El rastreo destapa los positivos pediátricos

En el primer embiste de la pandemia en la comunidad, llamó la atención el bajo número de casos de covid-19 entre los menores de catorce años. Durante el estado de alarma –de marzo a mediados de junio–, el área sanitaria de Vigo registró 35 entre otros 2.305. Es decir, se detectó la infección por el nuevo coronavirus en un niño por cada 66 diagnósticos. Desde entonces, esta proporción se ha cuadruplicado. Suponen uno de cada 15 nuevos –16 de los 233 detectados desde el 14 de junio–. No es que el SARS-CoV-2 esté afectando ahora más que antes a la población infantil. Es el sistema de rastreo de contactos el que ha hecho aflorar casos asintomáticos que, en los meses anteriores, habrían pasado desapercibidos.

Hasta el momento, han sido 51 los diagnósticos a menores de 14 años en el área sanitaria viguesa. Es decir, representan un 2% de los 2.538 positivos registrados entre toda la población. Durante el estado de alarma, el peso de los niños infectados en el total era aún más bajo, de un 1,5%. Por aquel entonces, el sistema solo tenía capacidad para realizar pruebas PCR a aquellas personas que presentaban síntomas. Y, como han comprobado diferentes investigaciones, la infección se manifiesta en ellos en formas más leves y cursa con más frecuencia como asintomática. De ahí que no fueran demasiados los padres que recurrieron a los médicos por la presencia de clínica compatible en sus hijos y que la gran mayoría de los positivos infantiles en este periodo se diagnosticaran en las urgencias hospitalarias.

En cambio, desde mediados de junio, no se ha detectado ninguno en el servicio del Álvaro Cunqueiro, según explica la jefa del Servicio de Pediatría del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), la doctora Ana Concheiro. Todas las pruebas que han arrojado resultados positivos se han realizado en el Covid-Auto o en el centro de salud. Y es que la gran mayoría no fueron localizados por presentar síntomas, sino a través del rastreo de contactos. Es probable que no se supiera de ellos si no fuera por este sistema de detección precoz. Y de ahí que, ahora, el porcentaje de menores de 14 años sobre el total de los pacientes sea mayor: es del 6,9%, el cuádruple, aunque aún por debajo de su peso poblacional en el área viguesa, que es del 12,8%, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondientes al 1 de enero de 2019.

La edad media del paciente infantil infectado es de 9 años, pero los casos están bastante repartidos. Quizá, con algo más de incidencia a partir de los 10 años. Es la franja entre 11 y 12 años la que copa más positivos con 7 en cada edad. Casi dos tercios –el 64,7%–, son varones. Algo que puede ser simple casualidad o no. "A lo mejor, en los casos pediátricos, aunque sean leves en general, igual pasa como en los adultos, donde los hombres son mayoría entre los más graves", reflexiona la doctora Concheiro.

La abrumadora mayoría de infectados infantiles en el área han sido leves o asintomáticos. Solo una adolescente de 14 años, son patologías previas, necesitó ingreso. El virus le provocó una neumonía intersticial y hubo que ponerle tratamiento. La neonatóloga explica que los casos graves en población pediátrica son escasos y se han registrado en zonas con mayor prevalencia. Señala que el confinamiento llegó a Galicia en una fase de expansión del virus anterior a otros territorios españoles y los niños también se expusieron a menos cantidad de virus, lo que se puede relacionar con menos gravedad.

En el Servicio de Pediatría del Chuvi no miran hacia el inicio del curso escolar y el regreso de padres al trabajo con miedo, pero sí con "respeto". "Soy de las convencidas de que los menos de 10 años son poco contagiadores", resalta la doctora Concheiro. En España aún no hay experiencia en la que fijarse sobre el regreso a las aulas con esta pandemia, pero en Europa sí, resalta y cuenta que, según diversos estudios en Suiza, Francia y Alemania, los brotes en los centros educativos se vinculan más a los adultos que a los alumnos.

¿Cómo se explica que contagien menos? "Los autores tienen diversas teorías", señala. Una de ellas es que  al tener menos receptores del virus, aunque estén infectados, tienen menos cantidad de este en la vía orofaríngea. A lo que se añade que también tienen menos capacidad propulsora al toser en las vías bajas.

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