Educación en Catalunya

El fenómeno 'Eufòria' dispara el interés de las familias por las escuelas de música

El fenómeno 'Eufòria': conciertos que refuerzan los vínculos entre madres, padres e hijos

'Eufòria' (TV-3): las claves de la gran adicción de niños y adolescentes

Alumnos de la escuela de artes escénicas Èxit, durante un ensayo.

Alumnos de la escuela de artes escénicas Èxit, durante un ensayo. / Laura Guerrero

Jordi Rovira

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La música está de moda entre los niños y niñas catalanes. Y la culpa la tiene 'Eufòria'. El Palau Sant Jordi se llenará este domingo, por partida doble, de seguidores de este programa de TV-3 que en un par de años se ha convertido en un fenómeno de masas, sobre todo entre los más pequeños. "Los niños se han apoderado del mando a distancia", resumió gráficamente Cristian Trepat, jefe de Programas de Entretenimiento y Actualidad de TV-3, a finales de la primera edición. 

Profesores de música admiten que el programa de TV-3 ha popularizado la música entre los más pequeños, pero advierten del peligro de banalización

"Las audiencias de 'Eufòria' entre niños y jóvenes no se pueden comparar con ningún otro programa", explica Marta Narberhaus, periodista y profesora de la Universidad Internacional de Catalunya (UIC), que ha dirigido un estudio sobre el éxito de este 'talent show', inicialmente pensado para adolescentes y que, ante la sorpresa de sus impulsores, empezó a ser consumido por gran cantidad de niños. Prueba de ello es que la gala final de la segunda edición del 9 de junio consiguió un 26,2% de cuota de pantalla, a más de quince puntos de la segunda opción. Y si entre los espectadores de entre trece y veinticuatro años incluso era más –un 28%–, entre los de cuatro y doce años consiguió un 49%. Unos datos que han notado en vivo y en directo las escuelas y academias de música

"Lo hemos notado muchísimo. Ha crecido el número de alumnos de clases de canto"

"Lo hemos notado muchísimo", asegura Laura Ventura, directora de Èxit, una escuela de artes escénicas de Barcelona. "Ahora los padres ven la música con mejores ojos", apunta, desde Valls, Jaume Martínez, profesor de canto y director de la academia de música Pentagrama. "Ha crecido el número de alumnos de clase de canto. Está pasando desde hace unos años, pero 'Eufòria' lo está consolidando", añade Jordi Artigas, pedagogo y director de Musicàrea Escola de Música, de Vilanova i la Geltrú.

Campus de verano

"Hay otros programas musicales como 'OT', 'La Voz' o 'Tu cara me suena', pero no han tenido ninguna repercusión en nuestra escuela", subraya Ventura. Con 'Eufòria' es diferente, asegura. Por eso en su centro el pasado año ya incorporaron en el casal artístico de verano una actividad relacionada con el programa musical. Y triunfa. "Todo el mundo la pide". El éxito del 'talent show' entre los niños es tal que incluso este año TV-3 ha organizado Eufòria Campus, unas colonias para los fans del programa.

"La educación musical no es cantar y triunfar", advierte Llorenç Domènech

"Estos programas tienen un aspecto positivo, como es la difusión del hecho musical entre los niños y los jóvenes", afirma Llorenç Domènech, director de la Escola de Música Creu Alta de Sabadell y presidente de Escoles de Música d’Iniciativa Privada de Catalunya (EMIPAC). Sin embargo, añade, la parte negativa es la banalización. "Ya ocurría con programas como 'OT' o 'La Voz', donde ves a gente que canta y triunfa. Y la educación musical no es esto. En las escuelas de música nos llegan personas, sobre todo chicas de entre 15 y 20 años, que quieren aprender a cantar sin una formación musical mínima. Y a este tipo de alumnado se le tiene que reconducir". 

Domènech también asegura que muchos padres van a las academias con sus hijos pequeños, de seis o siete años, porque quieren que canten. "Esto es una barbaridad. Hasta la pubertad no se puede hacer un trabajo serio con la voz", explica. "La gente queda deslumbrada por este tipo de programas, y lo que se les tiene que explicar a los padres es que la música va más allá del hecho de cantar, así como las ventajas que aporta", añade.

Aprender a tocar un instrumento implica disciplina y constancia y ello favorece un buen rendimiento escolar

Y una de estas ventajas es el rendimiento escolar. "Normalmente, un alumno de música tiene un buen rendimiento escolar, porque aprender a tocar un instrumento implica disciplina, constancia", afirma Dòmenech, que lo ejemplifica con el caso de Ramon Bernadas, uno de los dos estudiantes catalanes que el pasado año sacó un 10 en la selectividad, alumno de la academia que dirige.

Y hay otras ventajas. "Hay niños que no son capaces de expresarse a nivel oral, pero se sienten más seguros con la música, ya sea cantando o bailando. Porque la música se vincula con una área del cerebro que no es racional y que conecta con la emoción", abunda Ventura. 

Salir del reggaeton

Además, según Artigas, 'Eufòria' permite "salir del reggaetón y otras cosas por el estilo". "Las canciones del programa a veces no son televisivas o comerciales, sino que son piezas de otras épocas a las cuales les han quitado el polvo", coincide Ventura, que se sorprendió cuando algunos alumnos suyos tarareaban 'Remena nena', canción que en los años 70 popularizó Guillermina Motta.

Porque el repertorio del programa incluye canciones en castellano e inglés, pero, también en catalán. "Han potenciado la canción en catalán, y esto engancha a muchas familias", asegura Ventura. "Gracias al programa, el catalán se ha puesto al día entre un público infantil y juvenil que todos los impactos que tiene suelen ser en castellano o inglés", destaca Laura Pinyol, consejera secretaria del Consell de l'Audiovisual de Catalunya (CAC) y responsable del programa EduCAC, que promueve la educación mediática. 

Otro aspecto que los niños han aprendido de 'Eufòria' es la diversidad sexual –varios concursantes se han declarado abiertamente homosexuales e incluso uno era transexual–. También a ver a cantantes con cuerpos no normativos. Por no hablar de cuando Sofia, concursante de la segunda edición, cantó, por decisión propia, con un vestido transparente que permitía ver sus pechos. "El programa ha normalizado todo esto y ha permitido que se vean diferentes maneras de estar en el escenario", destaca Ventura. "'Eufòria' es un soplo de aire fresco que permite abordar con normalidad una serie de debates que tenemos como sociedad", añade Pinyol, que también preside la Mesa para la Diversidad en el Audiovisual. "En este aspecto, TV-3 está educando. Han hecho más visible un colectivo y una realidad”, afirma Martínez. "Han acertado en hacer comprender que todo el mundo puede cantar", concluye Artigas. 

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