Estas son las causas que hay detrás de la subida de la factura de la luz

La inflación se ha convertido en el tema estrella de este año. La subida del precio de la luz, el encarecimiento de los productos básicos y la pérdida de la capacidad de ahorro y de poder adquisitivo está afectando seriamente al bolsillo de la mayoría de los españoles. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios de Consumo (IPC) acumulado desde enero hasta julio era del 6,7% y el año podría cerrar con una inflación acumulada del 8%.

Uno de los factores clave que ha influido en esta situación ha sido precisamente la subida del precio de la energía, especialmente del petróleo y el gas. Con la reapertura y la puesta en marcha de la economía tras la pandemia, la demanda y la producción de todo tipo de productos se disparó. Como consecuencia, esto se reflejó también en el mercado energético, que es el motor principal de la economía. En un mundo que funciona por la ley de la oferta y la demanda, los precios se han desbocado.

¿Por qué sube el precio de la luz?, ¿cómo funciona el mercado energético?, ¿cómo se puede reducir la factura?... Estas son algunas de las dudas que intentaremos resolver en este artículo.

El papel del gas en la subida de la luz

Un factor que ha influido de forma notoria en el encarecimiento de la factura de la luz ha sido el precio del gas. Tanto en España como en el resto de Europa, este combustible es una de las materias primas utilizadas en la producción de electricidad a través de los ciclos combinados (gas + vapor).

Aunque este tipo de tecnología no juega un papel importante sobre el total de la energía producida, existen diferentes factores que explican por qué su encarecimiento ha disparado los precios.

1. ¿Cómo funciona el mercado mayorista de la electricidad?

Lo primero - y más importante - es comprender cómo funciona el mercado mayorista eléctrico. El ‘pool’, el nombre por el que se conoce a este mercado, es la subasta donde las empresas productoras presentan sus ofertas y las comercializadoras compran los paquetes que necesitan para garantizar el suministro a los consumidores para cada hora del día, teniendo en cuenta la previsión de demanda que el operador del sistema eléctrico haga para el día siguiente.

Este modelo, en el caso europeo, se rige desde hace ya muchos años por un sistema de fijación de precios ‘marginalista’. Es decir, la fuente de energía más cara que entra en el mix energético es la que fija el precio para cada hora.

Primero se subastan las energías renovables y la nuclear, que suelen tener un precio más bajo. Pero como la producción de estas no es suficiente para cubrir la demanda total en muchas ocasiones, entran en juego otros sistemas de generación como los ciclos combinados. En este sentido, el gas o el carbón que se utilizan en esta tecnología son los que acaban fijando el precio para una franja concreta.

2. Los factores geopolíticos detrás de la subida del precio del gas

Aunque la Guerra de Ucrania ha sido uno de los factores que han influido en la tendencia alcista de los últimos meses, no ha sido la única causa. El precio del gas natural ya venía creciendo desde antes.

En 2020 el precio medio fue de 10 euros el megavatio hora (MWh), un precio bajo que está muy vinculado con el parón de la demanda que supuso la Covid-19. En 2021, con la reactivación de la economía a escala global y sobre todo en Asia, la demanda de gas se disparó y los productores aumentaron su precio, que llegó a escalar de media hasta los 50 euros MWh.

Así pues, la crisis generada por la Guerra de Ucrania se ha sumado a lo anterior. La Unión Europea tenía una gran dependencia del gas ruso. El país liderado por Vladímir Putin suministraba cerca del 40% de esta materia prima a los estados de la UE. La incertidumbre generada por las sanciones o un corte de suministro ha desestabilizado aún más los precios.

En el caso concreto de España y Portugal rige desde el pasado 15 de junio la conocida como ‘excepción ibérica’. Esta medida, planteada para contener la subida del precio de luz, interviene en el mercado eléctrico y fija un precio máximo del gas empleado para generar electricidad. Durante los seis primeros meses de esta medida, el precio del gas será de máximo 40 euros MWh y, a partir de diciembre, irá subiendo 5 euros por mes hasta alcanzar los 70 euros MWh el 31 de mayo de 2023.   

3. Sube el precio de los derechos de emisión

Con el objetivo de reducir las emisiones de CO₂, la Unión Europea puso en marcha el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión. Este sistema obliga a centrales térmicas, de cogeneración, refinerías o industrias como la siderurgia o la cerámica a pagar por las emisiones que generan utilizando energías fósiles.  

Estos derechos se asignan de forma gratuita o por subasta. En el caso del sector eléctrico debe acudir a subasta desde el año 2013. Cada año se reparten menos derechos para lograr alcanzar una reducción del 55% de las emisiones de CO₂ en 2030. Por ese motivo, el precio no ha parado de crecer y se ha disparado hasta prácticamente los 90 euros en la actualidad.

