Cráneo analizado por un equipo forense

El paradero de Antonio Anglés: una prueba de ADN quiere arrojar luz al crimen de las niñas de Alcàsser

Los expertos estudian una calavera encontrada en una isla de Irlanda

No es la misma que ya se descartó, sino un segundo hueso de cabeza

Antonio Anglés

Antonio Anglés

El Periódico

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Casi tres décadas después del crimen de Alcàsser, una prueba de ADN a una calavera puede arrojar luz a este triple asesinato cometido en 1992. Según publica 'La Razón', la Policía nacional ha solicitado que se coteje el ADN de un cráneo encontrado en 2006 en la isla de Lambay, en Irlanda.

Conviene subrayar que este cráneo no es el que se descartó hace veinte años, ya que ese fue encontrado en la isla de Cork.

Este hueso fue encontrado hace 15 años por unos pescadores, pero no fue hasta hace poco cuando los investigadores hicieron la reconstrucción digital de la calavera, y reclamaron ayuda para su identificación. Cuando la petición llegó a España, las fuerzas del orden pronto apreciaron el parecido con Antonio Anglés, uno de los sospechosos del crimen que aún está en paradero desconocido. Los periodistas Genar Martí y Jorge Saucedo -autores del libro 'El fugitivo', sobre la huida de un Anglés que ahora tendría 55 años- han afirmado en 'Espejo Público' que la Policía ha pedido que se coteje el ADN de este cráneo.

Crimen brutal hace tres décadas

El asesinato de las tres niñas -Míriam, Toñi y Desirée- mantuvo en vilo a todo el país durante más de dos meses y el posterior seguimiento mediático del dolor de sus familias y la investigación forense y policial dieron pie a lo que numerosos analistas han llegado a denominar el inicio de la "telebasura".

Las víctimas fueron vistas por última vez el 13 de noviembre de 1992, cuando se dirigían desde Alcàsser, donde residían, a la discoteca 'Color' de la vecina Picassent, adonde nunca llegaron. Su desaparición dio paso a una intensa búsqueda que concluyó el 27 de enero de 1993 cuando dos apicultores hallaron los cadáveres semienterrados de las adolescentes en un paraje de difícil acceso conocido como 'La Romana', cerca de la presa de Tous.

Las autopsias confirmaron que Miriam, Toñi y Desirée fueron torturadas y violadas antes de morir de un disparo. La repercusión mediática del triple crimen fue tal que, a las pocas horas de haberse encontrado los cuerpos, programas de emisión nacional trasladaron sus platós a Alcàsser y entrevistaron a los padres, familiares y amigos de las niñas.

Un día después del hallazgo de los cuerpos fueron detenidos varios sospechosos, entre ellos Miguel Ricart, que en su primera declaración ante la Guardia Civil admitió su participación en los crímenes, y Enrique Anglés, puesto en libertad el 30 de enero.

La huida de Anglés

Un tercer sospechoso, Antonio Anglés -hermano de Enrique-, que se encontraba fugado de Picassent tras aprovechar un permiso penitenciario, se dio a la fuga, aunque su participación en los crímenes fue probada al descubrirse unos papeles rotos junto al lugar donde estaban enterrados los cuerpos.

Desde entonces se desconoce su paradero y aunque se especuló con que podía haber muerto ahogado en aguas de la costa de Irlanda, su búsqueda ha continuado, sin éxito, por distintos países de Latinoamérica y Europa.