DÍA DE LA MUJER

El 8-M del covid: "No nos podíamos quedar en casa"

Unas 4.500 mujeres llenan paseo de Gràcia en homenaje a las víctimas de la violencia machista

"Teníamos que salir a la calle por todas las que no han podido hacerlo", reza una de las manifestantes

La pandemia achica pero no silencia la marea lila en Barcelona a favor de la igualdad y contra el patriarcado

Manifestación del 8-M en el Passeig de Gràcia de Barcelona

Carlos Márquez Daniel

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Coloca las cartulinas en el suelo sin un orden concreto y sin esforzarse en alinearlas. En ellas, un nombre escrito, la edad, una provincia y un lazo negro. Son las mujeres asesinadas a manos de sus parejas en España desde el 1 de enero de 2020 hasta el 4 de marzo de 2021. Gloria, Reneé, Juliana, Iwinosa, Judith, Ciara, Mónica, María Belén, Olga..., y así hasta 49. La joven voluntaria de la manifestación del 8M en el barcelonés paseo de Gràcia invita a acomodar unos cuantos de estos papeles. "Verás cómo así, al verlo escrito, la violencia machista te remueve un poco más". El día de la mujer en el año de la pandemia no se ha olvidado del lado más crudo de la batalla por la igualdad. Han salido a la calle a pesar de las restricciones. Y eso, para todas las asistentes consultadas, era ya de por sí un éxito. "No nos podíamos quedar en casa".

Paseo de Gràcia, tomado este lunes por el grito a favor de la igualdad

Paseo de Gràcia, tomado este lunes por el grito a favor de la igualdad / FERRAN NADEU

El entorno de la protesta es ideal para entender el grito, porque si algo tiene la lucha por los derechos de la mujer es que se trata de un problema tan enquistado como estructural. Es decir, está en todas partes: en casa, en el trabajo, en el súper, en la calle; con mayor o menor grado, pero en todas partes. A eso de las 17.30 horas todavía circula algún autobús por la calle de València, y resulta que el 21,6% de las mujeres que usan el transporte público se han sentido en alguna ocasión acosadas.

Lucha estructural

Las tiendas de paseo de Gràcia siguen abiertas, lo que trae a la memoria que el porcentaje de mujeres con jornada laboral parcial dobla al de los hombres, que solo el 38% de los directivos son mujeres o que la brecha salarial de género está en España cerca del 20%. un par de empleadas de una multinacional andan por la calle de Aragó, desierta, sin tráfico. No parece que hayan cumplido los 30. El índice de victimización de las mujeres de entre 16 y 29 años en Barcelona (porcentaje de la población que asegura haber sido víctimas de un delito) es del 37%, casi 13 puntos porcentuales por encima de la media total de la ciudad.

Pancarta contra el patriarcado en paseo de Gràcia, este lunes

Pancarta contra el patriarcado en paseo de Gràcia, este lunes / FERRAN NADEU

Si se echa una ojeada a las viviendas, las pocas que deben quedar con inquilinos en este bulevar, puede que en alguna viva una mujer víctima de malos tratos que con la pandemia ha visto como su situación empeoraba. Porque con las restricciones ya no tienen dónde huir. "Nos quisieron enterrar y no sabían que éramos semillas", reza la pancarta manuscrita por una joven con el pelo teñido de lila. No muy lejos de la Pedrera hay un edificio modernísimo de pisos turísticos. Es probable que disponga de un servicio de limpieza y que esas mujeres arrastren una precarización que no les permite sumarse a una jornada huelga. Porque no pueden permitirse un día sin sueldo cuando el jornal apenas les da para vivir. Menos todavía, por ejemplo, en una ciudad en la que el precio medio de un piso se acerca peligrosamente a los mil euros.

En la calle pese a todo

Hay coincidencia en que quedarse en casa "no era una opción". "Y mucho menos este año, cuando por culpa del covid hay muchas situaciones que se han agravado. Nosotras teníamos que salir a la calle por todas las que no han podido hacerlo, así que tenía más sentido que nunca. Por no hablar del intento de boicotear la mani de Madrid, que todavía nos ha dado más ganas". Quien se expresa así es Marta, de 58 años, veterana de la lucha por la igualdad, madre de dos hijos "que están por aquí pero no sé muy bien dónde".

"Semiconfinadas, pero jamás calladas", resume otra pancarta. La carga Andrea, que no tendrá más de 40 años. Trabajadora social, dice que tuvo sus dudas porque vive con sus padres y todos estos meses ha tenido mucho cuidado con el virus. "No he llegado a tiempo de reservar plaza en la manifestación (se agotaron las 3.600 inscripciones) pero he venido igualmente". Como muchas, se ha quedado fuera de la zona marcada con cinta. En total, según la Guardia Urbana, han sido unas 4.500 las personas que han tomado la arteria más comercial de Barcelona para denunciar la lacra menos discutible de la sociedad.

Otra de las pancartas manufacturadas de la manifestación del 8m en Barcelona

Otra de las pancartas manufacturadas de la manifestación del 8m en Barcelona / FERRAN NADEU

A pesar del tono reivindicativo, del minuto de silencio por las víctimas de violencia machista, (más de 1.000 desde que hay registros, esto es, desde el 2003) y de los gritos contra un sistema que apea a la mujer de la prosperidad laboral e incluso, del acceso a una vivienda digna, la tarde se ha desarrollado en un ambiente festivo, amenizado por música que puso a bailar a mujeres de tres generaciones. Es obvio, y ha sucedido por razones evidentes, que no eran las 50.000 mujeres del 8M del 2020, cuando el país estaba a un suspiro del confinamiento. Da igual la cifra, parece sentenciar una de las pancartas más pequeñas: "Seguimos aquí".