Esto se acaba reflejando en la factura de los consumidores, aunque afecta de forma distinta en función de si tienes contratada la electricidad a través del mercado regulado (PVPC) o libre.

Las diferencias entre el mercado libre y el mercado regulado

En España existen dos mercados para contratar la electricidad: el mercado libre y el mercado regulado (PVPC). Esta es una singularidad del país y el usuario es libre de escoger a cuál de los dos pertenece. Esta decisión es fundamental, puesto que la elección de uno u otro puede cambiar sustancialmente lo que se acaba pagando en la factura. ¿Cómo funcionan?

• Mercado libre: Este es el modelo en el que están actualmente 16 millones de hogares en España. El precio, en este caso, lo determina la empresa comercializadora. Los precios son mucho más estables, pues el consumidor que escoje una tarifa fija sabe de antemano qué va a pagar (el precio del kWh) y no se traslada directamente el precio fijado cada día.
• Mercado regulado: En este caso son 10,5 millones de hogares los que están abonados al mercado regulado, un caso peculiar de España. El precio, en este caso, cambia cada día y a cada hora, puesto que los precios los marca el mercado eléctrico con la supervisión del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Los consumidores que más están notando la subida del precio de la luz son aquellos que se encuentran en el mercado regulado, puesto que están más expuestos a las subidas y las bajadas del precio de la electricidad. En el caso del mercado libre, los precios suben con las revisiones periódicas en las que se incorporan actualizaciones del IPC o costes regulatorios, entre otros, pero se mantienen mucho más estables.

Las energías renovables reducen la factura de la luz

¿Se puede producir el 100% de la energía eléctrica con fuentes de origen renovable? Sí, pero a día de hoy aún no es posible por la falta de desarrollo de instalaciones. Es decir, para incrementar la potencia se tendría que seguir incrementando la implementación de estas tecnologías en todo el mundo.      

En el contexto actual y en los futuros escenarios que puedan plantearse, la mejor solución a la crisis energética es incrementar la producción y utilización de fuentes de energía renovables. Según los datos de Red Eléctrica, durante el año 2021 estas tecnologías supusieron un 48,4% del mix de producción de electricidad en España gracias al incremento en la producción de eólica y solar fotovoltaica.

Un caso que refleja este incremento es el de Endesa. Durante los primeros 9 meses de 2021, el 85% de su producción de energía fue libre de emisiones. La compañía, además, tiene el reto de invertir 31.000 millones de euros hasta 2030 para que el 80% de su generación sea libre de CO₂ y, en 2040, esperan ser 100% renovables. 

El desarrollo de estas tecnologías comporta tres beneficios principales:

1. Actuar contra el cambio climático: La única forma de alcanzar las metas establecidas por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) y la Ley de Transición Ecológica, que plantean un 74% de generación de energías de origen renovable y la descarbonización de la economía en 2050, es desarrollar la capacidad de producción de estas energías.
2. Disminuir la dependencia energética: Según los últimos datos proporcionados por el INE, España tiene una dependencia energética de algo más del 73%, sobre todo, por el uso excesivo de combustibles fósiles.
3. Reducir el precio que pagan los consumidores: Las fuentes de energía renovables tienen un precio menor en el mercado y, por lo tanto, eso se traduciría en un descenso en el precio de la factura eléctrica de todos los hogares. 

¿Cómo puedes reducir la factura de la luz?

Los usuarios pueden reducir la factura de la luz si tienen en cuenta algunos factores como la el tipo de mercado al que van a comprar la electricidad, la tarifa que contraten y también es fundamental la optimización de la eficiencia energética del hogar. Este último, un aspecto clave que hay que tener en cuenta.

1. Elegir mercado: Como se comentaba más arriba, estar en el mercado libre o regulado es un factor que puede determinar sustancialmente el precio de la factura. En una época de precios bajos, el mercado regulado puede ser una buena opción, pero el libre ofrece mayor estabilidad. En el caso del mercado regulado se puede aprovechar las franjas horarias valle (noche y fines de semana) para hacer algunas tareas como poner la lavadora, puesto que son las más baratas.
2. Escoge tarifa según tu consumo: Es importante saber el consumo del hogar y elegir una tarifa que se adapte a las necesidades.
3. Eficiencia energética: Este, probablemente, es uno de los factores que más se tendría que tener en cuenta. Los electrodomésticos con certificación de alta eficiencia energética pueden optimizar mucho mejor el consumo, la iluminación de tipo led consume un 80% menos que la tradicional y algunas reformas como el aislamiento del hogar pueden mejorar la temperatura de casa con su ahorro en calefacción o aire acondicionado.