Charcas y humedales

El Govern se plantea ahora salvar la Bassa de Llinars

Tras una semana de acampada vecinal, Acció Climàtica, que hasta ahora no daba valor ambiental al espacio, parará las obras

Barcelona 21/04/2023 Sociedad Vecinos luchan para salvar la bassa de Llinars. AUTOR: JORDI OTIX

Barcelona 21/04/2023 Sociedad Vecinos luchan para salvar la bassa de Llinars. AUTOR: JORDI OTIX / Jordi Otix

Guillem Costa

Guillem Costa

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La lucha ecologista persiste en Llinars del Vallès. El ambiente festivo y de celebración inundó este viernes los alrededores de la charca en disputa, después de que el Govern se haya planteado defender esta zona húmeda. El lunes de esta semana empezó una acampada para defender la charca de Can Tàpies, que ya se ha erigido en un símbolo con su nueva denominación: la Bassa de Llinars.

Es un espacio que se formó de manera natural, después de que la explotación minera que había en la zona quedara abandonada. El hueco se cubrió con agua freática y plantas y pájaros proliferaron.

Barcelona 21/04/2023 Sociedad Vecinos luchan para salvar la bassa de Llinars. AUTOR: JORDI OTIX

Barcelona 21/04/2023 Sociedad Vecinos luchan para salvar la bassa de Llinars. AUTOR: JORDI OTIX / Jordi Otix

Semanas atrás, la propiedad del terreno empezó a llenar de tierra el estanque para secarlo y hacer desaparecer la charca. "Un sinsentido, en plena sequía", opinan vecinos que merodeaban por la charca esta semana. Los implicados en la lucha para salvar la charca, argumentan por qué la empresa pretende eliminar la Bassa de Llinars: "Quieren recuperar la fianza que se invirtió antes de montar el negocio minero", explica Laia Vidal, activista del mismo colectivo. Por este motivo, los ecologistas pidieron a la Generalitat que lo impidiera y que añadiera la Bassa de Llinars al inventario de zonas húmedas.

La respuesta del Departament d'Acció Climàtica fue negativa. Entonces, las entidades implicadas optaron por tomar cartas en el asunto y montaron la acampada (todavía en marcha) para frenar ellos mismos las obras. Y lo consiguieron.

Pero el Govern mantuvo su discurso: explicó que la charca es artificial, consecuencia de una actividad extractiva anterior y que no tenía interés ni beneficio para la biodiversidad. Fuentes del Departament consultadas por EL PERIÓDICO, detallaron el miércoles de esta semana que el último informe encargado constataba que no tenía valores suficientes para su preservación.

Un camión llena de arena la charca de Llinars.

Un camión llena de arena la charca de Llinars. / Boi Ramoneda

Cambio de opinión

Sin embargo, tras la presión de los ecologistas, que este viernes se manifestaron en Barcelona delante de la 'conselleria', el Govern ha cambiado radicalmente de opinión en pocas horas. Ahora, las mismas fuentes aseguran que se ha decidido parar los trabajos de la empresa que llenaba de tierra con sus camiones. La Generalitat encargará nuevos informes que permitan reevaluar la situación y si es necesario, se modificará el uso del espacio para que la Bassa de Llinars se conserve.

Esto mismo, es lo que les contó el director de Polítiques Ambientals, Marc Vilahur, a los manifestantes. Aun así, Vilahur remarcó que tienen que ser el ayuntamiento (en manos de ERC) y el propietario de los terrenos quienes decidan qué hacer con el espacio. Su departamento se limitará a rehacer la valoración ambiental que hasta ahora no era óptima.

La plataforma en defensa del espacio ya tiene hecho su propio informe, elaborado por miembros de la fundación Emys, Rivus o el Museu de Ciències Naturals de Granollers, y lo ha entregado a los responsables de la 'conselleria'. En el documento, se acredita el "indiscutible valor ecológico" de la charca y se enumeran las especies de animal que se han avistado en la zona: el escaso mochuelo, el autillo, la oropéndola, el zampullín común o el chorlitejo chico. El texto habla de la Bassa de Llinars como "un 'hotspot' local en biodiversidad en riesgo", pero con margen para la restitución.

En los próximos días, a principios de mayo y con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina, habrá una reunión a tres bandas entre Generalitat, ayuntamiento y la propiedad del terreno. Mientras esperan una decisión final, los ecologistas celebran la victoria parcial.

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