Violencia sexual

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Detienen a un "groomer" en Gijón

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Guillem Sánchez

Guillem Sánchez

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La Policía Nacionalarrestó recientemente a un joven de 23 años de Mataró por violar a un menor de 14 años en Almería. El sospechoso había contactado con la víctima a través de un videojuego y, fingiendo que era un niño de su edad, lo convenció para que le mandara fotografías de carácter sexual. Finalmente, lo engatusó para que aceptara un encuentro sexual en su ciudad.

De aquella agresión sexual los agentes de Almería tuvieron constancia, un tiempo después, a través de una investigación en la que afloró un intercambio de archivos pedófilos. El agresor había compartido imágenes de aquella violación. Tirando de ese hilo, subrayan fuentes policiales a este diario, los agentes pudieron localizar a la víctima y, a continuación, dar con el agresor, en Mataró.

Patrón de actuación

La Policía Nacional lo arrestó en su domicilio por estos hechos -la edad mínima para consentir una relación sexual es a partir de los 16 años en España-. Además, para mantener aquel encuentro en Almería, el sospechoso había coaccionado al menor, aclaran fuentes policiales. Tras la detención, los investigadores revisaron ordenadores y teléfonos del sospechoso. En el interior de esos dispositivos, los policías encontraron evidencias de que no era la primera vez que actuaba así y, revisando las imágenes, han podido dar con otras cinco víctimas del mismo pederasta, todas menores y residentes en Catalunya, que habían caído en su red y no habían denunciado los hechos.

La forma de actuar, según detalla la policía en un comunicado, era siempre la misma: el agresor se ganaba su confianza contactándolos en redes sociales, simulaba ser un menor de la misma edad que la víctima y comenzaba a engañarlos hasta convencerlos de que le mandaran fotografías de carácter sexual. "También los corrompía ofreciéndoles videojuegos 'online' para lograr que atendieran a sus peticiones", subrayan fuentes policiales.

En estos casos resulta muy difícil romper el círculo vicioso que arranca para las víctimas, dado que el 'groomer' -nombre que reciben en inglés este tipo de agresores sexuales- acostumbra a usar las primeras imágenes para coaccionar a los niños, amenazándolos con hacerlas públicas si no envían más y, cada vez, más explícitas.

'Grooming'

El 'grooming', recuerda en el citado counicado la policía, se produce cuando un adulto se hace pasar por un menor en internet para ganarse poco a poco la confianza de un niño o adolescente al que termina acosando o chantajeando con fines sexuales. Los cuerpos de seguridad recuerdan la importancia de concienciar a los menores sobre los riesgos y peligros existentes en la red, así como la forma de prevenirlos y la necesidad de denunciar en caso de ser víctima de un delito de este tipo.

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