El uso del contenedor amarillo creció un 8,1% y el del azul un 2,2%

A pesar de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, el reciclaje se ha consolidado en 2020 como una práctica medioambiental muy extendida en Catalunya, tal y como destacan los datos proporcionados por las 947 entidades locales que prestan el servicio de recogida de estos residuos en la Comunidad a Ecoembes, la organización ambiental sin ánimo de lucro encargada de la gestión de los envases domésticos ligeros. 

Así, cada ciudadano catalán depositó 22kg de residuos, lo que supone un 8,1% más respecto al año anterior, en los 38.367 contenedores amarillos destinados a los envases domésticos de plástico, metal y brik y en los sistemas de recogida selectiva de puerta a puerta que tienen a su disposición. Estas cifras reflejan que, durante los últimos cinco años, la cantidad de residuos reciclados se ha incrementado un 42% y consolidan el creciente compromiso ciudadano con el reciclaje. Sin embargo, de media, cada ciudadano depositó en el contenedor amarillo 5,7 kg de residuos que no son envases. Por este motivo, hay que seguir reforzando y sensibilizando sobre la importancia de mejorar la separación que los ciudadanos hacen en sus hogares.

Colaboración ciudadana

Por su parte, la colaboración ciudadana hizo que cada catalán depositara 27,3kg de papel y cartón en los 36.347 contenedores azules que hay situados en la vía pública para reciclar este tipo de envases a través del contenedor azul, una cifra que aumentó un 2,2% en 2019, y un 39% en los últimos cinco años. Cabe destacar que, en los contenedores azules, además de envases domésticos, se depositan otros residuos, como el papel y el cartón comerciales y las revistas.

Junto a los contenedores azules y amarillos, y los sistemas puerta a puerta, durante 2020 los envases domésticos ligeros de plástico, metal, brik, papel y cartón se pudieron depositar en otros 3.037 contenedores de recogida selectiva situados en lugares de gran concurrencia como oficinas, estadios, centros de hostelería o festivales. De igual forma, las plantas de residuos urbanos también recogieron envases domésticos ligeros a través de los contenedores de resto, un lugar en el que no deberían depositarse estos residuos, pero al que, gracias a la colaboración ciudadana, llegan cada vez menos envases.

Tal y como señala Josep Maria Tost, director de la Agència de Residus de Catalunya (ARC): “a pesar de la pandemia, los ciudadanos y ciudadanas catalanes han continuado con sus hábitos de separar los residuos y darles una segunda oportunidad como recursos”.

Soluciones innovadoras

Al mismo tiempo, en 2020 se comenzó a extender en la región RECICLOS, el primer Sistema de Devolución y Recompensa (SDR) de España destinado a fomentar la recuperación y el reciclaje de latas y botellas de plástico de bebidas a cambio de recompensas sostenibles. Este sistema supone un paso más en la evolución del actual sistema que gestiona Ecoembes, asentado desde hace más de dos décadas. 

RECICLOS nació gracias a una prueba piloto en 4 localidades en colaboración con la Generalitat de Catalunya que después se ha ampliado hasta alcanzar a ya a más de un millón de catalanes, gracias entre otros motivos a la instalación de máquinas RECICLOS en las estaciones de Ferrocarrils del Área Metropolitana de Barcelona, una acción pionera en el país, que ha permitido a los ciudadanos seguir reciclando las latas y botellas de plástico de bebidas que consumen fuera de sus hogares

Gestión de los envases domésticos ligeros

La misión de Ecoembes es coordinar y financiar el ciclo del reciclaje de los envases domésticos de plástico, metal, brik, papel y cartón en todo el estado con el objetivo de que estos residuos se recuperen y reciclen de manera eficiente y sostenible para garantizar su circularidad. Los envases domésticos cuyo reciclaje gestiona esta organización, suponen un 8% en peso del total de residuos municipales generados. 

Tal y como establece la Ley de Envases 11/97, Ecoembes cubre el coste eficiente de lo que supone para las 8.131 administraciones locales españolas prestar el servicio esencial de recogida selectiva y tratamiento de envases domésticos ligeros. En ambos casos, estas actividades están está permanentemente auditadas, por las autoridades públicas como por inspecciones internas de la organización ambiental, que mantienen un control estricto sobre las cantidades recogidas de los contenedores y posteriormente recicladas