Barcelona denuncia a 75 personas por botellón en la primera noche sin bares

La Guardia Urbana de Barcelona ha sancionado a 75 personas por participar en botellones en la vía pública durante la primera noche sin bares en Barcelona. Según fuentes del Ayuntamiento, los locales han cumplido con la prohibición decretada para frenar el contagio de coronavirus y el cuerpo de seguridad municipal sólo ha denunciado a ciudadanos que han decidido sortear la ausencia de establecimientos gastronómicos y de ocio nocturno juntándose para beber en la calle. 

Sobre este regate al cierre efectuado por parte de algunos grupos de jóvenes, el 'conseller' de Interior, Miquel Sàmper, recordó en la emisora RAC1 que los botellones son "fuentes increíbles de propagación". "No pedimos a la gente que denuncie una reunión de ocho personas en lugar de las seis que están permitidas pero sí que lo haga ante conductas --como un botellón-- que pueden reunir a más de cien jóvenes". Sàmper matizaba así de nuevo unas polémicas declaraciones anteriores en las que pedía a los ciudadanos que denunciaran incumplimientos de las medidas de la Generalitat. "Seguramente no me expresé bien", reconoció. 

Durante la pasada madrugada, el teléfono 112 ha recibido decenas de avisos de diversos puntos del territorio catalán que advertían de la celebración de estas reuniones sociales que comportan contactos de alto riesgo. Desde el inicio de la pandemia, un 10% de las denuncias que han interpuesto los Mossos d'Esquadra han sido por fiestas y aglomeraciones y un 9%, por botellones. 

Sobre la posibilidad de implantar un toque de queda nocturno como el ordenado por Francia, el 'conseller' ha señalado que observan con interés la medida para comprobar su eficacia aunque esta todavía no ha sido valorada "ni en el Govern ni en ninguna reunión del Procicat".

Baja la movilidad

Del área de Barcelona han salido un 22% menos de vehículos en comparación con los mismos días del 2019 y un 9% menos que el primer fin de semana de octubre. Dos datos relevantes para Sàmper, que valora positivamente el decremento de una movilidad hacia zonas menos pobladas que puede repercutir en un aumento de casos.