Tribunales

El Supremo anula la condena que mantuvo preso a un hombre durante 15 años por violaciones que no cometió

La Audiencia impuso 24 años de prisión al acusado por dos delitos y dos faltas de lesiones

Archivo - El edificio del Tribunal Supremo.

Archivo - El edificio del Tribunal Supremo. / Alberto Ortega - Europa Press - Archivo

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Treinta años ha tardado la justicia en

reconocer formalmente el error cometido con Ahmed Tommouh

i en una sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona que le mantuvo 15 años en prisión por unos delitos que no había cometido. El albañil marroquí fue condenado en 1992 por dos

agresiones sexuales

que en realidad había consumado un violador de la ciudad condal con el que compartía un inusual parecido físico.

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha anulado la setencia que le condenó a 24 años de cárcel por dos dos delitos de violación y dos faltas de lesiones, al valorar unos informes que determinaban que el semen encontrado en la ropa de una de las víctimas no era suyo. A juicio del alto tribunal, "no tiene sentido mantener la vigencia y validez de la sentencia en aras del principio de seguridad jurídica cuando es tan evidente que se hace en detrimento de la justicia material." 

El pasado mes de enero, y en contra del criterio de a Fiscalía, los magistrados del Supremo permitieron a la defensa presentar el recurso de revisión dado los "elementos de prueba y nuevos hechos" presentados por el condenado. Entre las pruebas aportadas por la defensa figuraba un informe que no se tomó en consideración en el juicio, relativo a los restos de semen en la ropa de la vícitma.

No declararon los peritos

El informe fue analizado en 1992 por la Policía Científica de Barcelona, pero que "nunca" llegó a conocimiento del tribunal porque los peritos no acudieron a declarar "pese a ser una prueba admitida". Desde la defensa han insistido en que dicho informe se evidencia que el resto de semen recuperado "no se corresponde" con Tommouhi.

En la lista de pruebas también figuraba la testifical de los peritos, así como la declaración de la víctima --cuyo testimonio fue "la única prueba tomada en consideración la Audiencia Provincial" de Barcelona para la condena-- y que posteriormente reconoció en una entrevista "su equivocación al momento de identificar" a Tommouhi.

En la sentencia dictada sobre este asunto, de la que ha sido ponente el magistrado Juan Ramón Berdugo, se hace constar que el informe, "nunca llegó a conocimiento del tribunal" pese a tratarse de una prueba obrante en el procedimiento. Según el Supremo, la Audiencia de Barcelona debería haber accedido a la suspensión del juicio solicitada por la defensa para volver a citarlos.

Otros hechos nuevos

La defensa también señaló la existencia de otros indicios nuevos que exculpaban a su patrocinado, como la existencia de otros procedimientos judiciales condenando a otra persona con rasgos físicos semejantes a los del señor Tommouhi, la coincidencia del perfil genético de esta persona con el hallado en otras violaciones, y los datos de un vehículo que se usó para cometer uno de los delitos cuando el albañil se encontraba en prisión.

Los problemas para el recurrente empezaron en 1991 cuando se produjeron varias violaciones en las provincias de Barcelona y Tarragona. Él y su compatriota Abderrazak M. fueron encarcelados. Sin embargo, un informe de la Guardia Civil de 1993 aseguraba que no existían indicios de que ambos hombres se conocieran.

A Tommouhi le acusaban en un principio de 17 delitos, pero lo acabaron condenando a más de 100 años de cárcel por cuatro violaciones y un robo. Sin embargo, las únicas pruebas contra él fueron los supuestos "reconocimientos" por parte de las víctimas. Abderrazak M., que también sostuvo siempre su inocencia y no aceptó una indemnización de 18 millones de pesetas por parte del Estado tras la anulación de su sentencia por parte del TS, murió de un infarto en la cárcel en el año 2000, informa Europa Press.

En 1995 la Policía detuvo a otro hombre, Antonio G.C., muy parecido físicamente a Tommouhi, por varias violaciones muy similares a las de 1991. Además, la Guardia Civil pudo demostrar que una de las cuatro violaciones que se imputaban a Tommouhi fue cometida por Antonio G.C., gracias a las pruebas del ADN. Sin embargo, de las otras tres violaciones no se conservaban tejidos o restos biológicos analizables, por lo que a Tommouhi todavía le imputaban tres agresiones sexuales.

Finalmente, estuvo 15 años en la cárcel a la espera de un indulto que nunca llegó, que el Tribunal Supremo había recomendado y que el fiscal jefe de Cataluña, José María Mena, había solicitado en 1999. Ni el Ejecutivo del

PP

ni el del

PSOE

se atrevieron a concederlo a un condenado por cuatro violaciones, aunque los socialistas lo habían reclamado cuando estaban en la oposición.