Sucesos

Daniel Sancho ingresa en una cárcel de Tailandia tras declararse culpable de asesinato

El juez acusa de asesinato con premeditación y ocultación de pruebas al joven, que puede ser condenado a la pena capital

El acusado se reunirá este martes con su abogado

Daniel Sancho podría cumplir pena en España si no lo condenan a muerte

Daniel Sancho: última hora del asesinato cometido por el hijo de Rodolfo Sancho en Tailandia, en directo

Daniel Sancho es puesto bajo disposición judicial en Tailandia

Vídeo: EFE / EL PERIÓDICO

Adrián Foncillas

Adrián Foncillas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Daniel Sancho dormirá hoy en una cárcel tailandesa. No quedaba margen a la sorpresa tras el amontonamiento de indicios y sus sucesivas confesiones. El juez ha ordenado esta tarde la prisión preventiva por los delitos de asesinato con premeditación y ocultación de pruebas. Sancho, hijo del actor Rodolfo Sancho y nieto de Sancho Gracia, esperará en la cárcel de la isla meridional de Koh Samui el inicio del juicio. Es costumbre que se le concedan unos dos meses a la policía para finalizar sus investigaciones, pero la aparente claridad del caso y la atención mediática sugieren unos plazos bastante recortados.  

El acusado, de 29 años, se ha confesado culpable ante el tribunal que investiga el asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arteta la semana pasada en la vecina isla de Koh Pangan, aseguran fuentes judiciales citadas por Efe. El juez le aclaró, según las mismas fuentes, que las confesiones ayudan a reducir sustancialmente las penas. No es extraño que los asesinatos más brutales sean castigados con la pena de muerte en el código penal tailandés pero son habitualmente conmutadas por la cadena perpetua. 

Complicada batalla legal

Está previsto que en la mañana del martes se reúna Sancho con su nuevo abogado de un despacho de la capital, elegido por su familia, para afrontar una batalla legal que se prevé complicada. Será la únca persona a la que podrá ver durante los próximos 10 días, tiempo de aislamiento previsto por el protocolo contra el covid-19. Hasta la cárcel había llegado Sancho durante la tarde desde la comisaría de Koh Pangan, donde confesó por primera vez el asesinato y descuartizamiento del médico colombiano. “Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén. Era una jaula de cristal, pero era una jaula”, dijo.

A Sancho, antes de ingresar en prisión, le había dado tiempo de conversar con periodistas con y sin teléfono, e incluso de ser invitado a un restaurante de lujo por los policías para celebrar que “habían cerrado el caso”. No hay indicios del trato brusco policial que aceita algunas confesiones en China. 

Indicios que acorralan

En los restos humanos encontrados por recolectores en un basurero de Koh Samui el pasado jueves nació uno de los crímenes más mediáticos de Tailandia. Otra bolsa fue hallada en el mismo lugar con más restos y ropa al día siguiente. Un recibo de compra condujo a la policía hacia una tienda donde las grabaciones de seguridad descubrieron a un joven comprando un cuchillo de carnicero, guantes de látex y bolsas de plástico.

Las cámaras públicas revelaron la matrícula de su motocicleta y en la visita a la tienda que la alquilaba comprobaron los agentes que aquel joven era el mismo que un día antes había denunciado la desaparición de la víctima. Los análisis de las tuberías de su habitación dieron con restos de sangre y grasa y Sancho se derrumbó.

La reconstrucción con la policía evidenció el frenesí de aquellas horas en las que se desembarazaba del cuerpo de su víctima a pedazos. Sancho y Arrieta, que según ha trascendido se habían conocido por redes sociales, mantenían una relación desde hacía un año. Los medios locales apuntan a que el colombiano había invertido dinero en el restaurante de Daniel, que a principios de este año este quería romper y que Arrieta lo había amenazado.

Alocadas fiestas de luna llena

A pesar de ello, el presunto asesino habría pedido a la víctima que lo acompañara a Koh Pangan para disfrutar de sus fiestas de luna llena. Daniel llegó el lunes 31 de julio; el martes compró el cuchillo, las bolsas de plástico y los guantes de látex; el miércoles recogió a Edwin y ese mismo día, tras viajar en moto y comer juntos, se perdió el rastro del colombiano. De hecho, según la prensa tailandesa, Daniel fue solo, con dos amigas del hotel, a la Full Moon que, como buena parte de las islas tailandesas, ha replicado el modelo exitoso que inventó Koh Pangan de malabarismos de fuego sobre la playa, música, alcohol y desenfrenos varios.

Lo cierto es que Koh Pangan arrastra una fama inmerecida: descontadas esas dos noches al mes, la isla es un remanso pacífico, con una comunidad extranjera de nómadas digitales que le dan más al aguacate y al kale que a la ya legalizada marihuana. Cuesta encontrar en Koh Pangan al turista de borracheras y prostitutas que abunda en otras islas. En un grupo de expatriados de whatsapp se lamentaba estos días el estigma que este asesinato va a prorrogar.  

El crimen ha convulsionado a la familia del presunto culpable, situada sin remedio bajo un foco mediático. Félix Sancho, tío de Daniel, aprovechaba la presencia de la prensa esta tarde a la puerta de su casa para pedir respeto hacia la familia. "Como imaginaréis, por favor, un poco de respeto a la familia es lo que pedimos porque es muy doloroso esto", declaraba ante la prensa. Se desconoce si Rodolfo Sancho, padre de Daniel y célebre protagonista de series televisivas como 'El ministerio del tiempo' o 'Mar de plástico', está ya en Tailandia o esperará a que concluyan los diez días de aislamiento