Condenado un menor por quitar la porra a un mosso en una pelea en L'Hospitalet

El juzgado de Menores 4 de Barcelona ha condenado a un joven, que tenía 17 años cuando sustrajo la porra extensible a un agente de los Mossos d’Esquadra durante una pelea, a un año de libertad vigilada. En sentido contrario, lo ha absuelto de los delitos de agresiones contra los cuatro policías que el 17 de febrero del 2017 resultaron agredidos en una reyerta que se desencadenó en L'Hospitalet de Llobregat.

La sentencia considera probado que el menor participó en el altercado que se produjo en la calle de Illes Canàries de L’Hospitalet y que sustrajo a uno de los agentes de los Mossos una defensa extensible pero no que llegara a golpear a los policías, tal como algunos de los funcionarios habían declarado en el juicio.

Durante la reyerta, cuatro policías resultaron heridos de diversa consideración con traumatismo craneoencefálico, contusión craneal, esguince o cortes que requirieron sutura. Varios de ellos fueron ingresados en el hospital y estuvieron de baja médica diversos días.

Los agentes relataron durante el juicio contra este menor –el resto de los implicados son mayores de edad y, en consecuencia, han seguido otro proceso aun no finalizado– que acudieron a la calle de Illes Canàries porque un coche con cinco personas a bordo volcó.

Una de estas, mientras eran identificadas por los policías, se alteró y "adoptó" la posición física de boxeador. Entonces "bajó más gente" y los policías, que trataban de reducir al que había adoptado la postura de boxeador, acabaron siendo agredidos. Según su relato, el menor también participó de la agresión, se resistió a ser detenido y actuó para impedir que también lo fueran algunos de sus acompañantes.

Los familiares del menor, sin embargo, explicaron lo contrario. Su padre, también procesado por estos hechos, aseguró que lo que vio fue a dos agentes agredir a su hijo.

Como existen versiones contradictorias, el juez da especial relevancia a un vídeo captado con un teléfono móvil que grabó una parte de la secuencia. En esta no se ve al menor agredir a los policías aunque sí "hacer el gesto" de acercarse para coger la defensa extensible. Poco después, cuando un policía de paisano le pidió que se la devolviera, este accedió a hacerlo.

Por ello, resuelve que debe condenar al menor a un año de libertad vigilada por un delito de atentado contra agente a la autoridad y absolverlo de los otros cuatro delitos de lesiones.

Los servicios jurídicos del sindicato USPAC de los Mossos, personados en la causa como acusación particular, ven "intolerable" que la Conselleria d’Interior haya renunciado "a defender a los nueve agentes" y, por ello, pide "la dimisión" al secretario general, Brauli Duart. También avanza que en el juicio contra el resto de implicados en la reyerta, mayores de edad, "solicitará las penas más altas".