Civismo

Las meadas de perro en la calle, una mancha que no se va

Varias ciudades proponen que los propietarios limpien la orina de sus mascotas con agua jabonosa para reducir los malos olores

Mataró y Premià de Mar se suman a la nueva iniciativa que ayudará a mantener las calles más higiénicas

Un perro orina en una calle de Mataró

Un perro orina en una calle de Mataró / ALBERT BERTRAN

Kelsey Álvarez Fonseca

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los amaneceres de Barcelona y los de tantas ciudades podrían rastrearse siguiendo el surco de las meadas de perro. Perros, todos son perros, en Barcelona. La frase robada a Rafael Alberti dedicada a los gatos de Roma ("todo son meadas de gato") acude a la memoria en cualquier rincón. Civilizados los barceloneses con la recogida de las cagadas caninas (aparentemente son mayoría los acostumbrados a recogerlas, aunque los hábitos varían según los barrios), tienen una asignatura pendiente: los orines, esas meadas largas matinales sobre 'panots', baldosas, farolas y todo tipo de mobiliario urbano. El cúmulo diario de pipí (ya se sabe que donde mea un perro, mean cien) tiene un efecto corrosivo que también cuesta una pasta en la reparación, el mantenimiento. Son muy pocos los propietarios de perros que disuelven el pipí con un chorro de agua. ¿Uno de cada cien? A saber. Resolverlo es difícil en un país que, según las estadísticas, encuentra más perros que niños en las calles.

La recomendación de las administraciones sobre este dilema es la de instar a dueños de perro a llevar una botella con agua y jabón que limpie los orines. Desde 2017, distintos ayuntamientos dieron un paso para hacerla obligatoria. Desde el de Mataró informan: "Hace cuatro años se puso en marcha la ordenanza que obliga a los dueños de los perros o cualquier otro animal por la calle a adoptar las medidas necesarias para que estos no ensucien con sus deposiciones las vías y/o espacios públicos y especialmente para evitar las micciones en parques y jardines de uso para niños". El de Sitges actualmente ha puesto el acento en las cacas. La de los orines será más adelante.

Mataró, como Premià de Mar, son ejemplo de civilización y solidaridad. Se exigen a los dueños de mascotas que en sus paseos lleven una botella con agua jabonosa. De esta manera se evita que la orina oxide las calles y provoque malos olores y se mejora la salud pública. Hay municipios llevan a cabo programas para informar y concienciar a la población sobre la importancia de esta nueva iniciativa. "Es una buena solución para que al menos, en verano, se vaya el mal olor de las calles. Hay calles de Premià en que el olor y la suciedad no te dejan ni pasar por allí. Aunque hay veces que no sé si el pis es de perros o de humanos, y esos no están tan controlados", dice Vinyet junto a su perra Rumba.

Evitar olores

Los mataronenses que han charlado con este diario parecen tenerlo claro y apuestan por la nueva ordenanza del ayuntamiento. "Siempre llevo la botella de agua y las bolsas, no me gusta que la calle por donde paseo huela mal. La gente tiene que cuidar el sitio donde vive, los niños juegan en el suelo y debería estar limpio", dice Tilita, de 48 años, que junto con su hija, ha salido a pasear a su perro con una botella de agua en las manos. Algunos cargan con la botella entre el transcurso de su casa a la playa, ya que saben que su perro podría orinar en cualquier momento en la vía publica. "Si los perros se hacen pis en las paredes o en sitios públicos, lo mínimo es limpiarlo un poco. Nosotros siempre llevamos una botella de agua cuando lo paseamos por la calle. Si vamos a la montaña o a la playa, ya no tiramos agua. Pero en las aceras, siempre", explica Valentí, de 30 años.

Muchos cargan la botella en una mochila o en la mano, pero ya se puede ver a los más ingeniosos cargar con la botella atada a un cinturón. "Siempre llevo la botella aquí atada, así nunca me la dejo y, cuando se me acaba el agua, la relleno en alguna fuente. Creo que ya no es un tema de limpieza, sino de responsabilidad de cada uno de limpiar lo que ensucia su propio perro", dice Esteve mientras limpia el orín que acababa de hacer su perro Kratos en una farola pública.

Reportaje sobre la obligatoriedad de tirar agua sobre la orina de los perros en Mataró

Reportaje sobre la obligatoriedad de tirar agua sobre la orina de los perros en Mataró / JORDI OTIX

Sin embargo, aunque la mayoría dice asegurar llevar siempre la botella de agua, algunos ciudadanos de Mataró no están del todo de acuerdo. "Evidentemente creo que es una normativa súper necesaria, pero yo no he visto a nadie que lleve la botella. Hace poco ha pasado una persona con su perro, ha hecho pis aquí al lado del banco donde estamos sentadas y ahí nos ha dejado el olor", dice Carmen, de 72 años. Afirma que lo normal es no ver a nadie con la botella.

