Una violación múltiple perpetrada en Blanes llega a juicio 12 años después

La sección tercera de la Audiencia de Girona ha reanudado la actividad judicial después del parón de verano con un caso de agresión sexual múltiple perpetrada en Blanes en 2011. Por estos hechos solo se pudo identificar a uno de los cuatro supuestos agresores, que es quien se sienta en el banquillo de los acusados y se enfrenta a 56 años de cárcel por cuatro delitos de agresión sexual, un delito de robo con violencia y un delito de cooperador necesario de tres de los delitos de agresión sexual.

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Los hechos tuvieron lugar el 23 de diciembre de 2011. Según ha explicado la víctima durante su declaración, ese día fue con un grupo de personas a un bar de Blanes, y allí vio al procesado e interactuó con él porque este le pidió tabaco. Pese a la negativa de ella a darle, él intentó quitarle un cigarrillo. Un rato después, la víctima volvió a toparse por la calle con el mismo hombre, que iba acompañado de otro individuo. "Me preguntaron qué hacía y dónde iba, y supe que me harían algo", ha dicho.

Violación múltiple

Entonces la forzaron a entrar en un coche, donde había otros dos hombres, y condujeron durante un rato, hasta que detuvieron el vehículo de nuevo para agredir sexualmente a la víctima. Según su versión, la violaron dos de los cuatro hombres, aunque un tercero también lo intentó. También le robaron joyas que llevaba encima y sus pertenencias. "Lograron lo que querían, y suerte que me dejaron con vida", aseguró la mujer durante una larga declaración.

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Tras la agresión la dejaron en el arcén de un camino y pidió ayuda a una mujer que la llevó al hospital. El acusado ha negado los hechos, indicando que ese día estaba con un amigo en Tordera. También ha manifestado que no conocía de nada a la víctima.

Versiones contrapuestas

La víctima identificó al acusado, que sería el que tuvo su primer contacto con ella en el bar, a través de un reconocimiento fotográfico. Tras ver varias fotos reconoció "con total seguridad" al procesado. Por eso, la fiscal del caso subraya que no cabe duda de la autoría del acusado. Además, puso de relieve los informes médicos que se hicieron a la víctima el día de la agresión, donde se objetivaron lesiones físicas y vaginales. La médica que realizó el informe forense ha explicado que las lesiones son compatibles con una relación sexual.

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Sin embargo, la defensa representada por la abogada Natàlia Frigola ha recordado que la víctima declaró a los Mossos d'Esquadra hasta tres veces porque al principio su relato no era "congruente" y los agentes necesitaban más información.

En este sentido, según Frigola, durante todo el proceso de instrucción han aparecido "múltiples contradicciones" a las que debe sumarse el hecho de que los exámenes de ADN no mostraron compatibilidad con el acusado. Por otro lado, también ha puesto de manifiesto que la causa se ha alargado injustificadamente durante más de una década, con períodos de parálisis que llegaron a ser de cinco años. Por eso, en caso de condena, pide que se le reconozca al procesado una atenuante muy calificada de dilaciones indebidas.