el drama migratorio

Crisis migratoria en Canarias: Barranco Seco recibe más inquilinos

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Rubén Torres

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El campamento militar que el Ejército levantó la semana pasada en el antiguo acuartelamiento de Barranco Seco, en Las Palmas de Gran Canaria, para hacer frente a la crisis migratoria hacia las Islas Canarias continúa recibiendo inquilinos. El Ministerio del Interior ha seguido trasladando migrantes que se encontraban hacinados en el muelle de Arguineguín hasta el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) y este jueves, por segundo día consecutivo, transportó a otras 200 personas, según confirmó la Delegación del Gobierno, hasta unas instalaciones preparadas para pasar en ellas, según la ley, un máximo de 72 horas. Hoy hay 400 personas en este recurso de primera acogida y 1.334 en el muelle.

Este nuevo traslado hasta el campamento habilitado en un antiguo polvorín, con capacidad para 800 personas, es un paso más para tratar de desmantelar el campamento de la vergüenza de Arguineguín, instalación temporal y de primera acogida ubicadas en el muelle que por segundo día registró más movimiento del habitual y respira ya más aliviado. Desde el pasado martes hasta un tercio de los migrantes que se hacinaban en este puerto moganero han sido trasladados a otros centros de acogida.

Este jueves la Policía Nacional y la Fiscalía de Las Palmas también realizaron otros traslados, entre ellos los de una decena de menores extranjeros no acompañados a bordo de una microguagua, según fuentes de Cruz Roja. Por su parte, y a pesar de haber entrado ya en servicio las instalaciones de Barranco Seco, a esta segunda operación se sumó también el traslado por parte de Cruz Roja de otras 100 personas a establecimientos turísticos del sur de Gran Canaria. Y todo ello en un escenario en que los empresarios del sector ya han avisado en reiteradas ocasiones de que están al límite en la capacidad de acogida y han urgido al Gobierno central a sacar a los migrantes de estos complejos. Pero esa orden parece no llegar. Al igual que tampoco llega la de las derivaciones para que la solidaridad territorial se ponga en marcha ante el colapso en Gran Canaria.

Si bien estos traslados han rebajado olla a presión en que se ha convertido el muelle moganero al llegar a acoger hasta 2.700 migrantes, la situación de hacinamiento persiste. 1.334 personas son muchas para un campamento habilitado para 400.

Durante la jornada de no se registró la llegada de nuevas pateras o cayucos a las costas de Gran Canaria; solamente llegó una patera a la isla de El Hierro con 48 personas.

Al borde de las 16.30 horas se inició el traslado de las 200 personas hasta la capital distribuidas en tres guaguas, que llegaron apenas una hora después a su destino. Allí, bajo una importante vigilancia por parte de la Policía Nacional, los migrantes tuvieron que esperar a que se les asignara las tiendas en las que iban a pernoctar. Poco después, al filo de las 18.00 horas de la tarde, partieron desde Arguineguín las otras dos guaguas hacia los complejos turísticos.

En las instalaciones de Barranco Seco, la primera mañana tras el traslado fue tranquila y en todo el espacio apenas podían divisarse, desde la distancia, dos o tres personas migrantes en el exterior de las casetas de campaña, apoyadas sobre una valla tomando el aire –a una temperatura de 23 grados, muy lejos de los 30 que vivieron el día anterior hacinados en el muelle de Arguineguín–.

Vigilancia

A juzgar por la imagen, nada parecía indicar que en el interior de la veintena de casetas habilitadas por el Ejército hubiese 200 personas, salvo porque en contadas ocasiones pudo verse a los migrantes acogidos en su interior acostados en las literas, de dos camas de altura. Una imagen más que digna después de que muchos hayan pasado hasta 15 días durmiendo al raso en el frío asfalto del suelo del muelle de Arguineguín con solo dos mantas: una para separarse del pavimento y otra para cubrirse.

Durante toda la jornada los dos centenares de migrantes estuvieron vigilados por un importante despliegue del Cuerpo Nacional de Policía. Mientras una patrulla controlaba el acceso a las antiguas instalaciones militares, en el interior se distribuyeron hasta cuatro furgones del cuerpo para alcanzar todo el perímetro de este campamento de primera acogida.

Este está instalado en un terreno anexo a las edificaciones, hoy tapiadas, del antiguo acuartelamiento militar de Las Palmas de Gran Canaria y en él se ha habilitado hasta una veintena de tiendas de campaña de distintos tamaños. Todas están ubicadas en un espacio central de los terrenos con que cuenta este antiguo polvorín y están enfocadas hacia un espacio común central.

Cada una de las casetas cuenta con un baño químico y las tiendas están separadas con un sistema de vallado que marca un camino central entre todas ellas.

En el área ubicada al norte del antiguo cuartel todavía queda un terreno donde el Ejército puede levantar más casetas; un espacio que se suma a otra bolsa de suelo disponible mayor que la anterior que se encuentra paralelo al campamento pero en un nivel inferior y que corresponde a una antigua cancha deportiva.

El Centro de Atención Temporal de Extranjeros de Barranco Seco está diseñado para alojar a 800 personas durante las 72 horas en que se les identifica y realiza la filiaciación por parte de la Policía Nacional, y se les practica las pruebas PCR para detectar si son positivos o no en coronavirus.

Durante la mañana de este jueves, la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, combativa y en un constante pulso con el Estado desde que el 28 de agosto se levantase el campamento temporal en un espacio que no garantiza los derechos humanos, como ha denunciado en varias ocasiones, volvió a visitar las instalaciones de Cruz Roja en el muelle. Su objetivo fue comprobar cómo se desarrolla el proceso de desalojo y su posterior cierre, tal y como anunció el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien se reúne con su homólogo en Marruecos.

"Esperamos que los inmigrantes sigan saliendo, pero no sabemos a dónde los van a llevar. Barranco Seco no tiene capacidad para seguir absorbiendo las salidas de Arguineguín, porque no tiene suficientes tiendas de campaña ni camas", apuntó la regidora en declaraciones a Efe.

En el muelle de Arguineguín la alcaldesa de Mogán insistió en la necesidad de poner en marcha las derivaciones de personas inmigrantes adultas y menores extranjeros no acompañados a otras regiones del país para aliviar el colapso de los centros ubicados en las Islas.

Bueno volvió a reclamar estos traslados a la Península porque duda de que el sector turístico pueda seguir absorbiendo por más tiempo a los inmigrantes llegados en patera. Casi 6.000 personas están alojadas en la actualidad en hoteles, bungalós y complejos de apartamentos de Gran Canaria.

Los traslados de este jueves se realizaron en un clima de absoluta normalidad muy alejado de los momentos de tensión que se registraron durante las dos jornadas anteriores, cuando se agolparon a las puertas del muelle de Arguineguín grupos de personas para increpar a los migrantes.

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