Cinco razones para venir a conocer la original fiesta de Guerras Cántabras

Un año más, Cantabria se viste de largo para dar a conocer su historia a través de la celebración de Guerras Cántabras, un evento que quiere acercar el pasado al presente y conmemorar la Gran Guerra entre cántabros y romanos.

Esta fiesta recrea y revive los emocionantes hechos ocurridos hace más de dos mil años, conocidos por las fuentes clásicas romanas como las guerras astur-cántabras entre el 29 a.C. y el 19 a.C. En este enfrentamiento, el emperador César Augusto quiso someter y conquistar al último pueblo de Hispania que continuaba oponiéndose al dominio de Roma.

Guerras Cántabras se celebra en la localidad de Los Corrales de Buelna, una zona a 39 kilómetros de Santander enmarcada por las elevaciones montañosas de Hoces del Besaya y Hoz de Las Caldas.

Declarada fiesta de Interés Turístico Internacional, en apenas veinte ediciones Guerras Cántabras ha conseguido convertirse en una de las fiestas más importantes y originales de toda España. Cada vez es mayor el número de visitantes que aprovechan el último fin de semana de agosto y el primero de septiembre para conocer el Valle de Buelna y disfrutar de un evento que ha conseguido un reconocimiento unánime y que no ha parado de batir récords desde sus inicios.

Pero… ¿Qué es lo que hace distinta esta fiesta? En Guerras Cántabras, el trabajo y la ilusión de 1500 festeros consigue que te diviertas, te sientas parte de ella y aprendas de la historia a través de recreaciones y espectáculos sorprendentes. Aquí te dejamos cinco razones para demostrarte que Guerras Cántabras es una fiesta única.

1. Diez inolvidables días de convivencia y participación

13 tribus cántabras y 12 legiones romanas forman un campamento que se convierte en el mayor parque temático efímero sobre la historia en el norte de España.

Más de 1.500 participantes levantan de la nada este inmenso campamento para poder disfrutar durante una semana del día a día y la convivencia. Y es que este es, sin duda, el punto fuerte y de mayor valor del evento. Personas de distintas ideología, generaciones, gustos y pensamientos que consiguen ponerse de acuerdo para pasar diez días juntos compartiendo conversaciones, comidas, cenas, trabajos, risas y esfuerzos.

2. Representaciones teatralizadas de gran valor histórico

La excelencia de las representaciones teatralizadas se ha convertido en uno de los sellos de calidad de Guerras Cántabras. Horas de ensayo y preparación consiguen que el espectáculo de la historia emocione, distraiga y conmueva a todos los visitantes.

Estas representaciones, totalmente gratuitas, son independientes entre sí y están pensadas para ser disfrutadas de forma única, de tal manera que cualquier visitante puede ver uno solo y estar ante un espectáculo completo. Pero si los mismos actos se ven en continuidad, el hilo narrativo logra contar la historia de Guerras Cántabras con una secuencia lógica y de forma integral desde el punto de vista histórico.

Bajo la dirección artística de Anabel Díez y con un variado elenco de personajes, en Guerras Cántabras se cuentan las historias de los personajes más importantes, pero también las vidas heroicas de “personas normales”. De esta forma, Octavio Augusto, Agrippa, Corocotta o las diosas Minerva y Cantabria conviven y comparten protagonismo con Silenia, Drusilla, o la familia de Furio el lanista, por ejemplo.   

3. Un cuidadísimo asesoramiento histórico

El principal objetivo de esta original celebración es acercar a la ciudadanía el mundo antiguo y lograr que aumenten sus conocimientos sobre él. Por ello, el asesoramiento en materia histórica es una de las bases primordiales que estructura esta fiesta.

Y es que nada de lo que ocurre en Guerras Cántabras es porque sí, todo está cuidado hasta el último detalle. El trabajo de los arqueólogos Lino Mantecón y Javier Marcos ha hecho que esta celebración sea uno de los eventos donde más se cuidan los detalles, como el vestuario, atrezo, peinados y joyas de los protagonistas.

El ciclo de conferencias sobre la Edad de Hierro que se celebra durante las fiestas se ha convertido además en un referente en todo el país.

4. Diversión en un gigantesco juego de rol

Guerras cántabras reúne no solo a vecinos, sino a gentes llegadas de toda la región. Es un inmenso juego de rol, en el que cada uno encuentra un papel que desempeñar. Hay quienes se interesan por la cocina histórica y, durante diez días, cocinan para su tribu o legión. Hay quienes prefieren las armas y se convierten en guerreros, otros descubren la gestión de grupos y se erigen como representantes de las tribus y legiones. Hay quien baila y canta o disfruta de conversaciones al calor de las hogueras… Las posibilidades de participación son tantas como personas.

5. Hospitalidad cántabra para que te sientas como en casa

Hace veinte siglos, los cántabros entregaban a los viajeros la tessera hospitalis para que pudieran viajar seguros por todo su territorio. Hoy, la hospitalidad sigue siendo un sello de identidad cántabro. Cada año, los visitantes que acuden a este evento son recibidos con los brazos abiertos. El día del desfile por la mañana se celebra la gustatio, un original acto en el que los festeros ofrecen comida y bebida a los visitantes que se acercan al campamento.

¿Te animas a viajar en el tiempo y venir a conocer las Guerras Cántabras de primera mano? No lo pienses más y ven el 25 de agosto a la apertura de las puertas de la historia en Los Corrales de Buelna.