos que Sars-Cov-2 también jugara con la serotonina, como dicen unos investigadores que estudiaron su producción intestinal en los pacientes con covid persistente", añade.

En las infecciones víricas desciende el nivel de serotonina en sangre; pasada la enfermedad, se recupera. Eso ocurre también en el covid agudo. Pero cuando el paciente que lo ha sufrido, al cabo de unas semanas, experimenta síntomas variados, es posible que se deba a que no recuperó su nivel de serotonina.