PROCESO PIONERO

El Clínic, primer hospital de España en operar la cadera sin hospitalizar al paciente

La intervención estuvo precedida por una educación terapéutica del enfermo y un poceso de optimización del proceso médico

El Hospital Clínic hace una operación de cadera sin hospitalizar al paciente

El Hospital Clínic hace una operación de cadera sin hospitalizar al paciente. / periodico

Efe

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El Hospital Clínic de Barcelona se ha convertido en el primer hospital de España que realiza una operación de prótesis de cadera sin necesidad de hospitalizar, según ha informado este lunes el centro médico.

La operación, que se hizo en julio pasado y en la que el paciente ha evolucionado sin complicaciones, ha ido precedida por una educación terapéutica del enfermo y la optimización de todo el proceso médico y quirúrgico, ya que se ha reducido el uso de transfusiones de sangre, no se han cortado músculos ni tendones y tampoco se han puesto drenajes ni sondas, entre otros aspectos, han explicado las mismas fuentes.

La cirugía ha ido a cargo del doctor Jenaro Ángel Fernández-Valencia, del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología y jefe de la sección de cadera, dirigido por el doctor Pere Torner.

El Clínic hace cada año unas 350 operaciones de prótesis de cadera y desde el año 2013 trabaja en protocolos de recuperación rápida de estos pacientes. En los últimos años, este hospital ha conseguido reducir a la mitad, de promedio, la hospitalización de los pacientes a los que se coloca una prótesis de cadera, pasando de los siete días del año 2013 a 3,5 el pasado 2019.

Las claves para la disminución de noches de hospitalización requieren que el paciente participe en un taller previo a la intervención, en el que conoce el entorno hospitalario, su enfermedad, el proceso de ingreso, la cirugía, la recuperación funcional (como caminar con muletas o subir y bajar escaleras) y aprende cómo puede contribuir a que su recuperación sea mejor.

Los médicos y cirujanos involucrados estudian al paciente para detectar y tratar posibles anemias, que aumentarían el riesgo de transfusión, y durante la cirugía se administra ácido tranexámico (una sustancia sintética que mejora la coagulación de la sangre). Actualmente, sólo un 2% de los pacientes necesita transfusión de sangre, un porcentaje que el año 2013 ascendía a un 30%.

Cirugía menos invasiva

La cirugía también es menos invasiva, ya que, desde el 2016, el Clínic trabaja con una técnica que permite implantar la prótesis sin cortar músculos o tendones (acceso directo anterior), lo que es clave para una recuperación rápida.

También se minimiza el uso de derivados de la morfina y se incluye una única dosis de corticoides al inicio de la operación, que disminuye el dolor, náuseas o vómitos y mareo al ponerse de pie.

Para los especialistas de este centro, "es muy importante que horas después de la intervención el paciente empiece a levantarse, moverse y caminar", para mejorar el control del dolor, trabajar la musculatura y el retorno venoso y disminuir el riesgo de trombosis venosa. No se aplican ni sonda ni drenajes porque "no aportan ventajas en la mayoría de pacientes y dificultan la recuperación".

Criterio de alta funcional

El Clínic ha desarrollado el criterio del alta funcional, en la que es el estado del paciente lo que determina cuándo puede volver a casa y no el hecho de cumplir un determinado tiempo de observación. Así, los pacientes operados de prótesis de cadera son dados de alta mediante unos criterios de alta funcional para poder irse a casa como dolor controlado, dolor leve al caminar, poder caminar 50 metros y subir y bajar escaleras, entre otros.

La cirugía sin ingreso de prótesis de cadera ya es una realidad en otros países de Europa, y múltiples estudios científicos avalan su eficacia y seguridad para el paciente, aunque "es importante una adecuada selección de los candidatos, y el perfil ideal es un paciente joven sin enfermedades graves", han indicado las mismas fuentes.

La prótesis total de cadera (artroplastia total de cadera) es una operación que suele durar una hora y media y reemplaza la articulación de la cadera que está deteriorada, generalmente por artrosis o por una secuela de traumatismo, trastornos evolucionados de la infancia como la displasia, o el infarto de la cabeza del fémur, conocido como necrosis vascular de la cabeza femoral.