AVAL DEL JUEZ

Sanitat paga una indemnización por una muerte tras un error de diagnóstico

Ciudad de la Justicia

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J. G. Albalat

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La compañía Zurich, en nombre del Servei Català de la Salut, ha indemnizado con 95.000 euros por daños morales a la familia de un hombre de 33 años que falleció en el Hospital Universitari de Sant Joan de Reus al no detectarle un aneurisma (dilatación anormal de las paredes de una arteria o una vena). El desembolso de esta cantidad se ha producido  tras el acuerdo alcanzado entre los padres y el hermano del finado con la aseguradora y con la autoridad sanitaria. El pacto fue avalado el pasado mes de febrero por un juzgado de primera instancia de Barcelona.

F. L. P. acudió al servicio de urgencias del hospital de Reus el 13 de junio del 2017. Le costaba respirar (disnea) y deglutir (odinofagia), a la vez que presentaba un dolor en la garganta que irradiaba hacia la zona anterior del tórax, signos que indicaban la existencia de una aneurisma de aorta, según la demanda presentada por el abogado de la familia, José Aznar Cortijo.

Al paciente se realizó urgencias una radiografía del tórax que evidenció la existencia de un engrosamiento de la aorta ascendente, causante de los síntomas que el hombre sufría cuando llegó al hospital. Los sanitarios también le realizaron un electrocardiograma que, en este caso, no daba signos de anormalidad, lo que indicaba que el ataque de aorta no era cardiaco, sino aórtico-venoso, delimitando, por lo tanto, la enfermedad que presentaba F. L. P., sostiene el letrado. Sin embargo, el centro sanitario no se planteó la posibilidad de investigar otras líneas de diagnóstico como sería, por ejemplo, el aneurisma o tumoración, o la prácticas de más pruebas complementarias,

Falta de atención y tratamiento

Pese a presentar estos síntomas, los facultativos decidieron enviar al enfermo a casa y se le prescribieron fármacos por una "posible faringitis aguda". Se le advierte de que si presentaba fiebre, el dolor persistía o aparecían nuevos síntomas de alarma, volviera al hospital. Sin control alguno y sin pasar por el servicio de cardiología, F. L. P. falleció a los dos días en su domicilio a causa de un aneurisma. La demanda exponía que “la falta de atención diagnóstica y el tratamiento correspondiente”, causada “por una mala praxis”, causó la muerte de una persona que hubiera podido sobrevivir si se le hubiese detectado la patología que realmente padecía realizándole las oportunas pruebas médicas.