Lacra social irresuelta

El Clínic detecta que las violaciones grupales se han duplicado desde 2019

Las chicas entre 16 y 25 años son la mitad de las víctimas atendidas en urgencias, pero llegan tarde al hospital y sin ganas de denunciar a sus agresores

Los sanitarios piden recursos a la Conselleria de Salut para mejorar la calidad de una labor que actualmente hacen de forma "voluntaria"

Exterior del Hospital Clínic de Barcelona

Exterior del Hospital Clínic de Barcelona / Francisco Avia

Elisenda Colell

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"La pandemia no nos ha cambiado, no hemos aprendido nada", este es el lamento de la doctora Lluïsa Garcia Esteve, psiquiatra y presidenta de la comisión de violencia de género del Hospital Clínic de Barcelona, tras ver que el bajón de casos durante el año 2020 ya se ha vuelto a recuperar. En lo que llevamos de año, el centro atendió a 368 víctimas de agresiones sexuales en urgencias, datos similares a los de antes de la pandemia. De estos casos, el 17% eran agresiones sexuales en grupo, el doble de las que se registraron en 2019, 2018 y 20217 y los médicos sospechan que una de cada tres sufren sumisión química, han sido drogadas. La mitad de los agresores son familiares, amigos o personas conocidas por las víctimas, pero hubo 5 chicas menores de 25 años agredidas por taxistas, y 8 que vivían en la calle.

El fin del toque de queda

Cada día, una mujer llega hasta las urgencias del Clínic tras sufrir una agresión sexual. Datos ligeramente inferiores a los de 2020, con 100 casos menos en el mismo período del año. Pero si nos fijamos con detalle en la evolución del 2021, el fin del toque de queda, a mediados de mayo, hizo estallar los casos de agresiones sexuales que atendió el centro, en la ciudad de Barcelona. Desde mayo el número de mujeres agredidas sexualmente que pidieron ayuda en el hospital creció de forma considerable, incluso se duplicó en algunos meses. En este contexto cabe destacar que las agresiones sexuales grupales son las que más crecen. Si antes de la pandemia se encontraban alrededor del 7% de los casos, en 2021 el porcentaje ya sube al 17% del total. "Hay grupos de hombres que encuentran un divertimento violar a mujeres, e incluso lo graban y lo comparten. Les gusta definirse como violadores", ha dicho la doctora.

Avergonzadas y con miedo

Mayoritariamente, las víctimas son chicas jóvenes, incluso menores de edad. La mitad de las atendidas tenían entre 16 y 25 años. A los médicos del hospital les preocupa cómo son violadas. La práctica mayoría, el 70%, consumieron drogas y alcohol cuando fueron violadas. Y entre el 30 y el 36% de estos casos los médicos sospechan que las chicas fueron drogadas por parte de sus agresiones para que no se resistieran al momento de violarlas. Además, en el 15% de las agresiones a las más jóvenes son grupales. Pero entre las chicas más jóvenes, casi la mitad llega al hospital tres días después de que se haya producido la agresión y con nulas ganas de presentar denuncia contra su agresor.

"Uno de los problemas que nos encontramos es que con las chicas que llegan pasadas las 72 horas no podemos pedir un médico forense para que recopile las evidencias de la agresión, no vienen", ha explicado la doctora, que ha pedido cambios de la judicatura en ese sentido. Y en segundo lugar hay cierta preocupación en el hecho de que las chicas no quieran poner ante la justicia a sus agresores. "Tienen información, saben que es un delito, pero en aquel momento lo único que quieren es pensar que todo aquello ha sido una pesadilla, que se esconderán debajo de la cama y jamás habrá ocurrido, que seguirán con su vida normal. También tienen mucha vergüenza y mucho miedo del enfado del agresor ya que, muchas veces, es alguien de su entorno", ha expuesto la doctora.

Faltan recursos

A los médicos del hospital les gustaría poder indagar más en esta realidad. Poder entender porqué las chicas violadas no quieren denunciar, y poder acompañarlas mejor en todo este sufrimiento. "Nosotros hacemos esta atención individualizada y con trabajadores sociales y varios profesionales implicados porque creemos en ello, lo hacemos de forma voluntaria, así como la recopilación de datos. Pero evidentemente necesitamos recursos de la conselleria de Salut y de la Generalitat para poder formar a los profesionales de urgencias, para poder dar una atención de mayor calidad, y también poder hacer investigación", ha dicho García Esteve. Y es que, según la doctora, las secuelas psicológicas que tendrán estas mujeres se acabarán manifestando a corto o a largo plazo, y hay que atenderlas de forma específica. "Es un problema de salud, estas agresiones desarrollaran enfermedades que se deben atender", ha insistido.

La mayoría de las agresiones ocurren en domicilios, el 58% del total. Pero aquí se diferencian varios tipos. En algunos casos las parejas que están separadas pero viven en la misma vivienda por la dificultad de encontrar un piso por separado, y es ahí donde la expareja agrede a la víctima. En otros es en el domicilio del agresor, dónde la víctima es trasladada. Un 15% de mujeres fueron agredidas en la vía pública, ya fuera en portales, en la playa (dónde se registró un aumento de casos de 3 a 7) o porque eran mujeres sin hogar, que también crecieron en cinco casos más.