ENTREVISTA

Rafael Martínez: "Todos somos corresponsables de las colas del hambre"

"Queremos generar estructuras vecinales para recuperar el espíritu comunitario del barrio", afirma el presidente de la oenegé De Veí a Veí, de Sant Antoni

Rafael Martínez, De Veí a Veí

Rafael Martínez, De Veí a Veí / Oriol Miralles

Montserrat Baldomà

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La pandemia ha ampliado el perfil de las personas que acuden a los bancos de alimentos: ya no se trata solo de población en situación de pobreza severa, sino también de familias de rentas medias o bajas, y de parejas jóvenes. En el último año, los bancos de alimentos de Catalunya han registrado un incremento de la demanda del 30%. Ante esta situación, la Fundación ‘la Caixa’ y CaixaBank impulsan la segunda campaña solidaria 'Ningún hogar sin alimentos'. De Veí a Veí, una oenegé del barrio barcelonés de Sant Antoni, es una de las 636 entidades que reparten la ayuda de los bancos de alimentos. Su presidente, Rafael Martínez, apuesta por recuperar el espíritu comunitario de barrio.

-¿Qué persigue De Veí a Veí?

-Somos una organización de barrio que pretende generar estructuras comunitarias. Nos movemos sobre tres paradigmas. El primero es la pirámide de Maslow, porque es importante identificar las necesidades y entender la jerarquía de las mismas para poder elaborar un plan de acción. El segundo es la sociedad líquida, de Zygmunt Bauman, filosofía según la cual vivimos en una sociedad individualizada en la que se debilitan los vínculos humanos. Nosotros luchamos contra eso, queremos generar estructuras vecinales, de colaboración, para ayudar a recuperar el espíritu comunitario que antes existía en los barrios. Un grupo de gente en red puede realizar cosas mucho más grandes que una persona sola. El tercer paradigma es el empoderamiento, el principal objetivo a la hora de ofrecer apoyo es fomentar la autonomía de las personas. No es dar caridad.

-¿La red vecinal se ha revelado más importante que nunca en estos momentos?

-En Barcelona pasó algo muy grave y es que los servicios sociales se escondieron. Y la población tomó el relevo. Aquí, en el barrio se tejió mucha red. Lo más emocionante ha sido ver la inteligencia colectiva de la gente, cómo ha actuado de forma altruista, pensando en el otro. Mucha gente ha tomado conciencia y ha visto la utilidad de su trabajo. Por ejemplo, hemos ganado mucho voluntariado joven.

-El último año está siendo una pesadilla para muchas personas. ¿En cuánto han visto incrementada su demanda? 

-Antes de marzo del 2020 entregábamos algo más de dos toneladas al mes; ahora durante la pandemia hemos entregado más de 160 toneladas. Entre familias y sintecho, para los que hemos creado un servicio de entrega de comida preparada, atendemos de forma regular a unas 500 personas. Es de agradecer la rápida respuesta del Banc dels Aliments. Además se han creado estructuras inteligentes y se han tejido redes con otras entidades.

-¿Ha cambiado el perfil del usuario?

-Sí. Además, no olvidemos que la gente que llega a nosotros es la que ha agotado ya su red más próxima, de familia y amigos, que sigue siendo el sostén en muchos casos. Lo que vemos más son autónomos y familias monoparentales.

-Lamentablemente, las colas del hambre son noticia. Pero ustedes logran evitarlas. ¿Cómo la hacen?

-Con citas programadas. Los usuarios vienen con día y hora y siempre las atiende el mismo equipo. Y con eso hemos aprendido mucho, porque cuando estableces relación con las personas, además de detectar las necesidades que no siempre son fáciles de verbalizar, como pedir compresas, podemos trabajar un plan de empoderamiento y acogida en plano de igualdad. Los usuarios tienen una dotación en una moneda virtual, el ‘Tonet’, como el gigante del barrio, y así pueden elegir qué se llevan y también ahorrar. El objetivo es el empoderamiento. 

-¿Las colas del hambre son también de colas de vergüenza? ¿Demuestran que hemos fracasado como sociedad?

-Son un fracaso abrumador y nos deben recordar que todos somos corresponsables. Como vecinos somos corresponsables y debemos ser conscientes de que con poco esfuerzo podemos cambiar las cosas, trabajar por la justicia social. Es necesario empoderar más a las organizaciones vecinales porque su trabajo da resultados.  

Un futuro con más oportunidades

EL PERIÓDICO y Fundación ‘la Caixa’ dan voz cada semana a los perfiles sociales, culturales y científicos que con su esfuerzo están creando una sociedad con más oportunidades para todos