Un año del estado de alarma

“Han aprovechado la pandemia para centralizar servicios”

Mari Luque y Emilia García, vecinas de Can Massuet, en Dosrius.

Mari Luque y Emilia García, vecinas de Can Massuet, en Dosrius. / El Periódico

Montse Baraza

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Mari Luque (67) vive en Can Massuet, a unos 3 km del centro de Dosrius. Sufre fibromialgia y osteoporosis y necesita revisarse la tensión cada semana. Antes de la pandemia, iba andando al consultorio que había en este núcleo del municipio. Ahora ya no puede. Y para ir hasta Dosrius depende de un bus que pasa cada 2 horas o de que la lleve alguna vecina. Llamar al médico es una odisea. “Tardan horas en coger el teléfono y si necesitas algo urgente hay que ir a Argentona”, relata Mari. Su amiga Emilia García se levantó un día clavada de la espalda. “Llamé al centro de Dosrius y me dijeron que me llamarían. Como pasaban las horas y el dolor era horroroso, unos vecinos me acercaron. Me dijeron que esperara. Protesté e incluso llamé a la policía. Entonces salió el doctor y me dijo que cómo me habían hecho esperar. Que pasara que me tenía que pinchar”. “Queremos lo que teníamos”, reivindica Emilia antes de denunciar que “han aprovechado la pandemia para centralizar servicios. Y lo hacen sin informar, a hurtadillas".

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