Lucha antidroga
Interior estudia ampliar a más provincias el frente antinarco del Campo de Gibraltar
Los traficantes desplazan sus descargas y su blanqueo a Almería y Granada por la presión policial
Juan José Fernández
Redactor Jefe
Reportero.
Profesor en el Master de Periodismo Avanzado – Reporterismo de la Facultat de Comunicació i Relacions Internacionals Blanquerna (Universitat Ramon Llull).
Diplomado por el CESEDEN en Altos Estudios de la Defensa Nacional.
Fue jefe de Información y Reportajes y jefe de Redacción de la revista Interviú durante 19 años.
El Ministerio del Interior evalúa este mes ampliar el despliegue especial antinarco del Estrecho a nuevas provincias: Granada, Almería y Sevilla, con lo que quedaría afectada toda la costa andaluza y una parte sustancial tierra adentro de Andalucía, confirman fuentes de la lucha antidroga.
Lo aconsejan los asesores policiales en pleno rediseño del Plan Especial de Seguridad del Campo de Gibraltar, también llamado “plan Algeciras”, que ha entrado en prórroga. El 31 de diciembre acabó la vigencia de ese operativo estratégico para la Seguridad del Estado, la primera gran guerra declarada por el Gobierno de España contra el narcotráfico, con precedentes en la Operación Nécora desarrollada en las rías gallegas en los 90.
El plan fue inaugurado en agosto de 2018 con un refuerzo de policías, guardias y agentes de Vigilancia Aduanera en el eje Barbate-La Línea de la Concepción-Algeciras (Cádiz). En julio de 2020, se amplió su área de actuación al resto de la provincia de Cádiz, y a las aledañas de Huelva y Málaga.
La misma razón que pesó entonces pesa ahora para una segunda ampliación: los traficantes de hachís y marihuana se desplazan costa más allá huyendo de la presión policial en el que antes era su feudo. Es lo que una fuente antidroga de la Guardia Civil llama “el globo: si aprietas por un lado, se hincha por otro”.
Los asesores de Interior aconsejan la extensión a Almería, Granada y Sevilla por los desplazamientos de actividad narco detectados, “por la logística de los traficantes y por sus puntos de blanqueo”, aclaran las fuentes consultadas.
Lo apoyan datos del balance que hace Interior. Entre ellos, uno económico: en la provincia de Málaga el blanqueo de narcoeuros ha supuesto un 250% más de operaciones policiales en un año.
Tijuana europea
El plan es el primer gran despliegue policial sostenido en el tiempo contra un fenómeno no terrorista en un área delimitada del territorio español. Y de él se anotan experiencias, apuntan estas fuentes, para futuros golpes en otras zonas de tráfico intenso de drogas, pequeñas narcorrepúblicas clandestinas del país. Su rediseño coincide con el inicio de otro plan emprendido por Interior, específico contra el aumento exponencial del negocio de la marihuana.
La gota que desbordó el vaso de la pérdida de fuerza del Estado fue el asalto al hospital de la Línea de la Concepción. El 7 de febrero de 2018, veinte encapuchados se llevaban a la fuerza a Samuel Crespo, uno de los líderes del clan de los Castaña. Dos policías lo habían llevado allí tras caerse de una moto en una persecución; los peones del narco superaron en fuerza a los agentes.
El suceso era el culmen de la conversión del Campo de Gibraltar en una Tijuana europea, desbordadas las fuerzas de seguridad por el enjambre de motocicleteros a sueldo de los traficantes, la variedad de puntos de desembarco de fardos de droga y la agresividad con que los cargadores estrellaban sus 4x4 contra los coches-patrulla.
Millones intervenidos
Se hacía evidente la necesidad de parar a los señores del hachís, y detener su infección en la sociedad. “Aquí hay familias enteras que viven de la droga, adolescentes enriquecidos, que no tienen ya posibilidad ni voluntad de buscarse la vida en otra cosa”, advertía a este diario una fiscal especial antidroga del sur.
Tres años después, “la presión se nota”, asegura una de las fuentes policiales. Por los alrededores de Gibraltar no se ven ya tantos cochazos conducidos por ninis, ni los traficantes hacen ostentación de riqueza en Facebook y TikTok, como hacía de sus mariscadas Borja “El Titi”, capo enviado a prisión.
