Investigación abierta

Los jóvenes de la pelea multitudinaria de Manresa son habituales de la zona pero no solían generar conflictos

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Pelea multitudinaria al Passeig de Manresa

Arnau Valverde

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La pelea multitudinaria que se produjo en el Paseo de Manresa el pasado 23 de septiembre y que se viralizó por una grabación publicada en las redes sociales fue protagonizada por dos grupos de jóvenes, la mayoría menores de edad, que son habituales en la zona del Paseo y que no habían generado conflictos antes, según han explicado al diario Regió7 fuentes policiales y trabajadores de comercios cercanos al punto donde tuvo lugar la batalla campal.

Las personas consultadas coinciden en que nunca habían generado problemas de consideración, aunque también están de acuerdo en que sus actitudes entre ellos o con los peatones, en algunos momentos, pueden generar incomodidad.

El jefe de la policía local de Manresa constata que hay más actitudes violentes entre los jóvenes y reclama políticas sociales más amplias

Los Mossos d'Esquadra tienen una investigación abierta por un delito de pelea tumultuaria y no informan sobre el tema, argumentando que lo harán cuando finalice el proceso de investigación. Todo indica que el origen de la pelea sería un tema trivial que inició una discusión.

El hermetismo de la policía se añade a la discreción de los trabajadores de establecimientos de la zona consultados, que prefieren no hablar demasiado. Por lo general, dicen que todo fue muy rápido y no saben cómo empezó. Cuentan que los jóvenes suelen estar en la zona de al lado de la tienda Bershka, en las sillas de la Rosita o en algún bar de este tramo del Paseo. El vigilante de seguridad de la tienda de ropa explica que todos los días hay jóvenes junto a la tienda pero que normalmente no generan problemas importantes.

Por su parte, la trabajadora de una tienda situada muy cerca da un testimonio distinto al resto. Según ella, ya habían volado mesas y sillas en otra ocasión.

Inseguridad frente a incivismo

Estos hechos han generado mayor preocupación entre el comercio de la zona. "Es evidente que hay preocupación", afirma el presidente de Manresa Comerç, Antoni Daura, quien añade que "esto no crea un clima muy adecuado para ir por la calle con tranquilidad e ir de compras". En cualquier caso, dice que no cree que se haya producido un incremento destacado en cuanto a la delincuencia, pero que sí se han concentrado muchos hechos en poco tiempo. Sobre las zonas donde más sensación de inseguridad hay, Daura explica que en la zona del Paseo hay grupos de jóvenes que no hacen nada especial pero que pueden generar esta sensación. En cuanto a robos de comercios, dice que no hay zonas concretas sino que pueden producirse en cualquier punto de la ciudad.

Para solucionar esta situación, Daura cree que es necesario convocar a la Mesa de Seguridad formada por el Ayuntamiento de Manresa, los cuerpos de seguridad y entidades de la ciudad, así como incrementar la presencia policial en determinadas zonas como método disuasivo.

Fuentes de la Policía Local de Manresa explican que, más allá de la criminalidad, que se mantiene estable, lo que ha aumentado la sensación de inseguridad es un incremento del incivismo en las calles. Personas bebidas o ruidosas, por ejemplo, o que hacen comentarios a los peatones.

El jefe del cuerpo, Miquel Martínez, subraya que es necesario distinguir entre incivismo e inseguridad, y que el incivismo es más difícil de controlar porque "la normativa no acompaña". "Nosotros hacemos todo lo que la ley nos permite hacer", asegura Martínez, que añade que a menudo los causantes del mal ambiente son personas con pocos recursos a las que las denuncias por hechos poco importantes hacen poco efecto.

Por otro lado, constata que los jóvenes están adoptando actitudes violentas con mayor facilidad que tiempo atrás, y apunta que la solución a este problema no se conseguirá sólo con medidas policiales, sino que es necesario aplicar, también, políticas sociales más amplias.

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