Menos sanciones y más espacios

Aunque la mayoría acepta y promueve la normativa de la botella con agua jabonosa, también critica el poco espacio que hay destinado a las mascotas en Mataró. "Tienen que habilitar más espacios para los perros. Yo estoy a favor de llevar la botella de agua, pero también tendríamos que tener en cuenta que cada vez que quiero ir a dar un paseo con mi perra, me tengo que ir a la montaña porque la playa ahora que empieza la temporada de verano no nos dejan ir y este espacio que utilizábamos de pipican ahora lo han cerrado porque van a construir algo. Así que yo me pregunto: ¿ahora a dónde vamos?", protesta Mireia que, con su perra Luna, sigue utilizando el pequeño espacio vallado para que Luna pueda correr sin la necesidad de ir atada.

Reportaje sobre la obligatoriedad de tirar agua sobre la orina de los perros en Mataró

Reportaje sobre la obligatoriedad de tirar agua sobre la orina de los perros en Mataró / JORTI OTIX

Barcelona. sin botella de agua enjabonada

En la ciudad de Barcelona esta nueva iniciativa aún no es obligatoria, solo recomendable. "Es difícil que en Barcelona se cumpla este requisito, ya que no es obligatorio, no hay sanciones si no llevas la botella de agua con jabón. Sería bonito que todo el mundo limpiara tanto las micciones como los excrementos de sus mascotas, pero al no existir una ley que obligue a eso, la gente no lo hace y solo algunos pocos lo hacen por voluntad propia", explican fuentes del servicio de prensa del Ayuntamiento de Barcelona. Sin embargo, pese a que la ordenanza de Barcelona no ha establecido como obligatorio cargar con una botella de agua y jabón para limpiar las micciones de las mascotas, sí que establece una obligación que permite sancionar a aquellos dueños que no limpien los orines que puedan afectar a elementos públicos o espacios públicos como parques infantiles. "Barcelona huele mal. Sales a la calle y hay olores por todos los sitios, encima no se puede ni caminar en algunas zonas porque están llenas de orines. Hay veces que ya no sé si son orines de animales o de personas", explica Susana Bernal, de 42 años. Sin embargo, no todos cargan con la botella. "Me parece una buena iniciativa para mantener la ciudad más limpia, pero hay que entender también que hay muchas veces que yo, por ejemplo, salgo rápido con prisas y no cojo la botella o se me olvida, como ahora. No creo que los malos olores de la ciudad sean solo culpa de la gente que no lleva una botellita de agua", dice Pablo Cordero de 45 años.

Multas de hasta 700 euros

Algunas ciudades españolas como Albacete, València, Almería, Cádiz, Sevilla y Tarragona advierten a sus ciudadanos de que podrían ser requeridos por los agentes para demostrar que efectivamente disponen de las bolsas necesarias para retirar los excrementos y de la botella de agua jabonosa para los orines. El incumplimiento de esta nueva normativa de llevar una botella con agua limpia con capacidad suficiente para eliminar cualquier rastro de orines del mobiliario urbano, edificaciones o aceras, supondría sanciones que van de los 700 hasta los 1.000 euros. "Me parece una iniciativa muy buena para controlar la ciudad o el pueblo, asegurarnos de que todo esté un poco más limpio. Aun así, creo que la sanción es un poco elevada, ya que alguna vez me he dejado la botella por salir con prisas y voy asustada porque 700 euros es mucho dinero", se queja Roser, de 52 años, que pese a llevar normalmente la botella admite que alguna vez se la deja en casa. Aun así, algunos aseguran que si las sanciones no fuesen tan elevadas, la gente no cumpliría con la normativa. "Nosotras lo llevamos haciendo desde hace tiempo y espero que al final, todos acaben haciendo lo mismo. Es una multa grande pero es que si no fuese así la gente acabaría pasando totalmente", dice Laura mientras se toma algo con la botella de agua jabonosa al lado.

Con el fin de llegar a un mayor número de civiles, la Policía Nacional ha compartido un tuit en el que recomienda a sus seguidores y seguidoras bajar a la calle siempre con una botellita de agua y jabón: "Ya casi tenemos superado lo de recoger las heces de nuestras mascotas. Ahora a ver si conseguimos bajar con una botellita y aclarar sus orines", señala el cuerpo en un tuit.

Suscríbete para seguir leyendo

TEMAS