“Han tenido que volverse discretos”, explican estas fuentes. El 21 de noviembre caía desarticulado el clan de los Maya en un golpe de la Policía y la Agencia Tributaria; y en diciembre la Guardia Civil acabó de demoler el clan del Titi. En Interior celebran los resultados. Solo el operativo específico de la Guardia Civil (parte del plan general) se anota 8.000 detenciones, 1.000 toneladas de hachís incautado, cerca de 3.000 coches y motos y 1.000 embarcaciones paradas y 260 millones de euros intervenidos.
Los guardias lo llaman “plan Carteia”, como el enclave arqueológico de San Roque. “Es por la vuelta a los orígenes”, explican. El dinero intervenido es tanto como lo que factura en un año todo el sector del big data en Catalunya, o lo que viene facturando anualmente en España el sector de la aceituna de mesa, “pero es solo una pequeña parte de lo que mueve la droga”, aseguran.
Gasolineros
El plan ha derribado a los hermanos Francisco y Antonio Tejón, líderes de los Castaña; cayó El Titi, cayó El Hagi, cayó El Enano, cayó Fikri Amellah, cayó el ‘clan de los Futbolistas’, “collas” y jefes invictos de la droga. Pero sigue huido, supuestamente en su santuario tetuaní, Abdellah El Haj Sadek el Menbri, ‘El Mesi’. Y han quedado en el saldo también un guardia civil muerto (Agustín Cárdenas) y dos policías nacionales heridos en atropellos durante violentas huidas de traficantes, además de un agente de aduanas ahogado al caer su helicóptero al mar; y dos policías locales también atropellados antes de esta ofensiva.
La presión policial intenta ahora estrangular el flujo de gasolina. “Parando el combustible, paras el tráfico”, explica el oficial de la Guardia Civil. A los narcos se les ha hecho peligroso atracar las lanchas en la costa española y se ven obligados a tenerlas permanentemente en el agua, a la espera de pasarle el cargamento a un pesquero o un yate. Y eso precisa gasolina. Los peones quemados se buscan la vida como “gasolineros”, llevando bidones para abastecer en el mar.
Que haya disminuido la impunidad no aminora el despliegue. Son más de 4.000 golpes policiales, 2.000 instrucciones judiciales por año. La Guardia Civil tiene en la zona a unidades del GAR, empleadas antes como fuerza de élite contra ETA y hoy parte de la aportación española a la guerra antiyihadista en el Sahel. La Policía aumentará sus efectivos con parte de los 2.975 agentes que este año han de recoger sus despachos en la Escuela de Ávila.
Parte del esfuerzo se dirige hacia dentro, a cortar la propia corrupción policial, acabar con la tentación de un dineral por mirar a otro lado. Ya son más de veinte detenciones de guardias. La última en otoño pasado: uno que pasaba información a los delincuentes. Los agentes de Asuntos Internos participan en el CRAIN (Centro Regional de Análisis e Inteligencia contra el Narcotráfico), con los de Información y Policía Judicial. Pero “hay que actuar en más costas –sostiene una de las fuentes consultadas- porque el narcotráfico no se destruye: se desplaza o se transforma.”
Suscríbete para seguir leyendo
- Hacienda te devuelve 300 euros si tienes un hijo menor de 25 años y 900 si tienes dos: así tienes que ponerlo en la declaración de la renta
- Muere Itxaso Mardones, reportera de Gloria Serra en 'Equipo de investigación', a los 45 años
- Adiós a los cajones de la cocina: la solución con perchas que puedes colocar en cualquier parte
- Pedro Sánchez se plantea renunciar como presidente del Gobierno tras la investigación a su mujer
- El CIS publica una encuesta sobre las elecciones en Catalunya a pocas horas del comienzo de la campaña
- Tiempo de Catalunya, hoy, viernes 26 de abril: empieza un esperanzador episodio de lluvias
- El CEO publica la primera encuesta de la campaña de las elecciones en Catalunya
- Buenas noticias para los jubilados: la paga extra de verano viene con sorpresa