Coronavirus

Creciente tensión entre los funcionarios de prisiones

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undefined24303623 sant esteve sesrovires 21 11 2013 fachada del centro peniten200316004101 / JOSEP GARCÍA

Juan José Fernández

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Mientras evoluciona la epidemia de coronavirus, el clima en las garitas y salas de control de las cárceles bajo administración de Interior o de la Generalitat dista de calmarse. Y la causa es la lentitud con que, a juicio de todos los colectivos de funcionarios, se implementan medidas de protección contra el contagio.

Especialmente en Catalunya, donde fue bien recibido entre los vigilantes de prisiones el anuncio del ministro del Interior, en la tarde del domingo, de suspensión de todos los permisos y las comunicaciones ordinarias con el exterior (incluso las realizadas con cristal por medio) en todas las cárceles de España, por ser sus inquilinos una población "especialmente vulnerable", dijo Fernando Grande-Marlaska.

Su anuncio llegaba tres horas después de que la rama catalana del sindicato penitenciario Acaip-UGT hubiera registrado en Interior una carta dirigida al ministro pidiéndole el pase de las prisiones catalanas a dependencia del Gobierno central.

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La carta, firmada por el coordinador del sindicato en Catalunya, Francesc López, argumenta que "la actuación preventiva ante el riesgo de propagación del Covid-19 por parte de la Administración penitenciaria catalana es muy reducida y muy retrasada frente a la realizada por la administración central, en donde se han dictado medidas tanto en un ámbito de prevención como desde un ámbito regimental".

El firmante entiende que, en estado de alarma, "la competencia de los centros dependientes de la Comunidad Autónoma de Catalunya se asume por el ministro del Interior en cuanto sea necesaria para la protección de los intereses generales", y pide al ministro que no consienta "que existan dos velocidades a la hora de frenar el contagio, ni tampoco que existan empleados públicos o internos de primera o segunda categoría en función de su ubicación territorial".

Nervios en Brians II

El anuncio del ministro del Interior se hacía prácticamente a la misma hora que -tras conocerse los positivos del Sindic de Greuges, Rafael Ribó, y del vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés- se confirmaba que otro político preso (además de Jordi Sánchez), el exconseller Josep Rull, entraba en la enfermería de la prisión de Lledoners para aislarse, aun sin síntomas, pues ha estado en contacto con personas afectadas por coronavirus.

A primera hora del domingo, la situación se tornó delicada en el centro penitenciario Brians II, donde el sábado por la noche había trascendido el primer positivos de coronavirus en un preso del módulo 13, que se encuentra ya en el hospital penitenciario de Terrassa.

Al llegar al primer turno de la jornada, un grupo de trabajadores penitenciarios exigieron equipamiento de protección personal y que algún directivo de la Secretaría General de Mesures Penals les explicara la situación.

La dirección del centro les negó las mascarillas, por lo que los funcionarios debatieron no entrar este lunes a trabajar si no cuentan con ellas y otros elementos que prevengan el contagio.

En los talleres

Parecido recelo se extiende entre los funcionarios de distintos penales de los que administra el Ministerio del Interior. Las medidas contra el contagio son más firmes y llevan más tiempo al sur del Ebro, pero este domingo aún apuraban algunos familiares de presos para visitar.

Diversos sindicatos habían denunciado el peligro de los visitantes hacinados en salas de espera, así como el riesgo de los cacheos a estas personas que vienen del exterior, pero Instituciones Penitenciarias decidió conceder la entrada a las últimas visitas, pues habían viajado en algunos casos largas distancias.

Por otro lado, el sindicato Acaip-UGT, mayoritario en las prisiones, ha denunciado el riesgo de mantener en funcionamiento ordinario los talleres de trabajo penitenciario, y más si a ellos entran desde fuera capataces de empresas externas, como si fueran días normales, y sin protección alguna.

Para este lunes estaba prevista, según ese sindicato, la continuidad de los talleres en, al menos, los penales de Ocaña, Dueñas y Burgos.

Hasta el momento, el balance de contagios de coronavirus en el ámbito penitenciario es de un preso de Zaballa (Álava) contagiado por un ertzaina, un funcionario de la Entidad de Trabajo Penitenciario y tres de los centros penitenciarios de Aranjuez, Navalcarnero y Melilla.  Madrid VI, Madrid IV y Melilla.

Roces en Lanzarote

Instituciones Penitenciarias negó este domingo que se haya producido "ningún incidente reseñable" relacionado con la epidemia, si bien admitió una situación de tensión en un módulo de la cárcel alicantina de Foncalent, cuando se exrtendió el rumor falso de un positivo en el centro. El director explicó la situación a los internos y el suflé bajó.

Poco antes, los trabajadores de la prisión de Tahíche (Lanzarote) habían difundido un roce entre internos y vigilanes en el módulo 3 de ese centro.

Fue al medio día, cuando los funcionarios separaron una pelea de dos presos contra otro. Un grupo de internos rodeó a los funcionarios y les amenazó. La tensión se disparó por la prohibición de visitas. Entre los reproches que lanzaban los reclusos, según la misma fuente, estaba también que los vigilantes venían de fuera y no llevan mascarilla.