Seguridad vial

Trànsit y Mossos incorporan los drones para vigilar las carreteras y sancionar a infractores

Por ahora es una prueba piloto, pero la policía catalana ya está multando cuando se detecta una maniobra ilegal

Se han programado 18 salidas hasta que termine el año, cuando se decidirá si se apuesta por estas aeronaves, como ya ha hecho la DGT

En el futuro podrían incorporar un cinemómetro para cazar a los vehículos que superen el límite de velocidad

Así funciona el dron de Trànsit que controla las autopistas y sanciona a los infractores

Un agente de la unidad de Trànsit de Mossos controla las imágenes que manda en directo el dron apostado sobre la AP-7, a la altura de Martorell, este viernes. En vídeo, así funciona el dron de Trànsit. / Carlos Márquez Daniel

Carlos Márquez Daniel

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¿Pero de verdad se pueden leer las matrículas desde tan lejos? Joan, el piloto, gira la pequeña palanca que maneja el 'zoom' y la imagen se acerca y se acerca y se acerca. Hasta que, efectivamente, lo que era un coche a lo lejos pasando por encima de una línea continua es ahora una placa en la que se leen, sin margen de error, los números y las letras del infractor cazado. La Dirección General de Tráfico (DGT) empezó a probarlos en mayo de 2018 y acabó el despliegue de 39 drones en julio de 2021. El Servei Català de Trànsit (SCT) está ahora en la frase embrionaria con un aparato aéreo no tripulado que ya ha realizado cinco incursiones y tiene previstas 13 más para lo que queda de año. Además de controlar y analizar puntos conflictivos, los Mossos ya están sancionando las maniobras ilegales como el cambio de carril no reglamentario, el uso del teléfono móvil al volante o el ninguneo del cinturón de seguridad. Control policial por tierra, mar y aire.

Joan, el piloto del dron de Trànsit en pruebas, en pleno aterrizaje de la nave, este viernes

Joan, el piloto del dron de Trànsit en pruebas, en pleno aterrizaje de la nave, este viernes / Carlos Márquez Daniel

La cita es este viernes por la tarde, día de operación salida de fin de semana, en la AP-7, a la altura de Martorell, punto complicado en el que se incorporan muchos vehículos procedentes de la A-2. Las explicaciones las aporta Lourdes Puigbarraca, subdirectora general de Gestió del Trànsit. Empezaron hace tres meses y la prueba piloto se enmarca dentro del doble objetivo que persigue reducir la siniestralidad un 50% en 2030 y alcanzar la cifra de víctimas cero en 2050. La idea de recurrir tanto a la inteligencia artificial como a los drones para combatir la siniestralidad y la indisciplina en las autopistas ya se anunció en octubre de 2021 e incluso se planteó en 2018, y ha sido ahora cuando ha empezado a llevarse a la práctica en este punto y en otros en los que detectan conflictos viarios, como el encaje de la C-60 y la AP-7, punto de maridaje para los vehículos que vienen del Maresme.

¿Controles de velocidad?

Con el dron, señala Puigbarraca, se puede hacer mucho más que sancionar. Como mínimo, cuatro cosas más: "Gestión del tráfico en tiempo real, con información en directo que permite tomar decisiones más ágiles; realizar estudios de movilidad en base a las imágenes registradas; realizar predicciones sobre conductas de riesgo y sobre futuras congestiones, e informar en tiempo real y monitorizar más y mejor dispositivos especiales, como las operaciones de regreso de las vacaciones".

Pero hay "otras funcionalidades" que están en estudio, como la instalación de un cinemómetro capaz de medir la velocidad de los vehículos que circulan por una vía rápida. lo que derivaría en una multa si se supera el límite establecido en esa arteria. Eso, sin embargo, está por ver si sucederá. "Primero queremos ver qué efecto tiene este primer dron. Más adelante ya veremos si ampliamos sus funciones".

Primer plano del dron, un DJI Matrice 300

Primer plano del dron, un DJI Matrice 300 / Carlos Márquez Daniel

No hay cifra oficial, pero ya han sido unas cuantas las sanciones que han brotado de estos primeros controles con dron. Joan Salarich, director técnico de Mars Intelligence, es la persona encargada de pilotar el aparato, un DJI Matrice 300 armado con una cámara de alta resolución. Puede alejarse hasta 15 kilómetros, pero el radio de actuación legal en estos casos es de 500 metros, lo que obliga, señala la responsable de Trànsit, a "afinar mucho en la selección de los objetivos". Mientras Joan maneja el 'joystick' técnicos del SCT visualizan las imágenes y agentes de los Mossos hacen lo propio pero con los ojos centrados en posibles diabluras al volante.

De Ibai Llanos a la AP-7

En ambos casos, van indicando al piloto qué quieren ver y qué zona les interesa ampliar. Siempre, sin superar los 120 metros de altura y sin poder sobrevolar la autopista, ni que sea para pasar al otro lado. "Siempre tenemos que ir en paralelo y el mismo lado, no podemos ni cruzarla", señala Joan. Muy distinto fue el trabajo que este experto realizó para vigilar el perímetro de La Gran Velada del Año, el encuentro de 'streamers' organizado por Ibai Llanos y celebrado hace un par de semanas. Podría habría contratado una avioneta o un helicóptero, porque por dinero no será, pero lo cierto es que la calidad de la imagen del dron, y Trànsit lo confirma, es "muy superior".

Joan y un agente de Mossos visualizan las imágenes en el mando del dron que en este momento sobrevuela el acceso a la AP-7 a la altura de Martorell

Joan y un agente de Mossos visualizan las imágenes en el mando del dron que en este momento sobrevuela el acceso a la AP-7 a la altura de Martorell / Carlos Márquez Daniel

En el futuro, si la cosa cuaja y se lleva a cabo una compra de drones o se externaliza el trabajo a través de un concurso público, en cada operativo se grabarán y almacenarán todas las imágenes. Por ahora no queda registro porque esto es una prueba piloto con una sola nave, pero esto no evita la sanción. Las personas ya multadas no recibirán foto alguna de su indisciplina, señala Puigbarraca, pero es "como si te pararan en la carretera porque han visto algo ilegal con sus propios ojos". Podría recurrirse la dolorosa, pero los cuerpos policiales tienen algo que el resto de mortales no tienen: el principio de veracidad. Es decir, si es su palabra contra la de cualquier civil, gana el uniforme. Si media la imagen de un dron de por medio, ya hablamos de goleada.