violencia machista

Protesta de mujeres paquistanís en BCN: "Dejen de obligarnos a casarnos con hombres que no amamos"

La Associació Cultural Educativa i Social Operativa de Dones Paquistaneses (ACESOP) llora a las dos hermanas asesinadas en Pakistán e implora el fin de los matrimonios a la fuerza

La entidad afirma que cada día asesora a entre una o dos mujeres obligadas a casarse, pero que la mayoría desaparecen presionadas por el entorno familiar

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A1-148479902.jpg / Manu Mitru

Elisenda Colell

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"Basta ya. Paren esta barbaridad. ¿Quién es mi tío para decirme con quien tengo que dormir? No quiero que el asesinato a las dos hermanas de Terrassa se repita: que a mi hija, a mi sobrina o a mis amigas las maten por estar en contra de un matrimonio. ¡Las mujeres queremos vivir nuestras vidas con libertad! ¡Dejen de obligarnos a casarnos con hombres que no amamos!". Exaltada y a gritos, Huma Jamshed, presidenta de la Associació Cultural Educativa i Social Operativa de Dones Paquistaneses ha terminado así el acto de condolencia por la muerte de Aneesa (24 años) y Urooj (21 años), dos mujeres residentes en Terrassa (Vallès Occidental), asesinadas la semana pasada en Gujarap (Pakistán). El acto de denuncia ha reunido a una decena de mujeres paquistanís del barrio del Raval, que han clamado en contra de los matrimonios sin el consentimiento de las mujeres.

"Mucha gente piensa que el papel de la mujer es el de limpiar y quedarse encerrada en casa", ha empezado el discurso Jamshed en el local de la asociación. La sala estaba repleta de carteles en contra de la violencia machista, de las bodas forzosas y en favor de la libertad de las mujeres. Y colgado en la pared, un marco con la foto de las dos hermanas asesinadas presidía la escena. "Los padres paquistanís son los primeros que viajan a España. Con los años regularizan su situación y reagrupan a sus hijos e hijas", ha seguido. "Hay familias que temen que sus hijas se occidentalicen, que pierdan sus tradiciones y el amor por su país: es por esto que muchas familias quieren decidir casar sus hijas con chicos de Pakistán, porque temen la occidentalización. Y esto significa que sean libres", ha señalado.

La presidenta de la asociación también ha subrayado que otro de los problemas tras las bodas forzosas se explican por la ley de extranjería en España. "Es la única forma que encuentran muchas familias para llegar a Europa: a través del matrimonio con las chicas que ya tienen documentación". Una lacra que no solo transforma a las mujeres en un botín, sino que las esclaviza para siempre. "Al estar reagrupadas por sus padres o maridos, la documentación de estas chicas depende de sus familias. Separarse de ellos implica también quedarse sin papeles", ha seguido.

Hombres a pedir explicaciones

Todo este entramado de dificultades son los que impiden o hacen muy difícil que las mujeres atendidas por esta asociación logren acabar con sus matrimonios. "Cada día vienen una o dos mujeres que explican las situaciones por las que pasan. El problema es que casi todas se acaban perdiendo: no pueden soportar la presión familiar que ejercen ante ellas", ha explicado. "¡Incluso vienen hombres a pedirnos explicaciones por las mujeres que se han escapado de casa!", ha exclamado Jamshed. En el segundo piso de la sede de la entidad existe una sala con colchones en el suelo. "Aquí han llegado a dormir muchas mujeres escondidas de sus familias para impedir que las casaran", cuenta.

"En Pakistán, en Afganistán, matar a una mujer es como matar una hormiga. No valen nada para ellos", ha añadido Shola Rashid, refugiada afgana que también lucha por los derechos de las mujeres en su país. "Hace años, mi hija estuvo a punto de ser víctima de una violación y un asesinato. Ahora recordamos a estas jóvenes que vivían en Terrassa pero los asesinatos contra las mujeres que quieren ser libres ocurren a diario en nuestros países", ha denunciado. "El problema es que no se permite a las mujeres hacer nada, se tienen que encerrar en casa. Las víctimas son innumerables", ha añadido. Después de la rueda de prensa, las mujeres han encendido unas velas, han hecho un minuto de silencio y han cortado la calle de Les Flors, en el Raval. Paralelamente, este jueves las asociaciones feministas de Terrassa también han hecho una concentración frente el ayuntamiento de Terrassa para protestar contra este doble crimen.