La fiscal jefe de Barcelona pide tiempo antes de reformar la ley de la infancia: "Esperamos a ver los frutos"

La fiscal jefe de Barcelona, Neus Pujal, ha avisado de que no se puede utilizar el Código Penal "como una manera de hacer política" y ha pedido tiempo para ver los "frutos" de la Ley Orgánica de Protección Integral en la Infancia y la Adolescencia ante la Violencia. Lo ha dicho este lunes por la tarde en la Comisión de Investigación sobre la Pederastia en la Iglesia del Parlament. Pujal ha explicado que cada reforma requiere un estudio "muy profundo" y ha asegurado que antes de hacerse efectiva es necesario que pase por un proceso de "maduración". En este sentido, la fiscal jefe ha apuntado que "a veces ha habido reformas con pifias enormes que después no se han rectificado, como la de defraudación de fluido eléctrico".

La fiscal jefe ha asegurado que la Ley Orgánica 8/2021 establece un plazo "bastante amplio" para el cómputo de la prescripción de este tipo de delitos. "Ahora esperamos a ver los frutos", ha expresado Pujal el día que el Parlament, como ha avanzado este diario, ha anunciado que impulsará una proposición de ley en el Congreso de Diputados para que los delitos graves de pederastia no prescriban.

"Sin fecha de caducidad"

Según la presidentea de la comisión, Susanna Segovia, el objetivo es que "no haya una fecha de caducidad" para esta tipología de hechos. La diputada considera que "es un buen momento para que desde el Parlament se empuje esta iniciativa" para que, cuando llegue el momento en que una víctima esté preparada para denunciar, no se encuentre con ningún impedimento.

La previsión de la comisión es registrar esta iniciativa legal antes de Navidad para poder presentarla en el Congreso lo antes posible y que sea tomada en consideración. Esta petición ha salido adelante con el apoyo del PSC, ERC, Junts, En Comú Podem y CUP. PP y Vox han votado en contra, y no han asistido a la comisión.

En la misma línea, el juez del Juzgado de Instrucción 6 de Barcelona Miguel Ángel Tabares ha dicho que, cuando se llega al juzgado, "el dolor y el mal ya está hecho". En este sentido, el magistrado ha expresado que tiene "dudas" de que el castigo pueda servir para "curar", y ha hecho extensibles estas dudas a la posibilidad de agravar las penas o ampliar los periodos de prescripción. "En estos casos, la amenaza del castigo no es suficientemente disuasoria”, ha asegurado.