"Hay que perder el miedo a las nuevas tecnologías"

La pandemia está provocando profundos cambios laborales y sociales y, en ese escenario, las nuevas tecnologías se han vuelto imprescindibles. Fundación ‘la Caixa’ y Fundación Accenture han unido esfuerzos para proporcionar formación digital a 10.000 personas en riesgo de exclusión de toda España. Jordi Olivan, técnico de Intermedia y dinamizador de la oficina pedagógica de Incorpora, el programa de inserción sociolaboral de la Fundación ‘la Caixa’, ha formado a los profesionales que impartirán estos talleres.

-¿Tener competencias digitales hoy ya no es una opción sino una necesidad? 

-Exactamente, pero no solo a la hora de buscar un empleo, que es lo que trabaja Incorpora, sino que afecta a la vida de la persona. Ante una página de ofertas de empleo, las nuevas tecnologías son fundamentales, pero también hay quien no sabe sacar un certificado de prestaciones del SEPE, fichar en el SOC o pedir una cita previa en la Seguridad Social. Si no se saben usar estas herramientas se pasa a formar parte del ejército de personas que están excluidas de este mundo en el que la digitalización está a la orden del día. 

-Y eso agrava el riesgo de exclusión laboral y social.

-Van de la mano. En el terreno laboral, muchas empresas ya hacen las entrevistas de selección de personal por ‘Zoom’ o ‘Teams’; si uno no sabe usar estas herramientas ya está fuera del proceso. Con la pandemia se ha perdido presencialidad, así que si no se dominan estas herramientas estás fuera, aislado, excluido socialmente.

-Cuando hablamos de exclusión siempre pensamos en los colectivos más vulnerables, pero cuando hablamos de exclusión en materia digital ¿la cosa cambia?

-Totalmente. No afecta solo a personas en riesgo de exclusión o con baja cualificación profesional, sino que afecta a todos los que por diferentes motivos, ya sea edad o itinerario profesional, no están digitalizados. En Incorpora trabajamos mucho cómo uno se posiciona frente a la digitalización, si se hace desde una actitud de miedo y de resistencia o desde una mirada positiva y con ganas de aprender. 

-¿Cómo se vence la resistencia?

-Transmitiendo que es una oportunidad. No tenemos una varita mágica, pero trabajamos para que la persona vea que los beneficios de esta competencia digital superan el tiempo invertido en el aprendizaje y la adaptación a la nueva herramienta. Si lo conseguimos, es factible que la persona acepte salir de su zona de confort. 

-¿Ser joven es sinónimo de competencia digital?

-Los jóvenes están más familiarizados con el mundo digital, pero eso no garantiza que hagan un buen uso. Por eso, en la sesiones, tenemos contenidos que van dirigidos a personas que, quizá por edad, tienen competencias digitales, pero puede que utilicen las herramientas de forma algo irresponsable. Trabajamos la huella digital, ser conscientes de que la información que ponemos en internet queda allí para siempre y puede ir en nuestra contra, por ejemplo, en un proceso de selección de personal. Hacer un buen uso de una herramienta también es competencia digital. Por eso los jóvenes no están exentos de hacer estos talleres; seguro que sacan provecho.

-¿En qué consistirá la formación?

-Los contenidos están muy dirigidos a trabajar esta disposición hacia el mundo digital, que conozcan la importancia de la digitalización, que pierdan el miedo a internet y a la tecnología y que se familiaricen con herramientas, como la videollamada y la mensajería instantánea, y aprendan a escribir un correo electrónico a una empresa para entrar en un proceso de selección. Pero el taller sobre todo lo que busca es concienciar, ayudar a las personas a perder el miedo. No se necesitan grandes dotes o una formación previa alta para aprender. Hace más la actitud que la aptitud.