Negacionistas

Despedida la médica de Manacor crítica con las vacunas

La doctora boliviana Marcela Rodríguez asegura que «la Residencia Seniors ha prescindido de mí por no ir en su línea»

Marcela Rodríguez interviene en el acto de la Plaza España que le ha costado el trabajo

Marcela Rodríguez interviene en el acto de la Plaza España que le ha costado el trabajo / DM

Matías Vallés

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«La Residencia Seniors de Manacor me despidió directamente, dos días después del acto de la Plaza España de Palma en que pedí un debate científico abierto sobre las vacunas contra la pandemia». Marcela Rodríguez, médica boliviana con el título homologado por la universidad de Valencia, resume así una decisión «que me sorprendió, después de tres años trabajando allí por un sueldo precario. La razón que me dieron es que no iba por la misma línea que la residencia, siento tristeza y pena».

Rodríguez se convirtió a finales del mes pasado en la protagonista destacada de un acto crítico con las vacunas, aunque esta médica general matriculada ahora en un máster en Gerontología rehúye el término de negacionista. «No lo soy, me defino como aclaracionista». A partir de esta postura, demandó «que pasaran por mi consulta todas las personas de la residencia que se deseaba vacunar, para ver si eran aptos o no». En la versión de la doctora, la residencia de mayores donde trabajaba le negó esa prerrogativa, «diciendo que yo no tenía que dar mi opinión personal».

La Residencia Seniors se desmarcó de inmediato de las manifestaciones efectuadas por su empleada en la Plaza España, aunque se negó a informar sobre la adopción de medidas disciplinarias. Rodríguez sostiene que «yo estorbaba», y el despido le supone un serio quebranto porque «soy el sostén de toda mi familia, dos niños y un marido».

Rodríguez se sitúa en oposición radical a la vacunación contra la covid, y exige «bases científicas que demuestren que estas vacunas solucionarán la pandemia. Por ignorancia de los tratamientos, ya murió mucha gente en la primera etapa». Respecto al resultado del debate que propugna, «si ellos tienen razón, reculo, pero nos merecemos una aclaración. Tenemos a la gente mareada, son carne de cañón».

Rodríguez niega estar integrada en el movimiento genérico contra la vacunación. «Estoy definitivamente a favor. Mis hijos se han vacunado contra las enfermedades en las que es obligatorio, yo creo en las vacunas». Concentra su hostilidad en los fármacos aprobados para combatir la covid. «Yo no me vacunaría, no sé qué se están poniendo. Me niego a colocarme o a colocar una sustancia que desconozco».

La doctora de origen boliviano, «con doble nacionalidad», continúa trabajando en el centro médico privado Messsalut de Manacor, «donde no he tenido ningún problema». También está a la espera de la resolución sobre su caso que debe adoptar el Colegio de Médicos. La profesional sanitaria se siente tranquila al respecto, «porque no me han enviado ninguna comunicación».

Rodríguez ya protagonizó actuaciones decididas con motivo del confinamiento selectivo de Manacor, acordado por el Govern para contener una incidencia disparada de los contagios, y que fue discutido por el propio alcalde de la ciudad. Tras el despido, ha puesto su situación laboral en manos de un abogado.

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