La Iglesia española admite 220 casos de sacerdotes pederastas en 20 años

Los obispos dicen desconocer el número de víctimas, las fechas o los lugares en los que tuvieron lugar los abusos sexuales sobre menores

La difusión de datos se produce después de que la ministra Belarra acusara a los obispos, en el debate de la ley de infancia, de ocultación

El nuevo secretario General de la conferencia Episcopal  Luis Argüello Garcia

El nuevo secretario General de la conferencia Episcopal Luis Argüello Garcia / periodico

Agencias

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La Iglesia española ha dado a conocer este viernes, por primera vez, los datos de denuncias contra sacerdotes acusados de cometer abusos sexuales sobre menores. Según sus registros, 220 clérigos han sido denunciados desde 2001. 151 expedientes han sido ya resueltos y 69 siguen abiertos. Y 144 denuncias se refieren al clero secular y 76 al clero regular, aunque no se incluyen denuncias contra hermanos no sacerdotes de una congregación religiosa o laica, como profesores de religión.

Los datos, procedentes de la Congregación para la Doctrina y la Fe, fueron remitidos el pasado 20 de abril a la Conferencia Episcopal Española (CEE), que los había requerido anteriormente, y los ha dado a conocer este viernes el portavoz de los obispos, Luis Argüello, en la rueda de prensa posterior a la Asamblea Plenaria de los obispos.

La acusación de Belarra

La Plenaria comenzó el pasado lunes en medio de la polémica por las palabras de la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, quien acusó a la Iglesia española de ocultar los casos de abusos sexuales a menores que se habían producido en el seno de la institución, en el debate en el Congreso sobre la ley contra la violencia infantil, que ha sido aprobada recientemente.

Estas declaraciones ofendieron a los obispos que, de manera inusitada, emitieron un comunicado en el que acusaban a la ministra de querer "ensuciar" la labor de la Iglesia. El cruce de acusaciones continuó con una carta de Belarra dirigida al presidente de la CEE, Juan José Omella, en la que le advertía de que la Iglesia española está lejos de cumplir con los compromisos de transparencia exigidos por el papa Francisco.

Y en defensa de los obispos salió el nuncio apostólico en España, Bernardito Auza, quien afirmó que nadie podría ver falta de transparencia en esta institución ni "poner en duda la credibilidad de la Iglesia en sus declaraciones y actividades".

Sin víctimas o lugares

En este contexto, los obispos han hecho públicos este viernes los datos de las denuncias, pero aseguran desconocer el número de víctimas, los lugares o años en los que se cometieron esos abusos. Tampoco saben las denuncias que han recibido hasta la fechas las oficinas de atención a las víctimas que han abierto las diócesis en este último año, aunque Argüello asegura que son escasas.

Pese a la falta de estos datos, Argüello ha puesto en relieve que el Vaticano ha dado su visto bueno al documento. Asimismo, ha reconocido que "en alguna época" la Iglesia quizá "ha caminado demasiado despacio" y, en otra, "ha mirado para otro lado y ha dicho que los trapos sucios se lavan en casa". En todo caso, ha remachado que "es especialmente doloroso, injusto y no adecuado poner todo el foco, al hablar de los abusos, en la Iglesia", institución que, según él, cuando recibe una denuncia, "inmediatamente", se lo comunica a las autoridades judiciales.