Los reingresos por Insuficiencia Cardíaca siguen aumentando

Después del alta médica, es necesario minimizar los efectos de las cardiopatías a través de un correcto cuidado desde casa

IC

IC / the young man has heart pains

Carlos Torres

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Actualmente, en España, 800.000 personas sufren de Insuficiencia Cardíaca (en adelante IC), una patología cada vez más habitual a lo largo de todo el país y cuya visibilización lleva varios meses en el debate popular a través de campañas como la semana de la IC celebrada en mayo o el Congreso internacional de la ISHR (International Society for Heart Research) en junio. 

A grandes rasgos, la IC es una cardiopatía donde el corazón no es capaz de bombear sangre en la medida necesaria y, por ello, la distribución de oxígeno y nutrientes resulta insuficiente en algunas zonas y órganos del cuerpo. Si bien se trata de una patología que afecta mayoritariamente a pacientes mayores de 65 años, el progresivo envejecimiento de la población española convierte la IC en uno de los principales problemas de salud cardíaca del país

EL RIESGO

Y es que cada año más de 100.000 hospitalizaciones en España son causa directa de la IC, según datos del registro RECALCAR del 2021, una cifra que parece continuar avanzando de forma progresiva. Además, los reingresos a 30 días son habituales, y hasta un 15,5% de los afectados por IC acaba regresando al hospital a consecuencia de esta cardiopatía según el registro RECALMIN del 2021.

Los episodios de empeoramiento fruto de un mal cuidado de esta condición cardíaca son uno de los principales motivos de reingreso hospitalario y con cada episodio aumenta tanto el riesgo de reingreso como de muerte por IC. Una situación potencialmente evitable con la debida observación y tratamiento

EL CUIDADO

Uno de los objetivos primordiales del Sistema Nacional de Salud (SNS) es retrasar el empeoramiento de los pacientes con IC después del alta, ya que esta previsión puede suponer la diferencia, tanto en el número de ingresos evitados, la calidad de vida de los pacientes y la mortalidad, como en la sostenibilidad de los recursos disponibles. 

Costes para el SNS: el 65% del coste total de la IC está dedicado a tan solo un 15% de los pacientes

Precisamente por ello, evitar la hospitalización por IC es una apuesta a corto y largo plazo que prevé mejorar el SNS. Y es que los reingresos hospitalarios incrementan anualmente el coste total de la IC de forma sustancial. En este sentido, el 65% del coste total de la IC está dedicado a tan solo un 15% de los pacientes, que en su gran mayoría han sido reingresados por un episodio de empeoramiento. Un porcentaje que, a nivel nacional, se traduce en una inversión de más de mil millones de euros al año.

Lograr redistribuir este gasto es uno de los principales objetivos del SNS, ya que permitiría a los hospitales reinvertir estos recursos entre otras patologías. Asimismo, otro de los grandes beneficios de reducir el número de pacientes que reingresan a consecuencia de una IC sería conseguir evitar aglomeraciones en los centros hospitalarios, con el fin de poder ofrecer una respuesta general mucho más eficiente.

Dr Nicolás Manito. Comite Ejecutivo SEC

Especialista en cardiología / Nicolas Manito

“Sin cuidados, los síntomas empeoran”

Desde Prensa Ibérica, hablamos con el doctor Nicolas Manito Lorite para conocer un poco más en profundidad sobre la situación de la Insuficiencia Cardíaca en España.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de IC?

La IC es una enfermedad en la que el corazón es incapaz de bombear la sangre y de mantener de forma apropiada las necesidades de oxígeno y elementos nutrientes para todos los órganos de nuestro cuerpo. Se puede presentar de forma crónica o aguda y su debut suele conllevar una visita en urgencias o una hospitalización.

¿Cuáles son los síntomas?

Los más habituales son fatiga, cansancio, dificultad para respirar, dolor torácico, mareos y, en ocasiones, pérdidas de conocimiento o síncopes. Además, también puede haber retención de líquidos (como hinchazón de tobillos y de abdomen), palpitaciones, intolerancia al decúbito y tos irritativa junto con dificultad respiratoria sobre todo nocturna. 

¿Cuáles son las causas?

Los factores de riesgo de desarrollar IC son principalmente las enfermedades de las arterias coronarias cardíacas (como el infarto de miocardio o la angina de pecho), las enfermedades del músculo cardíaco, las lesiones de las válvulas cardíacas, las arritmias como la fibrilación auricular, la hipertensión arterial mal controlada y las causas tóxicas como el alcohol. Por eso, ante signos y síntomas de IC hay que hacer pruebas diagnósticas como el electrocardiograma, la ecocardiografía, la resonancia magnética nuclear, el holter, el cateterismo cardíaco y una analítica completa.

¿Cuáles son las consecuencias de un mal cuidado?

Los síntomas suelen empeorar lo que conlleva riesgo de muerte súbita (en muchos casos por arritmias graves) y de hospitalización, lo que a su vez hace que aumente el riesgo de presentar fallos en otros órganos como pueden ser el riñón, el hígado los pulmones y el cerebro. Además, tras una hospitalización por IC, uno de cada cuatro pacientes muere al año de seguimiento.

¿Existe tratamiento?

Lo primero es ser conscientes del grave problema sanitario que comporta el mal control y el empeoramiento de la IC, ya que con cada episodio, aumenta de forma significativa el riesgo de reingreso y muerte por IC. 

Hay muchas acciones que podemos hacer para evitar los reingresos. Una primera solución sería actuar antes desde el alta del paciente con la optimización de nuevos tratamientos que han mostrado evitar nuevos reingresos por IC. En aquellos pacientes sintomáticos a pesar de estar tratados con fármacos por vía oral, existen otras posibilidades de tratamiento con marcapasos llamados tricamerales y desfibriladores implantables

Por todo lo anterior, es necesario promover revisiones de los procesos asistenciales de nuestros hospitales para evitar hospitalizaciones y estos cambios organizativos corresponden tanto al SNS como a los profesionales que atienden al paciente con IC. Este objetivo organizativo requiere de diferentes fases para ser abordado de forma eficiente, por lo que primordialmente se debería abordar la situación de los pacientes con mayor porcentaje de reingresos, con los que podría lograrse un mayor retorno de la inversión por parte del SNS.