Centro del siglo XXI

El Hospital de Vall d'Hebron concentrará la atención ambulatoria en un solo edificio

La nueva construcción, de 10 plantas y 46.210 metros cuadrados, supondrá un cambio en el modelo asistencial, será sostenible y se levantará en el otro lado de la ronda de Dalt de Barcelona

Natàlia Farré

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El Hospital del Vall d’Hebron ha presentado este miércoles el proyecto de uno de los cambios más ambiciosos de la ampliación y renovación de las instalaciones que el centro puso en marcha en 2017: el nuevo edificio de atención ambulatoria. La construcción, 10 plantas y una superficie de 46.210 metros cuadrados, aunará todos los servicios ambulatorios del complejo –excepto los pediátricos- y acogerá 250 consultas externas, 100 gabinetes de exploración y 100 plazas de hospital de día, además de unidades de apoyo al diagnóstico y tratamiento, farmacia y una área de rehabilitación, permitiendo, así, liberar espacio del cuerpo principal del centro sanitario, que podrá concentrar los recursos en los pacientes hospitalizados y en la actividad quirúrgica. La edificación cuenta ya con el permiso municipal tras la aprobación en el pleno de diciembre de 2020 del plan urbanístico de mejora urbana de la Llosa de la Vall d’Hebron, y con un presupuesto, aportado por el Govern, de 70 millones de euros, equipamiento al margen. Las obras está previsto que empiecen en 2024, tras la redacción del proyecto ejecutivo, y finalicen en 2026. 

Cambio en el paisaje urbano

El nuevo edificio supondrá un cambio importante en el funcionamiento del hospital ya que conllevará una modificación radical del flujo de pacientes, pues a partir de la inauguración las visitas ambulatorias, un millón al año y con previsión de llegar al millón y medio en un futuro, no compartirán ni espacio ni recursos con los pacientes ingresados. Y supondrá, además, un cambio total en el paisaje urbano, no en vano la construcción se levantará en el otro lado de la ronda de Dalt, en la parte más septentrional de los terrenos municipales que quedan entre el paseo de la Vall d’Hebron y las calles de la Granja Vella y las Basses d’Horta, con la fachada encarada al resto de instalaciones. Queda por definir en un futuro la cobertura de este trozo de la ronda para mejorar la comunicación con todo el recinto sanitario, algo que, llegado el momento, deberá abordar y decidir el consistorio de turno pero que parece razonable si se pretende unir no solo el recinto médico sino los cuatro barrios que de alguna manera separa el complejo hospitalario: Montbau, Sant Genís dels Agudells, La Teixonera y Vall d’Hebron. 

Imagen virtual de una de las salas de espera del futuro edificio de atención ambulatoria del Vall d'Hebron.

Imagen virtual de una de las salas de espera del futuro edificio de atención ambulatoria del Vall d'Hebron. /

Consultas, de ocho a ocho

Con todo, la transformación más radical será de funcionamiento del centro sanitario: “un cambio de paradigma”, a juicio del doctor Albert Salazar, gerente del hospital, y “un elemento clave de la transformación del campus clínico” ya que “el régimen de atención ambulatoria cada vez será más importante, no solo por la eficiencia y sostenibilidad del sistema sino también para la comodidad del paciente”. Para ello –para evitar ingresos innecesarios que no ayudan ni a la eficiencia sanitaria ni al enfermo- es importante una buena accesibilidad y una buena capacidad de resolución. Para lo primero el nuevo edificio prevé una franja horaria adaptada a la demanda y a la conciliación familiar, es decir, de ocho de la mañana a ocho de la tarde; y para lo segundo, una organización que no contempla la distribución por especialidades médicas sino por unidades funcionales. “La medicina de excelencia actual está formada por equipos multidisciplinares que actúan de forma interdisciplinar”, apunta Salazar. 

Nuevo modelo asistencial

El objetivo es poner al paciente en el centro, que el enfermo pueda resolver su problema médico con una sola visita: con las pruebas necesarias y las consultas a diferentes especialistas en una sola jornada. Nada de desplazamientos y programar para diferentes días alargando la solución en el tiempo, algo difícil de gestionar en la actualidad por la dispersión de las especialidades. Es, en resumen, un cambio de modelo asistencial que promueve que los profesionales médicos se adapten a las necesidades de los pacientes en lugar de obligar al enfermo a someterse al funcionamiento de la institución sanitaria. Pero para poder trabajar en la sanidad del siglo XXI es indispensable tener un edificio del siglo XXI, y es aquí donde entra el proyecto ganador del concurso que firman los arquitectos Diego Nakamatsu y Lluís Morán, con experiencia previa en instalaciones sanitarias y con una construcción previa en el hospital: la Unidad de Quemados.  

Imagen virtual de las instalaciones dedicadas al hospital de día del futuro edificio de atención ambulatoria del Vall d'Hebron.

Imagen virtual de las instalaciones dedicadas al hospital de día del futuro edificio de atención ambulatoria del Vall d'Hebron. /

Sostenible con luz natural y vistas

Así, el nuevo edificio se ha pensado como “una nave diáfana sin pilares, flexible y adaptable, que puede cambiar, crecer y adecuarse” a diferentes usos si en necesario, asegura Nakamatsu, con amplios espacios que recibirán luz y ventilación natural, además de gozar de vistas a la ciudad y al mar, y de apostar por el ahorro energético. Su construcción se hará con elementos industrializados y prefabricados, de hecho, la gran novedad de su edificación es que solo necesitará cinco elementos para levantar la estructura, aspecto que agilizará mucho los plazos de finalización. También aspira a conseguir las clasificaciones Net Zero y LEED, en su clasificación más alta, de sostenibilidad. Pero no solo eso: “Será un edificio inteligente, con avances en tecnología para la trazabilidad del paciente en un entorno virtual y la robotitzación de la distribución logística”, puntualiza Moran.

Todo al día entre 2028 y 2030

Este nuevo edificio, conocido popularmente como La Teixonera o La Llosa por su ubicación, es una de las tres volumetrías nuevas del Nou Valle d’Hebron, que es como los responsables del centro llaman a la actualización y ampliación de todo el complejo dedicado a la asistencia, la docencia y la investigación que se puso en marcha en 2017 y abarca todo el centro sanitario. Las otras dos construcciones a estrenar son el Institut de Recerca (VHIR), ya en construcción y con fecha de inauguración prevista para 2024, y el llamado FUL (Farmacia, Urgencias y Logística), que aunará todas las urgencias pero que todavía está en un estado muy inicial de estudio y pendiente de la aprobación de planes urbanísticos. Además, el proyecto de modernización incluye la rehabilitación integral del edificio principal, el del Hospital de traumatología, rehabilitación y quemados, y el infantil. La idea es tener todo el complejo al día entre 2028 y 2030.