DÉCIMO ANIVERSARIO

Los Princesa de Girona incorporan un premio a la cooperación internacional

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Luis Benavides

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Contexto político y protestas al margen, la entrega de premios de la Fundació Princesa de Girona (FPdGi) del 2019 ha sido doblemente especial. La décima edición de estos galardones, que buscan reconocer la trayectoria de jóvenes ejemplares, reunió por primera vez a casi medio centenar de premiados a lo largo de su historia y fue presidida por primera vez por la princesa de Asturias y de Girona, Leonor. Otra de las novedades principales, amén del traslado de la gala a Barcelona, fue la creación de un quinto premio, el Internacional, que en esta edición recayó en la oenegé Humanity Crew, dedicada a la atención psicológica de los refugiados que llegan a la isla griega de Lesbos. Maria Jammal, confundadora de la organización junto a su marido, Mohammad Mansur, será distinguida con el galardón. Solo en el 2018, los 182 voluntarios cualificados de la oenegé realizaron más de 1.310 horas de asistencia profesional.

El resto de premiados de esta singular edición fueron el neurólogo Ignacio H. Medrano (Premio Empresa), el matemático Xavier Ros-Oton (Premio Investigación Científica), la emprendedora social Begoña Arana (Premio Social) y el director de escena especializado en ópera Rafael R. Villalobos (Premio Artes y Letras), que a su vez fue escogido director escénico de la gala. "Será una ceremonia dinámica, multidisciplinar, con vídeos, actuaciones musicales e interpretaciones... Siempre con la idea de la transmisión generacional como hilo conductor", avanzaba por la mañana Villalobos, de 32 años y convertido en un referente de las nuevas generaciones de directores de escena, cuya obsesión a la hora de organizar en el acto fue capturar “la esencia” de los premios y “rendir homenaje a la fundación y a Catalunya”.

El discurso de Leonor, en catalán

Una nutrida representación de los 55 premiados durante los 10 años de historia de la FPdGi compartieron experiencias en el Palacio de Congresos de Catalunya, y pudieron departir con los reyes Felipe VI y Letizia, Leonor y su hermana, la infanta Sofía. "El azar a veces es muy positivo y ha querido que el primer año al que asiste Leonor pueda conocer aquello que le han contado desde pequeñita, va a conocer a todos los galardonados", subrayaba la directora general de la fundación, Mònica Margarit.

En sus primeras palabras en un acto de la fundación, Leonor empezó su discurso en castellano y siguió en catalán. “Desde muy pequeñas, a mi hermana, la infanta Sofía, y a mí, nuestros padres nos han hablado de Girona y de Catalunya siempre con verdadero afecto. Gracias a ellos sabemos muchas cosas de la historia y la cultura catalanas”, aseguró la princesa después de felicitar a los premiados, “un ejemplo para los jóvenes de toda España”, añadió.

El rey Felipe VI tomó la palabra después, con “una enorme alegría” por el estreno de Leonor, y recordó los inicios de la fundación. “Cuando en el 2009 varias entidades, organizaciones y destacados representantes de la sociedad civil de Girona y de Catalunya constituyeron la entonces Fundación Príncipe de Girona, aspiraron a convertirla en un referente de apoyo a los jóvenes”, rememoró el jefe de Estado, quien tras dedicar unas palabras a los premiados enumeró los valores que a su entender representan “la mejor historia de Catalunya”: el esfuerzo, la responsabilidad, el compromiso, el respeto y el espíritu cívico. “No deben ni pueden ser un recuerdo del pasado, sino una realidad efectiva de nuestro presente y de nuestro futuro. Una realidad en la que no pueden tener cabida ni la violencia, ni la intolerancia ni el desprecio a los derechos y libertades de los demás”, subrayó, mientras en la calle un centenar de personas entorpecía cuando no impedía el acceso al palacio de congresos de muchos invitados.

Si bien es la primera vez que los premios se trasladan a la capital catalana, la ceremonia ya cambió de sede en la anterior edición por el veto del Ayuntamiento de Girona para usar el Auditori de la ciudad. Finalmente se entregaron los premios en el centro de eventos Mas Marroch del Celler de Can Roca, en el municipio de Vilablareix, que quedaba pequeño para acoger toda la programación de la nueva edición. "El décimo aniversario queríamos celebrarlo en un espacio con capacidad para 1.800 o 2.000 personas”, ha explicado la directora general de la fundación, quien también ha justificado la elección del Palacio de Congresos de Barcelona por las numerosas “actividades paralelas” que acoge esta edición, en referencia a las conferencias, diálogos y talleres que tendrán lugar entre hoy y mañana martes.

Encuentro intergeneracional

La fundación convoca anualmente estos premios, dirigidos a jóvenes entre 16 y 35 años, con la idea de promover y fomentar la iniciativa y el esfuerzo, la investigación científica y la creatividad artística, también la solidaridad. “Estamos convencidos del papel determinante que tienen que jugar los jóvenes en la transformación social y la innovación”, explicó el presidente del patronato de la fundación, Francisco Belil Creixell, quien también destacó la necesidad de crear puentes entre las diferentes generaciones de premiados, entre el talento más joven y el talento más consolidado. Con esa voluntad nació la jornada ‘El talento atrae el talento’, que llenará el palacio de congresos de debates, diálogos y talleres para jóvenes profesionales y expertos  durante todo el martes, 5 de noviembre. “El encuentro entre generaciones –aseguró Belil Creixell- es una fórmula de éxito que aporta soluciones a los problemas del futuro”.

Las cifras del talento

El impacto de la fundación en los jóvenes es el 'leitmotiv' de <strong>‘Historia de un premio’</strong>, una suerte de relato audiovisual en el que participan algunos de los premiados, quienes explican cómo les cambió la vida llevarse el galardón. La responsable es <strong>Antonella Broglia</strong>, embajadora de las charlas TED en Europa y colaboradora de la fundación. “En el 2010, el país estaba machacado por la crisis económica y todos sufrían, pero especialmente los jóvenes. Cada año descubrimos talentos en campos en los que no sabíamos que teníamos talentos”, explicó Broglia, quien definió ese relato como “30 minutos de confianza en lo que tenemos y lo que tendremos”.