Sentencia pionera en España

El TSJC obliga a la Generalitat a aprobar planes contra el ozono troposférico

Da la razón parcialmente a los ecologistas y señala que las medidas para reducir la contaminación no han sido eficaces

Es la primera vez que un tribunal del Estado manifiesta la insuficiencia de los planes de mejora de la calidad del aire

tráfico contaminación

tráfico contaminación / RICARD CUGAT

ACN

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El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha condenado a la Generalitat a elaborar, aprobar y publicar, lo antes posible, planes de mejora de la calidad del aire para reducir la contaminación por ozono en 12 de las 15 zonas de Catalunya. Las zonas afectadas son el área de Barcelona, Vallès-Baix Llobregat, Penedès-Garraf, Camp de Tarragona, Plana de Vic, Comarcas de Girona, Empordà, Alt Llobregat, Pirineo Oriental, Prepirineo, Terres de Ponent y Terres de l´Ebre.

La sentencia, resultado de una demanda de Ecologistas en Acció de Catalunya, va más allá de las sentencias de Castilla y León de 2018, confirmada por el Tribunal Supremo en 2020, y de Navarra en 2021, y tendrá consecuencias para la docena de comunidades autónomas que siguen incumpliendo la normativa de calidad del aire, en relación al ozono, según la entidad.

En opinión de Ecologistas en Acción, el pronunciamiento del TSJC es de gran importancia porque es la primera vez que un tribunal del Estado manifiesta la insuficiencia de los planes de mejora de la calidad del aire aprobados por la administración, en ese caso la catalana. Anteriormente, en 2022 el Tribunal Superior de Justicia de Madrid se limitó a constatar la existencia del plan de calidad del aire, "sin entrar en la bondad jurídica de sus disposiciones".

Superados los valores legales

A partir de los informes de la propia Generalitat, el tribunal considera acreditado que desde los años 2012-2014 se superan sistemáticamente los valores objetivo para la protección de la salud y de la vegetación establecidos por la normativa, por lo que "existe la certeza de que las actuaciones administrativas desarrolladas hasta ahora no han sido suficientes, y ello porque los Planes de Mejora que se han elaborado no han mostrado más que una tendencia hacia un leve descenso del contaminante señalado, que no es destacable en términos de eficacia”.

"Es indiferente que el ozono sea de carácter primario o secundario, o que éste se origine en parte a consecuencia de actividades industriales humanas o por la mezcla/combustión con otros contaminantes, cuando está en juego la vida y salud de las personas, los cultivos y la propia atmósfera para el disfrute de las futuras generaciones, puesto que lo que hace falta es actuar en consecuencia, y no intentar escudarse en este tipo de argumentaciones que no son de recibo", subraya el tribunal.

Para el TSJC, "cada administración puede combatir el contaminante con planes individuales de mejora de calidad del aire o con planes de mejora que luchen contra varios contaminantes, pero lo que no se puede permitir es que esta argumentación sea suficiente para seguir sin actividad reglamentaria de ninguna clase, dado que han fallado todas las medidas adoptadas para restablecer el medio ambiente adecuado", con cita expresa a la Constitución española.

Sin embargo, el tribunal desestima la pretensión de que se declaren las zonas afectadas como de "protección especial", "ya que la imposición de la potestad reglamentaria a la demandada no puede llegar hasta la imposición del contenido con el que debe quedar redactada la norma, aunque exista obligación legal de dictarla, tal y como ha opinado el Tribunal Supremo".

Efectos del ozono 'malo'

El ozono troposférico, también conocido como ozono 'malo' en contraposición al de la estratosfera, es un contaminante secundario producido por la reacción entre el dióxido de nitrógeno y los hidrocarburos emitidos por el transporte y algunas industrias, en presencia de radiación solar. En Catalunya, se forma principalmente a partir de estos contaminantes precursores emitidos en dos zonas de Catalunya: el área de Barcelona y el Vallès - Baix Llobregat, debido a la elevada intensidad del tráfico motorizado, el tráfico del aeropuerto del Prat, el transporte marítimo del puerto de Barcelona y la importante actividad industrial que soporta este territorio; y el Camp de Tarragona, especialmente por las emisiones del complejo petroquímico y el puerto de Tarragona.

La contaminación generada en estas zonas se expande por el resto del territorio catalán causando afecciones en zonas rurales muy alejadas en la forma de ozono troposférico, que incluso llegan hasta la región pirenaica o los territorios en el sur cercanos al Ebro, especialmente a sotavento de los grandes focos emisores de dichos contaminantes precursores.

Por inhalación, provoca irritación de los ojos y vías respiratorias superiores, reducción de la función pulmonar, un incremento del riesgo de enfermedades respiratorias agudas (asma, EPOC) y el agravamiento de patologías cardiovasculares, con resultado de hospitalización o muerte.

La Agencia Europea de Medio Ambiente estima entre 1.500 y 1.800 las muertes prematuras anuales en España producidas como consecuencia de la exposición a niveles de ozono como los registrados habitualmente en verano en el centro y sur de España. El ozono, además de para las personas, es tóxico para la vegetación, dañando los bosques y reduciendo la productividad de los cultivos