Queda impune el puñetazo en el exterior de una disco de Puigcerdà que ha tardado 18 años en juzgarse

La sentencia de la pelea ante una discoteca de Puigcerdà que tardó más de 18 años en llegar a juicio concluye que no se ha podido identificar quién hizo saltar dos dientes de un puñetazo a una de las víctimas. La disputa tuvo lugar la madrugada del 6 de diciembre de 2004 y en el banquillo de los acusados se sentaron cinco sospechosos, cuatro de un grupo y un quinto perteneciente al otro bando implicado en la pelea. La fiscalía acusaba a los cuatro primeros de un delito de lesiones y faltas de daños y lesiones. La Audiencia de Girona los ha absuelto de la agresión más grave y solo les impone multas por valor de 360 euros a cada uno por haber propinado golpes a dos personas durante la trifulca. El procesado del otro grupo también ha acabado absuelto.

La sentencia de la sección tercera de la Audiencia de Girona, de la que ha sido ponente la magistrada Fátima Ramírez Souto, expone que sobre las cinco de la madrugada del 6 de diciembre de 2004, la víctima que acabó recibiendo un puñetazo y otros dos amigos suyos estaban en un coche en el exterior de la discoteca de Puigcerdà. Cuando se disponían a marcharse con el vehículo, "interceptaron la trayectoria de un grupo de unas ocho personas", entre ellas los cuatro acusados.

Lesiones

Entonces, algún miembro del grupo dio "un golpe en el coche" para llamar la atención, haciendo que uno de los ocupantes bajara. "Una de ellas, que no ha sido identificada, y sin que conste la existencia el acuerdo previo con los demás miembros del grupo para efectuar la agresión, le propinó un puñetazo fuerte en la boca, provocándole que cayera al suelo por el estado de aturdimiento", recoge el tribunal.

Esta agresión hizo que los otros dos ocupantes también bajaran del vehículo y empezara la trifulca. La sentencia resuelve que los cuatro procesados participaron en la pelea, que terminó cuando llegaron los Mossos d'Esquadra. Otras dos personas, aparte de la víctima que perdió dos dientes, sufrieron lesiones.

La fiscalía pedía inicialmente 4 años y medio de cárcel para los cuatro acusados de un delito de lesiones con deformidad. Como el caso ha tardado tanto en juzgarse, sin que el retraso pueda atribuirse a los procesados y sin que fuera una instrucción "compleja", la acusación pública acabó pidiendo una condena de 1 año y medio para cada uno aplicando -los la atenuante muy calificada de dilaciones indebidas. También solicitaba multas de hasta 900 euros por dos faltas de lesiones y una falta de daños (por golpes a otros dos hombres y desperfectos a un coche durante el enfrentamiento).

La fiscalía solo acusaba a estos cuatro investigados pero en el banquillo de los acusados también se sentó otro procesado, que formaba parte del otro grupo, porque los demás sostenían que fue quien empezó la pelea atacándoles primero con una porra . La Audiencia le ha absuelto.

"Demora extraordinaria"

La sentencia recoge "la demora extraordinaria" que ha tenido la causa, que ha llegado a juicio "casi 19 años después". Uno de los abogados de la defensa, Samuel García-Quintas, señala que el tribunal pone el foco en que el paso del tiempo ha hecho que las identificaciones que el grupo de la víctima hicieron en el juicio no tengan suficiente "fiabilidad". Además, la Audiencia también critica que durante la "dilatada fase de la instrucción" no se hiciera reconocimiento ni fotográfico ni en rueda de los sospechosos, sobre todo teniendo en cuenta que los detuvieron la misma noche.

Por eso, y porque considera que el primer puñetazo originó la pelea y no se puede acreditar que fuera durante un ataque "común" de todos los procesados, la Audiencia los absuelve de los delitos más graves y solo los condena como autores dos faltas de lesiones por las que impone una multa de 360 euros a cada uno de los cuatro acusados. También tendrán que indemnizar con 2,692,2 euros a dos de las víctimas por las lesiones que sufrieron.

A la hora de dictar la sentencia, la Audiencia aprecia a los procesados la atenuante muy calificada de dilaciones indebidas por el tiempo que el caso ha tardado en llegar a juicio.