Un pueblo del Penedès suelda las farolas para evitar el robo de cable de cobre

El Ayuntamiento de Avinyonet del Penedès (Alt Penedès) ha soldado los registros de las farolas de gran parte del término municipal, después de que en los últimos seis años el municipio haya sufrido al menos un robo de cable anual, hecho que ha dejado sin luz a varias calles del pueblo durante días. Desde 2016, el presupuesto destinado a reparar los desperfectos de los robos al alumbrado ha superado los 50.000 euros. "Estamos muy cansados de esta situación", explica el alcalde, César Herraiz, que concluye que "no había cabe otra alternativa" que la soldadura, puesto que las reiteradas denuncias a los Mossos d'Esquadra no habían conseguido disuadir a los ladrones que han seguido actuando casi impunemente en el municipio, especialmente en La medida en los núcleos de las Gunyoles y Can Mitjans.

"Cada año estamos gastando unos 8.000 euros para reparar farolas donde han robado el cableado", ha protestado Herraiz, que lamenta que "es dinero que se sacrifica mientras se podrían destinar a mejorar las calles o ampliar las ayudas sociales". El alcalde recuerda que el presupuesto municipal es de aproximadamente 2 millones de euros.

Solución más barata

Después de varias reuniones internas para intentar parar los robos de cable de cobre, finalmente este verano el gobierno municipal ha concluido que la única manera de resolver la situación era soldar la pequeña apertura de la parte inferior de las farolas. Con el registro soldado, los ladrones ya no tienen ningún punto para arrancar los cables. Si bien esto también puede dificultar el trabajo de los técnicos en caso de avería, Herraiz sostiene que siempre será más económico cortar la farola que sustituir más cables sustraídos.

El alcalde recalca que, cada vez que han robado el material del alumbrado, el ayuntamiento ha tenido que soportar un "coste inmenso", tanto a nivel económico como organizativo, puesto que los operarios de la brigada se han tenido que centrar en las reparaciones "durante una semana y media" y desatender otras tareas. "Sin olvidar que el vial afectado queda totalmente a oscuras durante días, con lo que eso supone, en términos de seguridad, para los vecinos de la zona", ha agregado el edil.

Reproche a los jueces

Las primeras farolas se empezaron a soldar a finales de julio a las carreteras de acceso a las Gunyoles y Can Mitjans, y en breve se hará la misma medida a algunos viales que llegan a Avinyó Nou. De las cerca de 250 farolas que tiene el término municipal de Avinyonet, Herraiz calcula que antes de acabar el año se habrán soldado casi la mitad. Quedarán exentos los que están situados en calles con muchas viviendas, puesto que asegura que son puntos donde los ladrones no suelen actuar.

El alcalde lamenta que el robo de cable de cobre sea una práctica extendida por todas partes especialmente durante la última década, y apunta que otros alcaldes del Alt Penedès también han vivido casos reiterativos. Herraiz reprocha a los jueces la "impunidad" con que se mueven los ladrones y reclama más vigilancia policial en la comarca para ahuyentar futuros robos.

Un negocio en alza

Hace dos años, el mercado negro pagaba a 5,5 euros el kilo de cobre, que en la actualidad tiene ya un precio de 7,7 euros. Esta es una de las razonas por las que resulta un producto tan atractivo para las bandas de delincuentes, que, además de en las farolas, lo encuentran con facilidad en transformadores y subestaciones, huertos solares, líneas telefónicas, tendido eléctrico y catenarias de los trenes. Solo en este último sector, el ferroviario, según datos del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), la sustracción de cable afectó el pasado año a 808 trenes. En el primer trimestre de 2022, fueron 258 los convoyes que sufrieron retrasos por esta causa.