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¿Quién es Miguel Ricart? Del banquillo de Alcàsser a un narcopiso de Barcelona

Fue condenado a 170 años de prisión por el triple crimen de los que solo cumplió 20

Miguel Ricart.

Miguel Ricart. / laSexta

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Miguel Ricart Tárrega (Catarroja, 1969), también conocido como 'el Rubio, es el único condenado por el triple crimen de las niñas de Alcàsser. Junto con Antonio Anglés, en busca y captura desde hace casi tres décadas, Ricart secuestró, torturó, violó y asesinó en 1992 a Miriam García, a Desirée Hernández y a Toñi Gómez, tres adolescentes de 14 y 15 años que desaparecieron cuando hacían autoestop en el municipio valenciano. Tras permanecer 20 años en la cárcel y luego peregrinar por Francia y Madrid, Ricart ha sido hoy detenido en un narcopiso de Barcelona.

Autoinculpado del crimen de Alcàsser en un primer momento para luego desdecirse, el 12 de mayo de 1997 comenzó el juicio contra Miguel Ricart, ebanista de profesión y buscavidas, consumidor habitual por entonces de heroína y con un perfil psiquiátrico que, según se dijo en el juicio, rayaba la psicopatía. Es huérfano de madre y, en su momento, aseguró que su padre era un tipo alcoholizado y maltratador habitual.

Doctrina Parot

Tras casi cuatro meses, 49 vistas judiciales y la comparecencia de un centenar de testigos, el 5 de septiembre de aquel 1997 la Audiencia Provincia lo condenó a 170 años de prisión por el rapto, violación y asesinato de las tres menores. Un episodio feroz en el que hurgaron con saña las televisiones, que convirtieron el pueblo en un gran y despiadado plató, y cuya crónica amarillista y negra propagó el terror sexual en la generación de adolescentes que se hicieron adultas en la década de los 90.

Cabe recordar que, a pesar de la enorme condena, Ricart permaneció un total de 20 años, diez meses y dos días en prisión, los últimos en el centro penitenciario de máxima seguridad de Herrera de la Mancha, en Ciudad Real. Antes pasó por Picassent, Castelló, Zuera (Zaragoza) y A Lama (Pontevedra). La anulación de la doctrina Parot por parte del Tribunal Superior de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo aceleró su excarcelación. En el año 2013, Ricart quedó en libertad.

Narcobloque en Madrid

Nada más salir de la cárcel, viajó a Madrid en tren, donde permaneció varias semanas. Después se marchó a Linares, en Jaén, y en menos de 14 días se traslado a Córdoba. Tras esta localidad, pasó por Valencia, Girona y terminó en Francia. Allí se le perdió la pista hasta que el año pasado fue identificado por la policía en un narcobloque del distrito madrileño de Carabanchel, en una zona conflictiva y frecuentada por pequeños traficantes y personas toxicómanas.

Respecto a Antonio Anglès, con el que Ricart había convivido y en paradero desconocido desde 1993, las autoridades siguen buscando pistas para tratar de localizarle. Permanece activada una alerta policial europea y persiste la petición de colaboración ciudadana.