Informe de la Complutense

El 11% de los universitarios abandona la carrera

El bajo rendimiento académico y el alto precio de la matrícula son elementos claves en la deserción

Una estudiante universitaria, en un aula.

Una estudiante universitaria, en un aula. / Ferran Nadeu

Olga Pereda

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El 11% de los estudiantes españoles menores de 30 años que se matriculan por primera vez en un grado universitario abandonan sus estudios. Los abandona por completo, no es que se vayan a otra universidad ni deciden cambiar de carrera. Dejan la carrera y no se vuelven a matricular, al menos, durante los dos próximos cursos. Más de la mitad de los que renuncian lo hace después del primer año, con lo cual el inicio del grado es el momento “más delicado” de cara a continuar o no en los estudios. Así se desprende de un informe encargado por el Ministerio de Universidades y desarrollado por la profesora de la Facultad de Educación de la Complutense (Madrid), la socióloga María Fernández Mellizo-Soto.

Los 240.500 estudiantes objeto del estudio son exclusivamente de nacionalidad española y menores de 30 años. Son lo que ingresaron por primera vez en una universidad presencial en el curso 2015-2016 dado que se necesita comparar cuatro años académicos para calcular los resultados. Los autores del estudio destacan que en el curso 2015-2016 no estaban activas las políticas puestas en marcha por el ministerio que dirigió Manuel Castells y que actualmente dirige Joan Subirats: bajada de las tasas y aumento de becas.

Los factores que determinan el abandono son múltiples. Desistir de los estudios superiores está, básicamente, relacionado con variables de naturaleza individual. Es decir, aquellas que están referidas a características de cada estudiante o su entorno familiar. El segundo lugar lo ocupan las variables relacionadas con la carrera cursada.

La clave, el rendimiento académico

El rendimiento académico -el porcentaje de asignaturas aprobadas- es la variable que más peso tiene en el abandono. Cuando menor es el rendimiento, mayor la probabilidad de despedirse de la vida universitaria. La segunda variable es el precio de la matrícula. Lógicamente, cuando mayor es el coste económico, mayor la probabilidad de abandono. El estudiantado de origen socioeconómico bajo tiene también más papeletas de irse de la facultad, lo mismo sucede con los alumnos que provienen de centros educativos públicos y concertados frente a los de colegios privados. Sin embargo, quienes estudian en una universidad pública no tienen más probabilidad de dejar sus estudios que los que lo hacen en una privada. Otra variable importante es la edad: cuanto mayores son los estudiantes más opciones hay de desistir.

Respecto a la carrera cursada, hay más deserciones en los grados conjuntos que en los simples. También hay más abandono entre los matriculados en estudios relacionados con el Arte y las Humanidades mientras que los alumnos más fieles son los de Ciencias de la Salud.

A pesar del tasas de abandono universitario (11% en menores de 30 años y 13 en mayores de 30) son similares a las de otros países de la OCDE, el Ministerio de Universidades pretende poner en marcha unas medidas de prevención, más allá de la disminución de las tasas y el aumento de becas. A raíz del informe, presentado esta tarde en Madrid, el departamento de Subirats tiene por objetivo poner el foco en el primer año de matrícula, que es cuando se produce el mayor riesgo de salida, así como proteger especialmente a los becarios más vulnerables económicamente.