Reapertura de las urgencias extrahospitalarias

Guía para entender la huelga de la sanidad madrileña: centros sin médico, dimisiones y acusaciones de boicot

La reapertura de las urgencias extrahospitalarias por parte de Ayuso, sin el personal suficiente, ha desatado un caos organizativo y asistencial, con insatisfacción entre facultativos y pacientes

Protestas en Madrid por la sanidad pública.

Protestas en Madrid por la sanidad pública.

Patricia Martín

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Como ya sucedió durante la pandemia con la apertura del Hospital Isabel Zendal, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha soliviantado a la sanidad madrileña al tratar de reabrir las urgencias en los centros de Atención Primaria de forma precipitada y sin la plantilla suficiente. Una falta de planificación que ha provocado que algunos servicios no hayan podido abrir sus puertas, otros lo hacen sin médicos o sin los equipamientos suficientes y una doctora y un enfermero han sido agredidos. La presidenta madrileña culpa del caos a los sanitarios y a la oposición por alentar un "boicot" contra su Gobierno que ya se está saldando con varias dimisiones. Estas son las claves de la nueva crisis en la sanidad madrileña. Hoy hay una nueva jornada de huelga convocada con servicios mínimos del 100%.

El cierre y la reapertura

La Comunidad de Madrid ordenó el cierre del servicio de urgencias en los centros de salud, que abrían por la noche y los fines de semana para atender dolencias menores y que no requieren de la asistencia a un hospital, el 23 de marzo de 2020, cuando el covid paralizó España y Madrid decidió reforzar los dispositivos hospitalarios frente al virus con los profesionales de estos centros. Sin embargo, la emergencia sanitaria se relajó y el Gobierno regional no anunció la reapertura de las urgencias en Atención Primaria hasta el pasado mes de junio, con un plan para abrir solo 17 de los 37 centros cerrados, un propósito que incluso Vox, socio del PP en Madrid, criticó. La polémica hizo a Ayuso rectificar y anunciar, 10 días después, la apertura de todos los centros de urgencias.

Primera amenaza de huelga

El problema es que el Gobierno madrileño decidió abrir 80 centros sanitarios durante 24 horas al día (incluyendo los 37 cerrados y la reorganización de los 41 servicios de Atención Rural), pero sin hacer nuevas contrataciones y con menos personal que antes de la pandemia, llenando los huecos con "voluntarios". El plan provocó la convocatoria de una huelga indefinida por parte de cinco organizaciones sindicales, que veían inviable la reapertura y criticaban el cambio en las condiciones laborales de los profesionales destinados a las nuevas urgencias. Finalmente, cuatro sindicatos desconvocaron la huelga, al pactar con la Administración mejoras en los horarios y ubicaciones de los sanitarios, lo que facilitó, el 27 de octubre, la apertura de los centros. Un estreno que marcado por el caos.

El estreno

La reapertura vino precedida del envío, por parte de la Administración regional, de mails a los sanitarios en las horas previas y algunos de ellos de madrugada, a través de los cuales los trabajadores conocieron exactamente dónde iban a trabajar y en qué horarios, sin apenas tiempo para planificar sus nuevas vidas, según han denunciado los sindicatos. En este ambiente, el 57% de los médicos presentaron partes de baja el primer día, lo que provocó que en algunos centros no se presentara ningún facultativo y las ausencias afectaron también a enfermería y celadores. Los motivos de las bajas son variados, desde profesionales que han renunciado por incompatibilidad del nuevo puesto con su situación personal, a otros con crisis de ansiedad o estrés laboral. Y la situación ha continuado en los días siguientes, pese a que el Gobierno regional ha recurrido a voluntarios para cubrir las ausencias.

La agresión

El pasado domingo una doctora y un enfermero fueron agredidos por un paciente que no quería esperar a ser atendido y no entendió que el sistema informático fallara y no le pudieran imprimir una receta. Según la facultativa, la agresión, al gritó de "vagos", viene motivada por el caldo de cultivo que ha generado Ayuso y su consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, al sugerir que los médicos han pedido la baja a propósito para boicotear al Gobierno de Madrid. Asimismo, ya sin sugerencias, con todas las letras, Ayuso acusa a la oposición de "llamar a la huelga y los boicots" en la sanidad madrileña.

Huelgas y dimisiones

En busca de una solución, la Consejería de Sanidad se reunió de urgencia el lunes, en mitad del Puente de Todos los Santos, con los sindicatos que han firmado el acuerdo para la apertura de la urgencia extrahospitalaria y en el encuentro se comprometió a no abrir ningún centro sin al menos un médico y un enfermero. Asimismo, la consejería dijo que hará un análisis de la actividad con el fin de "ajustar el número de profesionales necesarios" y evitar la "sobrecarga". Pero, pasados los días y sin ver avances, los cuatro sindicatos han roto el acuerdo y el quinto, Amyts, hará una huelga indefinida a partir del lunes en los centros de atención 24 horas. Y es tal la polémica y el malestar entre los sanitarios que se están sucediendo las dimisiones. En octubre dimitió la gerente de Atención Primaria, después la gerente adjunta y este viernes, en bloque, la dirección de los ambulatorios de la zona sureste de Madrid.

La posible quiebra

El caos en la apertura de las urgencias extrahospitalarias supone la puntilla, según sociedades médicas, sindicales y la oposición, a una gestión que no tiene a la sanidad pública entre sus prioridades. La Sociedad Española de Medicina Familiar SemFYC ha alertado de que la "deficitaria gestión" de Ayuso está cercana "a un punto de quiebra" que implicará "riesgos crónicos en la seguridad y las garantías clínicas de atención a los pacientes y al conjunto de profesionales sanitarios".

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