Recuperar las reservas

Alfombra roja a la generosidad

El maratón para la donación de sangre se viste de cine con tratamiento de estrella y bolsa de palomitas para los donantes

Tras las Navidades, el Banc de Sang solo tiene reservas para cinco días, el objetivo es doblar las provisiones antes del día 15 

Maratón de donantes de sangre

Maratón de donantes de sangre / Robert Ramos

Natàlia Farré

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Alfombra roja y frases de película: ‘Tócala otra vez, Sam (y si puedes, vuelve a darla otra vez)’. ‘Que la fuerza te acompañe (la generosidad ya la llevas en la sangre)’. ‘Alégrame el día (en realidad ya lo has hecho viniendo aquí)’. ‘Sayonara, baby (hasta la próxima donación)’. No es una nueva sala de cine. Es ‘Otra película’, la de donar sangre en tiempos de pandemia, o la de los cambios, también en las donaciones, que ha supuesto la irrupción del covid-19. De ahí el título de la actual campaña de donación de sangre. Ahora la reserva de camilla es obligada, como la mascarilla, el gel hidroalcóholico y la distancia social. No piden PCR negativa, tener el coronavirus no daña la calidad de la sangre, pero sí, ser conscientes del riego que supondría acudir con síntomas: el posible contagio al resto de altruistas.

Lo dicho, otra película. Así que este año el Banc de Sang i Teixits ha ambientado el maratón de en el mundo del cine. El pistoletazo de salida ha sido este viernes en un local habilitado para ello en la calle de València 286, pero hay salas para la generosidad sanguínea en los principales hospitales catalanes. Hasta el 15 de enero. La campaña se activa anualmente después de Navidad para recuperar las reservas de sangre idóneas: para 10 días. Tras las fiestas bajan a cinco jornadas. Ello significa que si los 200.000 catalanes que habitualmente ceden medio litro del preciado líquido dejaran de hacerlo, en cinco días se acabarían las transfusiones. Volver a la decena y convocar a 10.000 donantes es el objetivo de la maratón.

La consellera de Sanitat, Alba Vergés, participando en la maratón de donantes de sangre. 

La consellera de Sanitat, Alba Vergés, participando en la maratón de donantes de sangre.  / Robert Ramos

Historias reales

Pues eso, alfombra roja al entrar y palomitas al salir. En medio cinco minutos e bombear sangre y cuatro cortos de cine en la pantalla. Historias reales convertidas en pequeños tráilers, como la de David, un chico que llevaba meses viendo solo a su hermana por la pantalla del teléfono, fue a donar sangre y ahí se encontraron casualmente; o la de Marc, montañero accidentado al que los bomberos rescataron con hipotermia y numerosas fracturas. Necesitó muchas transfusiones para sobrevivir, ahora devuelve todo lo que le dieron: siendo donante y queriendo ser bombero.

En las camillas donde reposan los altruistas también hay historias, como la de Imma, cuenta que su sobrino, Gerard, tuvo un grave accidente, cuando pasó ella ya acudía regularmente a dar sangre, pero desde entonces aún lo hace más convencida: “Hoy por ti, mañana por mí”, sostiene. A Valentina le mueve su filosofía de vida: “Haz lo que te gustaría que hicieran por ti”, sentencia. Y ahí estaba este viernes, “estoy bien de salud y no me daña en nada dar medio litro de sangre. No me doy cuenta y hago algo bueno”. Así que desde el Banc de Sang i Teixits invitan a todo el mundo, a los que ya son donantes y a los que nunca lo han sido, a acercarse a cualquiera de los puntos habilitados para la extracción. “Es fácil”, aseguran.

De hecho la generosidad y el altruismo están garantizados, este 2020 con el coronavirus mancillándolo todo las donaciones han sido diferentes pero no peores. Ni en los tiempos más duros del confinamiento ha faltado sangre, la gente siguió respondiendo incluso en los momentos más inciertos. Y ha aparecido un nuevo tipo de donante, el de las personas que han superado el covid-19 y entregan su plasma. Pero está es también otra película. 

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