Investigación en marcha

Una vecina de Molins rescata a una mujer atacada por un ciclista en Collserola a punta de cuchillo

Los Mossos investigan dos agresiones a dos mujeres en la tarde del 23 de diciembre cometidas por un hombre que iba en bicicleta

Camino de tierra donde una mujer que salía a correr salvó de una agresion sexual a otra en Molins de Rei.

Camino de tierra donde una mujer que salía a correr salvó de una agresion sexual a otra en Molins de Rei. / ZOWY VOETEN

Guillem Sánchez

Guillem Sánchez

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Los Mossos d’Esquadra investigan dos agresiones a dos mujeres en Molins de Rei (Baix Llobregat) cometidas por un ciclista el pasado viernes 23 de diciembre. Los dos ataques sucedieron con menos de una hora de diferencia y en dos puntos de las afueras del municipio, en la falda de Collserola, que distan solo un par de kilómetros. La Guardia Urbana de Molins de Rei ya ha identificado a un sospechoso.

La primera agresión ocurrió en un lugar conocido como 'La Rierada'. La primera víctima estaba paseando a su perro cuando se cruzó con el ciclista investigado, que, al verla, detuvo su marcha y la esperó en una zona con pendiente. Era un hombre de unos 50 años, delgado, menudo, moreno de piel y algo demacrado. Parecía estar arreglando el manillar de la bicicleta. "Yo llevaba los auriculares puestos porque estaba hablando con mi hermano y, al pasar junto a él, oí que me decía algo", explica esta primera víctima en una conversación telefónica con este diario.

La mujer se acercó para ver qué quería y entonces oyó con claridad qué le preguntaba el extraño: "¿Quieres follar?". "Le respondí que no y él insistió: 'Sí, si que quieres follar'. E hizo el gesto de dar la vuelta con la bicicleta para venir hacia mí", relata. "Me asusté mucho y comencé a correr". "Le pedí a mi hermano que no me colgara y seguí corriendo sin darme la vuelta por miedo a que me atrapara y sin saber si mi perro me estaba siguiendo o podía extraviarse", asegura. La mujer, por fortuna, encontró a un grupo de vecinos que paseaban, se refugió entre ellos, recuperó a su perro y avisó a la Guardia Urbana de Molins de Rei.

La segunda agresión

Una vecina de Molins salió a las cinco de la tarde del viernes pasado a correr por el camino que rodea 'El Terral', un circuito de motocross. Al adentrarse en la zona boscosa, oyó los gritos de una mujer. "Imaginaba que sería alguien que estaría gritando a su perro para evitar una pelea", explica, mientras acompaña a este diario por el lugar donde sucedieron los hechos, un sendero que trepa hacia Collserola.

La vecina, que pide que su nombre se mantenga anónima y acepta una fotografía en la que tampoco aparezca su rostro, explica que siguió corriendo, cada vez más inquieta porque los chillidos no cesaban, hasta que tomó una última curva y finalmente vio quién gritaba: era una mujer que estaba en el suelo y que tenía a un hombre agazapado sobre ella, agarrándola por el cabello. Junto a ambos, recostada, había una bicicleta. La vecina se acercó a la mujer retenida y, sin dirigirse a él, le preguntó cómo estaba y la cogió por la espalda para separarlos. "Pero ella, desesperada, dijo: 'No me deja, no me deja'. Me di cuenta de que estaba sujetando una mano de él que empuñaba un cuchillo". La vecina dio unos pasos hacia atrás, espantada.

"Nunca sabes cómo vas a reaccionar ante una situación así", admite. "A mí lo que se me ocurrió fue sacar el teléfono móvil, mostrárselo y gritarle que se marchara o llamaría a la policía". Funcionó. El hombre reaccionó y le rogó que no llamara. "Pues suéltala", insistió la vecina. Y el hombre la soltó. La mujer, vecina de Barcelona de menos de 30 años que aquella tarde había salido a pasear por Collserola, se reincorporó y se reunió junto a la vecina, que seguía empuñando el móvil. El agresor levantó su bicicleta, de color azul, agarró la mochila de la víctima ignorando los gritos de las dos mujeres que le pedían que la dejara en el suelo, y escapó.

El otro ciclista

A los pocos segundos, en dirección contraria, llegó un ciclista, un vecino de Molins de Rei al que la mujer conocía y que participa habitualmente en competiciones de BTT. "Le pedí que fuera tras él para recuperar la mochila de la chica", dice la vecina, arrepentida en parte porque en ese momento no calibró que quizá lo exponía a un riesgo innecesario. Tras cerciorarse de que se encontraban bien, el deportista salió tras el agresor. Lo interceptó enseguida y le pidió que devolviera la mochila a la joven. El agresor sacó de nuevo su cuchillo, de mango de madera y hoja de sierra, pero accedió finalmente a devolver la mochila a cambio de 10 euros.

Minutos después, las dos mujeres, todavía en estado de 'shock' y sin saber si pretendía violarla o tan solo quedarse con su mochila, entraron de nuevo en Molins y enseguida se toparon con una patrulla de la Guardia Urbana activada por la denuncia de la primera mujer. Informaron a los agentes de lo ocurrido, que aclararon que su descripción coincidía con la de la primera víctima y que debía de tratarse del mismo individuo.

Identificado

Ambos sucesos corrieron por los grupos vecinales de Molins. El martes 27 de diciembre un ciclista se dio por aludido y se presentó en la comisaría de la Guardia Urbana de Molins para negar unos hechos por los que nadie le había acusado formalmente. Los agentes lo identificaron y enviaron toda la información a los Mossos d’Esquadra. La unidad de investigación de Sant Feliu de Llobregat ha citado a las dos mujeres para tomarles declaración y buscar al sospechoso, si las víctimas lo reconocen como autor de las dos agresiones.

Fuentes del Ayuntamiento de Molins aseguran que desplegaron un dispositivo el día de los hechos pero remarcan que el caso pertenece a los Mossos. Fuentes de la policía catalana matizan que consta una tercer agresión, de características similares, perpetrada el 12 de diciembre cerca de 'La Rierada' por un ciclista que chocó contra una mujer que corría junto al río aunque, desde el consistorio, se desvincula este episodio de los dos que sucedieron el día 23.

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