Día Mundial

El cáncer en Europa: una enfermedad plagada de desigualdades

MULTIMEDIA | Sara García Alonso, la astronauta que lucha contra el cáncer

Aunque la tasa de mortalidad se ha reducido, el gasto en prevención sigue siendo limitado y los planes de cribado muy desiguales entre los Veintisiete

El cáncer en Europa

El cáncer en Europa

Silvia Martinez

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El cáncer tiene muchas caras en la Unión Europea, tantas como Estados miembros tiene el club. La situación no es homogénea y persisten grandes desigualdades en las tasas de mortalidad, tanto entre los Veintisiete como dentro de ellos y tanto entre los hombres como entre las mujeres. Algo que los expertos achacan, en parte, a la diferente exposición a factores de riesgo como el tabaquismo, la obesidad, el consumo nocivo de alcohol o la contaminación atmosférica, la diferente capacidad de los sistemas sanitarios para proporcionar un acceso oportuno y gratuito al diagnóstico precoz y a una atención y un tratamiento del cáncer de alta calidad. 

Aun así, los datos actualizados esta semana por la Comisión Europea permiten sacar algunas conclusiones. La enfermedad sigue retrocediendo en la UE, según los últimos datos de la Comisión y la OCDE. Entre 2011 y 2019, la tasa de mortalidad se redujo el 10% entre los hombres y el 5% entre las mujeres.

Entre los países con más muertes por cáncer se encuentran Hungría, Croacia, Eslovaquia, Letonia, Eslovenia y Polonia. Mientras tanto, entre los cinco países con una menor tasa de mortalidad se sitúan Chipre, Malta, Finlandia, Suecia, España y Luxemburgo. En el caso español, por ejemplo, entre 2011 y 2019 habría caído el 14% en hombres y el 7% entre las mujeres, un retroceso mayor que el cosechado a nivel europeo.

Aun así, el cáncer sigue siendo la segunda causa de fallecimiento más frecuente en Europa -representa el 26% de todas las muertes-. El de pulmón es con diferencia el más común. Y, aunque la inversión en prevención continúa aumentando -en 2018 los gobiernos destinaron 170.000 millones a la atención oncológica o unos 326 euros per cápita al año-, solo representa el 3,4% del gasto total en sanidad. Unos esfuerzos que también esconden enormes disparidades. Mientras Luxemburgo o Italia dedican más del 5% a prevenir la enfermedad (y más del 4% Estonia, Hungría y Finlandia), en países como Eslovaquia apenas roza el 1% y en Chipre, Grecia o Rumanía no llega al 2%.

Detección precoz

Además, aunque el cribado es clave para mejorar la detección precoz, la cobertura de los mismos difiere mucho entre los Estados miembros: del 6% al 90% en el caso del cáncer de mama, y del 25% y el 80% en el caso del cáncer de cuello de útero. Un ejemplo de la falta de cribado es Bulgaria, que no dispone de ningún programa nacional de prevención y detección precoz ni para el cáncer de mama, de útero ni colorrectal.

Aun así, el país tiene una de las menores incidencias de cáncer de toda la UE y la mortalidad se sitúa por debajo de la media -aunque es el único lugar donde se ha registrado una tendencia al alza tanto en mujeres como en hombres durante los últimos diez años-, lo que los expertos achacan a los niveles elevados de infradiagnósticos. Otro país donde la detección precoz brilla por su ausencia es Rumanía, donde solo el 9% de las mujeres de entre 50 y 69 años se ha realizado una mamografía en los últimos dos años, el porcentaje más bajo de toda la UE.  

Brechas "inaceptables"

“Entre países e incluso dentro de un mismo territorio, las tasas de mortalidad, los factores de riesgo y el acceso a la atención sanitaria varían enormemente en función de la situación socioeconómica, el sexo o la edad. Las personas con menor nivel educativo e ingresos más bajos son las más afectadas, y el acceso a la asistencia es más limitado en las zonas remotas”, resume la comisaria de sanidad, Stella Kyriakides, que considera “inaceptables” las desigualdades y el hecho de que los factores de riesgo tienden a ser más frecuentes entre los grupos de bajos ingresos y bajo nivel educativo, particularmente entre los hombres. 

Tras el plan de lucha contra el cáncer diseñado por la Comisión Europea, y la recomendación de ampliar el cribado de cáncer de mama, cuello de útero y colorrectal al 90% de la población europea y de cubrir también el cáncer de pulmón, próstata y gástrico en determinadas situaciones, la intención de Bruselas es seguir presentando acciones e iniciativas, particularmente en el ámbito de la prevención. Por ejemplo, después del verano, el Ejecutivo comunitario presentará una recomendación sobre vacunación contra cánceres prevenibles y nuevas medidas para impulsar entornos libres de tabaco.